Conmemoramos hoy el tercer aniversario de la partida del Comandante y Presidente Eterno de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, personaje histórico de talla universal, por cuya dolorosa ausencia lloran todos los pueblos del mundo.
Había señalado José Martí que Bolívar tenía aún mucho qué hacer en América, pero se necesitó más de un siglo desde la muerte del profeta, para que el pueblo de Venezuela, tras escuchar otra vez su juramento en boca del bravo llanero Hugo Chávez, se levantara decidido a seguirlo en una nueva campaña libertadora que sacudiría hasta el último rincón del continente.
Chávez, tras intentar tomarse el cielo por asalto aquel 4 de febrero del 92, inspirado por la rebeldía de los venezolanos contra las imposiciones del gran capital transnacional, se convertiría con el paso de los años en el único Presidente de la República ratificado por casi dos decenas de elecciones. Y en líder indiscutido de la justa causa de los pueblos por la justicia, la libertad y la democracia, en contra del neoliberalismo, la discriminación y la violencia imperialista.
Su presencia humana y política llegaría acompañada de la esperanza, justo cuando tras el derrumbe del modelo socialista europeo, los cantos de sirena convidaban a la rendición de todas las luchas por un mundo mejor. Nuestramérica empezaría gracias a él a protagonizar de nuevo la marcha por la soberanía y dignidad, en un florecimiento incontenible que integró sus raíces históricas a lo más granado del pensamiento económico y social creado por la humanidad.
Enfrentado al odio del gran capital y las oligarquías, Chávez superó todas las emboscadas apelando siempre a la conciencia de los más humildes y olvidados. La inmensa fuerza de su pueblo y su solidaridad hacia los oprimidos, hicieron de su patria el ejemplo de moral y civilización soñado por El Libertador. A tres años de su muerte, los todopoderosos enemigos de los pueblos se abalanzan furiosos sobre su obra y paradigma, empecinados en derrumbarlos a como dé lugar.
Vergonzantes planes y tenebrosas maniobras, incluida aquella de considerar a Venezuela como un peligro para la seguridad nacional de los Estados Unidos, se suman a la campaña reaccionaria de la ultraderecha mundial y continental, que pretende rendir el proyecto bolivariano con la guerra económica y la desestabilización institucional. Epígono de Bolívar y Chávez, el gobierno de Nicolás Maduro se defiende con un valor digno de toda solidaridad y apoyo. Venezuela no está sola.
Las FARC-EP integramos a Hugo Chávez Frías y su legado histórico en nuestros más importantes referentes. El talento estratégico del Presidente Chávez habría de determinarlo a dedicar ingentes esfuerzos a la tarea de alcanzar para Colombia la solución política a su larga confrontación interna. Si por obra de su gestión la paz en nuestro país se igualó a la paz del continente, nos corresponde decir con modestia que sólo la paz en todo el continente puede hacer posible la paz en Colombia.
Reservamos para Hugo Chávez, Nicolás Maduro y el pueblo de Venezuela los más fraternos agradecimientos por la generosidad y disposición demostradas ampliamente en los hechos, pese a su abnegada discreción, para hacer posibles las conversaciones de paz que adelantamos en La Habana con el gobierno de Colombia. Estamos seguros de que los hijos de Bolívar no se hallan solamente en Venezuela, sino en Colombia, en toda Nuestramérica y en el mundo entero.
SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP
5 de marzo de 2016.
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