lunes, 30 de septiembre de 2019

Semana de ofensiva política y diplomática


Por Eduardo Piñate R.
El mes de septiembre ha sido un mes de ofensiva de la Revolución Bolivariana y de nuestro pueblo liderado por nuestro hermano, el Presidente Obrero Nicolás Maduro. Durante este septiembre que se acerca a su fin, no sólo se preservó la paz y se derrotó el plan de agresión militar que se gestaba desde Colombia, con el auspicio de la oligarquía y el gobierno de ese país y la dirección de Washington, además, se logró el aislamiento del sector más extremista y fascista de la oposición política venezolana y de la élite supremacista que gobierna los EEUU encabezada por Donald Trump, cuando se abrió un nuevo espacio de diálogo entre el gobierno y la oposición que anunció sus primeros acuerdos parciales el 16 de septiembre y se inició la implementación de los mismos. Con eso se impuso la Política (con «P» mayúscula) y el debate democrático por sobre el plan de violencia y muerte de Trump y sus lacayos.
Si algo ha caracterizado al presidente Nicolás Maduro, es que se trata de un dirigente revolucionario que combina prudencia y audacia, firmeza de principios y flexibilidad táctica, junto a una gran capacidad de maniobra producto, todo eso, de un pensamiento profundamente anti dogmático, como buen hijo y discípulo del Comandante Chávez.
Esas características de su liderazgo fueron evidentes la semana pasada, cuando lanzó a los principales cuadros de la revolución en una ofensiva política y diplomática en tres frentes: Diosdado Cabello, con dirigentes del PSUV y del gobierno hacia la República Popular Democrática de Korea y a Vietnam, estableciendo acuerdos en diversas áreas; a la Vicepresidenta Ejecutiva Delcy Rodríguez y al Canciller Jorge Arreaza para el 74 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en la cual libraron una batalla memorable, que se cerró con el brillante y valiente discurso de nuestra Vicepresidenta Ejecutiva; y el propio presidente Maduro, acompañado de un grupo de ministros de la economía, hacia la Federación de Rusia, para ampliar acuerdos y convenios en todas las áreas, como dijo el camarada presidente.
Septiembre cierra con el pueblo revolucionario, con la nación venezolana y el gobierno bolivariano con la iniciativa política y la ofensiva. Es un paso fundamental para consolidar la paz y la estabilidad política y para construir la prosperidad económica de la Patria. Seguimos venciendo.

viernes, 27 de septiembre de 2019

“Mesa Nacional de Diálogo es un triunfo para el Gobierno, el PSUV y la clase trabajadora”


*El coordinador de Formación Ideológica de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, Rafael Chacón, considera que el acuerdo firmado el lunes 16 abre espacios para el optimismo y la esperanza.
Jimmy López Morillo
Luego de instalarse  la Mesa Nacional de Diálogo el lunes 16 del corriente por el Gobierno nacional y sectores racionales de la oposición, no tardaron en disparar  desde los bandos comprometidos con el derrocamiento  del presidente legítimo y constitucional de la República, Nicolás Maduro Moros y la propagación del odio, la  muerte y destrucción de la Patria.
Sin embargo, en contraposición, tanto dentro como fuera del país han continuado sumándose las voces saludando este nuevo paso en dirección hacia la paz dado por el Ejecutivo y aquellos factores conscientes de que nuestras diferencias podemos y debemos resolverlas entre los mismos venezolanos. El miércoles 18, se incorporó a los signatarios de este nuevo proceso el ex candidato presidencial Javier Bertucci, del partido Esperanza por el cambio, quien en las pasadas elecciones contabilizó una importante cantidad de votos. Al mismo tiempo, allende nuestras fronteras también manifestaron su respaldo países como Rusia, México y Uruguay, haciendo un llamado a que más actores políticos acompañen esta iniciativa.
“Esto es recibido con beneplácito, indudablemente y una vez más se apuntan un triunfo  el Gobierno nacional, el Partido Socialista Unido de Venezuela, , la clase  trabajadora con su Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, uno de cuyos miembros de su dirección nacional es firmante del documento, Francisco Torrealba.  Es un indicativo de que vamos por buen camino, es un buen augurio para apuntalar este nuevo proceso de diálogo”, sostiene al respecto el coordinador de Formación Ideológica de la principal gremio laboral de nuestro país, Rafael Chacón.
El dirigente, añade que “todo proceso debe y tiene que ser productivo, debemos tener mente positiva. Lo importante es, en primer lugar,  hacer una retrospectiva histórica desde inicios de nuestra revolución, que como toda  revolución caracterizada por defender la independencia, la soberanía y apuntar hacia el socialismo, siempre será amenazada y asediada”.
En esa retrospectiva, el integrante de la Dirección Nacional de la CSBT recuerda la enseñanza dejada por nuestro comandante Hugo Rafael Chávez Frías luego del golpe del 11 de abril encabezado por el empresario Pedro Carmona Estanga, con respaldo de los sectores empresariales, la burguesía, la dirigencia sindical corrupta y con el impulso del imperialismo estadounidense:
“Chávez, desde el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, con el crucifijo en la mano,  lo primero que hizo fue un llamado a la paz, a la convivencia  y al diálogo. Él, permanentemente estuvo en la búsqueda la pacificación entre nosotros como hermanos, a pesar de las diferencias ideológicas que hemos tenido y seguiremos teniendo con la derecha, la oligarquía y la burguesía venezolana. Quiero decir con esto, que el llamado al diálogo ha sido una política de la Revolución Bolivariana desde sus inicios y ahora tenemos los casos más recientes, con el presidente Nicolás Maduro Moros, en el cual el más emblemático es el de República Dominicana, donde se llegaron a unos acuerdos firmados por todos los sectores de la oposición venezolana, aunque lamentablemente ellos le dieron una patada a la mesa”.
Este año, a pesar de todos los intentos con el autoproclamdo al frente por llevar al país por las vías de la vilencia, también se produjo la experiencia de Oslo y Barbados, hasta el momento en que se produjo el importante paso en Casa Amarilla.
Elementos emblemáticos
Rafael Chacón, también vicepresidente del Ipasme, subraya que el llamado al diálogo, a la concertación y la paz “es un planteamiento histórico. Aspiremos que este nuevo proceso sea productivo. Los acuerdos suscritos tienen elementos emblemáticos, on lo económico, con la política general de gobernabilidad y aspectos importantes donde los sectores de la oposición coinciden en la defensa de nuestra soberanía en el caso de los derechos legítimos de nuestro país sobre la Guayana Esequiba, eso es altamente positivo”.
Igualmente, destaca “lo que tiene que ver con el exhorto a la justicica, mediante la Comisión de la Verdad que acuerde medidas de sustitución de privativa de libertad en los casos pertinentes –como ya ocurrió conel diputado Edgar Zambrano, excarcelado el martes 17-. Aquí lo importante es el reconocimiento a la Comisión de la Verdad, cosa  relevante porque tiene que ver con todos estos elementos políticos de la lucha de clases que estamos viviendo y podemos decir que es altamente positiva esta mesa de diálogo de paz y convivencia, porque hay un rechazo de parte de esos sectores de la oposición  que firmaron, a las sanciones imperiales. Por otro lado,  proponer como el intercambio de petróleo por alimentos, medicamentos y otros insumos e de suma relevancia”.
“Por eso, podemos decir que hay un avance, a pesar de que no están todos los sectores de la oposición, pero hay algunas personalidades emblemáticas y partidos históricos como como el MAS, Avanzada Progresista –con más de 2 millones de votos en las pasadas elecciones presidenciales-, Cambiemos y Soluciones para Venezuela, que de una u otra manera tienen una representación importante”. Hay que ser altamente positivos y augurar un buen entendimiento en aras de la paz y la convivencia que necesita nuestro país”, concluyó.

jueves, 26 de septiembre de 2019

La inflación según Valdez


Por Geraldina Colotti
Juan Carlos Valdez es abogado, especialista en derecho financiero y magistrado adjunto de la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Es experto en economía política, un tema que enseña y que difunde en el programa «Boza con Valdez», transmitido por VTV. Le pedimos que explique a un lector europeo de izquierda lo que le está sucediendo a la economía venezolana.
Los grandes medios usan el ejemplo de Bolivia contra Venezuela. ¿Por qué está bien la economía boliviana?
El PIB de Bolivia representa una parte muy pequeña a escala latinoamericana, no es un gran obstáculo para el imperialismo, cuyo objetivo principal es destruir gobiernos socialistas que tienen un fuerte poder económico como Venezuela. Si tiene éxito, iría a Cuba, Nicaragua e incluso Bolivia no duraría mucho porque es una economía frágil. ¿Por qué los medios no hablan de Venezuela hasta 2012? En pocos años, la pobreza se ha reducido a menos de la mitad y la pobreza extrema en un tercio. En menos de dos años se ha derrotado el analfabetismo, se han creado docenas de universidades y hoy quienes no estudian son solo porque no quieren, no porque no puedan pagarlo. Cada venezolano podría tener hasta $ 5.000 subsidiados por el estado en su tarjeta de crédito. ¿Por qué no hablan de esta Venezuela? Porque estaba demostrando que la riqueza se puede distribuir adecuadamente. Si el propio FMI admite que solo unas pocas familias poseen la riqueza del mundo, un mundo en el que los países que se refieren al socialismo ciertamente no son la mayoría, significa que no es el socialismo el que genera pobreza, sino el capitalismo. Es por eso que Venezuela da miedo. Es por eso que tenemos razón para resistir. En Venezuela hay una revolución, que ha movido todo profundamente, absolutamente todo, y para esto está llena de contradicciones, de lo contrario no sería revolución. No queremos curar el capitalismo venezolano, no lo estamos reformando, estamos buscando otro camino que no es libre de errores, y lo hemos estado haciendo durante solo veinte años, poco en términos de la historia. Estamos en una fase de contradicciones cada vez más agudas, una fase de definición en la que estamos verificando, dentro del bloque revolucionario, quiénes somos realmente.
¿Pero con qué perspectiva si no hay un control total de los medios de producción y uno continúa durmiendo con el enemigo en casa?
En Venezuela, las empresas que constituyen el motor económico, las petroleras, están en manos del Estado. Por esta razón, en 2001-2002, aunque logramos salir bien del paro patronal, cuando también bloquearon el sector petrolero, tuvimos grandes dificultades. El control del Estado está ahí, por esta razón no me es importante el control de los medios de producción, como el control de los precios, que es el mecanismo real de transferencia de riqueza. En la forma en que nos van las cosas, la participación de la plusvalía para el capitalista se ha reducido, debido a las luchas de los trabajadores y las trabajadoras, a las coberturas sociales obtenidas, a las leyes que los garantizan, a una serie de beneficios que compensan lo que se extrae de los trabajadores. El aumento directo en la plusvalía ya casi no es una prioridad para los capitalistas aquí. La verdadera fuente de riqueza es la especulación de precios, esa es la forma en que recuperan con intereses lo que tenían que pagar al trabajador, y sin ninguna correlación con los costos de producción, y con un margen especulativo desproporcionado que aprovecha de las necesidades de la población, y eso aumenta la concentración de riqueza en pocas manos. Una situación que no tiene restricciones incluso para la cobertura de ciertas teorías económicas que se dan por sentado, incluso si chocan en una sociedad que quiere construir el socialismo.
¿A que te refieres?
Me refiero a la teoría monetarista, que predomina hoy en día, según la cual el aumento de los precios se genera por la cantidad de dinero que circula y no por la voluntad del oferente. No creo que sea el exceso de dinero en circulación lo que genera inflación. Por el contrario, creo que al aumentar el precio cuando los productos son escasos, los oferentes crean una nueva escasez debido precisamente al aumento de los precios, que se vuelve inalcanzable para muchos consumidores: para quienes estos productos son como si no existieran. El «dinero inorgánico» no existe. Cuando el gobierno crea dinero para pagar sus deudas, cuando cubre el déficit fiscal, simplemente paga tarde el precio de los bienes y servicios que ya ha utilizado y que se han producido en el país durante ese período fiscal. El estado no es un falsificador que pone a circular dinero que excede el presupuesto establecido. En agosto, el presidente decidió un aumento salarial del 3.600 por ciento. La gente estaba feliz de poder satisfacer las necesidades básicas, pero la especulación de precios llegó de inmediato. Cuando acordamos los precios, los productos desaparecieron del mercado y el primer mecanismo comenzó de nuevo. El nivel de crisis en Venezuela se debe a problemas geopolíticos y a la economía como una herramienta de guerra para el imperialismo. Todas las guerras son, en última instancia, de carácter económico, pero no todas utilizan la economía como arma de guerra como lo hacen contra Venezuela. Y la situación se complica por la presencia de fuerzas internas que creen en la importación porque produce comisiones y corrupción.
¿Y cómo se resuelve?
En el interior, ejerciendo la autoridad del Estado contra la especulación, produciendo una revolución educativa que estimula la producción nacional y eliminando esas teorías económicas creadas para el neoliberalismo, para proteger un sistema político particular y una clase social, y que no son inofensivas. Somos capaces de crear nuestras leyes económicas y regular nuestra sociedad. El bloque económico-financiero se está convirtiendo en una fuerza que nos obliga a mirar dentro de nosotros mismos, a mejorar nuestro potencial, a cambiar los hábitos y el consumo. El imperialismo utiliza el dólar, que ya no tiene la hegemonía de antes, como arma de guerra, pero estamos moviendo nuestro mercado hacia aliados estratégicos, como Rusia y China, que actúan para construir un mundo multipolar.

Guaidó y su “Modo Selfie”


Por: Richard Canan
El descaro de la extrema derecha no tiene límites. Actúan con una desfachatez total, sin mesura alguna. Principalmente el rancio sifrinaje mantuano proveniente de las filas de Voluntad Popular y Primero Justicia. Son hordas de extrema derecha. No tienen vergüenza, moral o ética alguna. Su insensata obsesión por asaltar el poder político les ha llevado hasta los más fétidos y profundos albañales que se haya visto en la escena política venezolana.
Su único plan de vida es tomar por la fuerza la silla de Miraflores. Su sentido de la oportunidad (antes lo llamaban olfato político) los hace retratarse (en modo selfie) indiferentemente con los halcones más asesinos y sanguinarios del Pentágono, con narcopresidentes, con corruptos, rateros, asesinos y cuanta ave rapiñera se atreve apoyar su deschavetada causa golpista.
El “equipo” de gobierno de Guaidó está íntegramente conformado por rufianes y timadores profesionales. La mayoría son avariciosos yuppies banqueros. Puros rateros de cuello blanco. Una estructura delincuencial que en solo nueve meses (usurpando el poder, únicamente con la venia del Tío Sam), ha logrado saquear cuanta lonchera, caja chica o chequera esté a su alcance. La voracidad de esta gente es insaciable. Por eso le metieron de primero el diente a la yugular que representan empresas como CITGO y Monómeros Colombo Venezolanos S.A. Lo demás, donde no hay petróleo, oro o dólares, no les interesa ya que no les sirve para su plan de saqueo y rebatiña. A sus mismísimos financistas les han choreado toda la “logística”, la cual ha caído en un enorme bolsillo sin fondo, bajo la responsabilidad de hampones como Guaidó, Ledezma o Borges.
La actuación inescrupulosa de esta gente tiene que pasarle factura. Las mafias que apoyan a la extrema derecha no trabajan gratis. Cobrarán y exigirán lo suyo. Guaidó hipotecó todo el petróleo con los gringos. A otros les privatizará y les regalará a cero costos las restantes empresas del Estado. Eso sí, saben que deben darle rápido antes de que los atraque el Fondo Monetario Internacional (de seguro Guaidó contratará al próximo presidente desempleado, Mauricio Macri, como su asesor personal ante el FMI).
En sus obcecados desvaríos Guaidó se creyó el cuento de que es presidente. Si es así, qué sentirán las víctimas de la violencia colombiana cuando la supuesta autoridad que recibe el total espaldarazo por parte del gobierno de Duque, aparece de lo más retratado (Modo Selfie), cómoda y sonriente con peligrosísimos miembros de bandas paramilitares cuyo prontuario incluye picar a sus aterrorizados objetivos con motosierras. Este no es un error cualquiera. Es un error garrafal que define un consuetudinario patrón de conducta que permite que el usurpador y golpista de Guaidó, se retrate con cuanto criminal, hampón y malhechor aparezca en el horizonte planetario.
Qué pasará por la mente de los más fervientes e incrédulos opositores cuando ven a su afanoso “líder” flanqueado por los más altos criminales de la frontera con Colombia. Se imaginarán con estupor, de qué calaña será el resto de las fotos que componen el álbum “familiar” de Guaidó. Que pavorosos recuerdos aún estarán escondidos aguardando por su próxima filtración. Esto parece una telenovela.
No es juego. Desde enero (nueve largos meses), Guaidó y su “equipo” nos han brindado los más variopintos capítulos llenos de soeces sucesos. Puras tragicomedias que han puesto al descubierto las inmorales acciones del patiquín que la derecha pretende imponer en la presidencia. Historias bizarras propias de la crónica policial o de los oscuros pasajes de “El Príncipe” de Maquiavelo: “son  precisamente los príncipes que han hecho menos caso de  la  fe  jurada,  envuelto  a  los  demás  con  su astucia y reído de los que han confiado en su lealtad”. Así es Guaidó, por delante siempre con sus mentiras, sus falacias y espejismos. Todo cargado de un rastrero talante político, sin preceptos morales. Ha engañado a los incautos seguidores de la extrema derecha con pajaritos preñados y cuentos de hadas.
En el álbum de fotos de Guaidó están para la historia todos los selfies que retratan su colección de errores y disparates. La suma de traspiés acumulados en estos nefastos meses ya puede alcanzar un nuevo Récord Guinness. Al robo de las empresas del Estado y el bloqueo financiero y comercial contra el país, se le suman el robo de la ayuda humanitaria y todos los desmanes ocurridos en Cúcuta (desertores abandonados, diputados “envenenados”, dólares “esfumados”, etc.); o el nombramiento de embajadores y funcionarios inocuos, despachando por el mundo en modo Gasparín (sin legalidad o pertinencia alguna).
Pero donde alcanzó un imbatible record mundial es en el estrepitoso fracaso de su malicioso plan para asaltar el poder político por vías no democráticas (lo llamaban “Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”). Ya nadie se acuerda de este pavoso eslogan de campaña. Ni el propio Guaidó, que mira ojeroso cómo el almanaque lo lleva a su penoso fin. Las fotos selfie de enero ya se han puesto tristes (modo vintage) de tanto esperar. La derecha pavosa solo sirve para sumar fracasos.

Trama imperial


Por: María Alejandra Díaz
La Constitución del 99 reconoce como fuente de protección de los derechos humanos los tratados internacionales suscritos y ratificados por la República en esta materia, y las leyes que los desarrollen, aplicados directa e inmediatamente por los tribunales y demás órganos del Estado.
Esa trama extendida a lo comercial, agrícola y financiero, nos impide desarrollar un proyecto nacional independiente pues este sistema de legalidad trasnacional condiciona, limita, cerca, nuestra legislación interna, lisiando potencialidades reales, subordinándolas al orden trasnacional.
Nuestro ser social y fuerzas productivas, determinados por convenios trasnacionales de colonialismo jurídico, condena nuestra soberanía a ser nominal, sujeta al capital depredador e impide en la práctica toda posibilidad de desarrollo sometiéndonos a la expoliación.
Mientras no rompamos las ataduras coloniales, la corporatocracia mundial y los Banks-ters seguirán drenando inexorablemente nuestros recursos materiales y humanos, cercenando la concreción de un proyecto nacional de desarrollo y bienestar nacional.
Ser soberanos supone acabar con la ergástula de tratados, convenios y normas que concretan el dominio imperial, rebelarnos: frente a cualquier antinomia entre tratados, convenios, normas que socaven nuestra soberanía, aplicar el principio interpretatio favor Constitutione, los estándares para dirimir el conflicto deben ser compatibles con el proyecto político constitucional y el Estado Democrático Social de Derecho y de Justicia sin afectar su vigencia en detrimento de la soberanía.
En caso de evidenciarse contradicción entre la Constitución y una convención o tratado internacional, deben prevalecer las normas constitucionales que privilegien el interés general y el bien común y aplicarse las disposiciones que privilegien los intereses colectivos sobre los intereses particulares.
Hoy en Venezuela la soberanía reside en el pueblo. Por la autoridad conferida por la Constitución, la ANC debe hacer lo propio para defender nuestro derecho a ser libres y soberanos, eliminemos esos grilletes, diseño del capital como juridicidad transnacional imperial.
Hacer valer nuestro derecho soberano al desarrollo en función del bien común, es inaplazable y urgente.

Cómo debemos interpretar la resolución del Tiar contra Venezuela


El inicio de la 74 Asamblea General de Naciones Unidas está siendo aprovechada por los golpistas venezolanos y el gobierno de los Estados Unidos para intensificar el cerco internacional contra la República Bolivariana de Venezuela.
Nuevamente, la violación al derecho internacional y la usurpación de las funciones diplomáticas del Estado venezolano, recubre el accionar de la dirigencia pro estadounidense.
Más sanciones, por favor 
Como se había anunciado días atrás, la delegación del ala golpista del antichavismo conformada por Julio Borges, Carlos Vecchio, Miguel Pizarro y Williams Dávila, le darían rostro «institucional» al falso interinato del militante de Voluntad Popular, Juan Guaidó, en la reunión anual de Naciones Unidas en Nueva York.
El mantra de aumentar las sanciones punitivas contra Venezuela fue la principal línea de acción y discurso. En una reunión de países adheridos al Grupo de Lima, como en la del órgano de consulta del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que se daría inmediatamente después, esta «urgencia» fue expresada por el emisario de Guaidó, Julio Borges.
Canalizando esta línea frente a los medios, el enviado especial del gobierno de los Estados Unidos, Elliott Abrams, afirmó que la política neoconservadora hacia Venezuela se mantiene invariable. Bajo el esquema de la «máxima presión», el halcón aseguró que los esfuerzos en Nueva York apuntaban en la dirección de escalar las sanciones contra Venezuela.
Con este objetivo en el horizonte se desarrollaron las reuniones del Grupo de Lima y del TIAR.
No está saliendo como se esperaba
El cuestionado gobierno de Brasil incluyó -ilegalmente, vale acotar- a varios de los emisarios de Guaidó dentro de su delegación diplomática, esto con el propósito de empujar su presencia en los foros de la Asamblea General en un intento por disputar la representación del país con el cuerpo diplomático del Gobierno de Venezuela.
Si bien en las reuniones del TIAR y del Grupo de Lima, la presencia de los emisarios antichavistas estaba garantizada, dado que ambos espacios funcionan como brazos diplomáticos del gobierno de los Estados Unidos, los delegados de Guaidó se han visto frustrados en sus intenciones.
El diputado Juan Guaidó tuvo unas palabras mediante una videollamada en un evento organizado por el tanque de pensamiento Atlantic Council, mientras que sus emisarios han participado en eventos marginales, paralelos o en aquellos donde Estados Unidos tiene la voz de mando.
Esto se aleja de los objetivos iniciales a medida que el canciller Jorge Arreaza sostiene reuniones bilaterales con homólogos y la representación diplomática del país hace valer sus funciones en la Asamblea General frente a los discursos de los presidentes.
Sin embargo, el fantasmagórico caminar de la delegación del falso interinato de Guaidó sigue siendo un factor de alerta y una expresión concreta de cómo el gobierno de los Estados Unidos viola la ley internacional para encaminar sus objetivos geopolíticos.
Campañas personales y una reunión con un final controversial 
La reunión del órgano de consulta de los Estados parte del TIAR fue a puerta cerrada.
Los gobiernos de Colombia, Brasil y Haití asumieron los puestos directivos del órgano y abrieron el espacio con una paradoja que ha venido normalizándose a lo largo del ciclo de cambio de régimen: mostrar «preocupación» por la situación venezolana, pero, al mismo tiempo, amenazar con un recrudecimiento de las sanciones que sólo ahogan al país. De esta línea se hizo eco el Grupo de Lima, amenazando con sanciones ilegales a Venezuela.
El resultado de la reunión, como era de esperarse, no escapó de las controversias.
Trinidad y Tobago se abstuvo de aprobar la resolución, y Uruguay, por su parte, denunció el tratado y acotó que la resolución implicó una violación del derecho internacional. Fueron en total 16 votos a favor del texto, confirmando que el bloque geopolítico que opera contra Venezuela sigue sin variaciones desde el año 2016.
La presencia de Julio Borges, usurpando la representación diplomática del país, fue tomado por el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa como una demostración de esta violación a la convivencia entre Estados.
De manera abierta y acompañado por el resto de emisarios frente a los medios, Julio Borges transformó el final de la reunión en una especie de victoria personal, orientando parte de la narrativa hacia los convenios militares de Venezuela contra la Federación de Rusia.
Para Borges, las relaciones militares entre Rusia y Venezuela son una señal de «alerta» para la región.
Carlos Vecchio no se quedó atrás y con una agresiva campaña personal en sus redes sociales, anunció que las conclusiones de la reunión del TIAR representaban un escenario de presión definitiva contra lo que llaman «el régimen».
Tanto para Borges como para Vecchio la reunión fue una ventana de oportunidad para ganar posiciones en el marco de la guerra interna que vive el antichavismo. Un mensaje interno hacia el sector opositor que ha firmado los acuerdos parciales de la mesa de diálogo nacional con el gobierno de Nicolás Maduro.
La resolución
La resolución del TIAR implica un grave precedente para el derecho internacional, representa una amenaza abierta del uso de la fuerza (no se descarta la intervención militar en la resolución) apoyándose en el reconocimiento ilegal de un gobierno ilegítimo que ha violado todos los artículos de la Constitución venezolana.
Aunque en varias oportunidades se ha expresado que el TIAR no conlleva necesariamente a una acción bélica, la naturaleza del tratado así lo dispone y nada garantiza que su cláusula correspondiente a la intervención militar no sea activada. Este hecho, en sí mismo, representa una violación monumental del derecho internacional.
Otro aspecto a detallar es la criminalización del Gobierno de Venezuela bajo una narrativa que mezcla hechos no comprobados de corrupción, lavado de activos, narcotráfico y apoyo al terrorismo, en miras de hacer creíble que Venezuela es una «amenaza para la región».
La guerra comienza por el lenguaje, y la narrativa empleada en la resolución implica una agudización en la hostilidad de los países proxy de Estados Unidos contra una República Bolivariana de Venezuela ahogada por sanciones punitivas de amplio espectro.
Esta criminalización tiene efectos prácticos a la luz de la resolución e intentará oficializar la persecución ilegal contra altos funcionarios venezolanos, mediante acusaciones sin pruebas que supuestamente los vinculan a actividades criminales, de corrupción, narcotráfico, terrorismo y violación de los derechos humanos.
El objetivo de esta medida no es sólo intensificar el cerco e inmovilizar las relaciones diplomáticas, comerciales y económicas con los Estados parte del tratado, sino proyectar a la dirigencia del Gobierno de Venezuela como «criminales».
Esto, en las primeras de cambio, no representa un fin en sí mismo, sino un medio para justificar a largo plazo una acción de fuerza contra el país y sus representantes legítimos. Se trata de transformar el caso venezolano en una trama de tipo policial.
Otro aspecto de la resolución invoca la cooperación judicial y la integración de una red de inteligencia financiera entre los Estados parte para investigar hechos sobre los cuales no se tienen pruebas. Esto es un aspecto de elevada gravedad, ya que detrás de la supuesta lógica selectiva de las medidas, radica el interés de ahogar aún más las relaciones comerciales y financieras del país con su entorno internacional inmediato.
Es necesario acotar que este objetivo no se había podido cristalizar tras el fallido intento de aprobar la Carta Democrática de la OEA y la posterior desconfiguración del Grupo de Lima.
La resolución, en tal sentido, amplía el procedimiento de las sanciones contra Venezuela al momento de iniciar la operación de cambio de régimen en enero de este año: basta con argumentar, sin importar la escasez de pruebas, que existen «activos producto de la corrupción gubernamental» para bloquear la importación de productos básicos para la sociedad venezolana.
El caso paradigmático de este método de guerra económica son los CLAP: emplear un intenso tratamiento narrativo que vincula el programa de alimentos con «corrupción» y «lavado de activos», es suficiente para agudizar el sufrimiento de la sociedad venezolana.
Por último, la resolución tiene una naturaleza de expediente.
El plazo de dos meses para la próxima reunión del tratado nos indica que ese tiempo será aprovechado para hinchar con pruebas falsas y acusaciones sin base un argumentario jurídico lo suficientemente creíble para activar otros frentes de asedio: un nuevo intento de militarizar la cuestión venezolana en el Consejo de Seguridad de la ONU o aumentar presiones para que el caso venezolano en la Corte Penal Internacional desemboque en una persecución contra el presidente Nicolás Maduro.
Sin embargo, este tiempo no corre en una sola dirección.
La brecha puede ralentizar el apoyo de los Estados parte y desacoplar la aplicación de la resolución entre los más leales y los menos comprometidos con el golpe. Esto abre paso para que la ofensiva del diálogo en el frente interno gane la iniciativa y descarrile las medidas que buscan un final apocalíptico al conflicto venezolano.
En resumen, la resolución del TIAR da cuenta de la sensación de vértigo, falta de tiempo y desesperación de los operadores internacionales del golpe. El tiempo juega en contra.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

IVÁN DUQUE ENFURECIDO CON VENEZUELA: ESTAS RAZONES LO EXPLICAN TODO

Desde el retorno al poder en Colombia del uribismo mediante la elección de Iván Duque, se ha profundizado el relato de que en Venezuela existe un supuesto "narcoestado". 
Este tratamiento político e informativo ha escalado durante los últimos meses hasta proyectar a Venezuela como un "santuario" de "grupos terroristas de origen colombiano", y específicamente al Gobierno de Venezuela como una "amenaza para la seguridad de Colombia y de la región". 
De esta forma, la retórica del gobierno de Colombia busca responsabilizar a Venezuela de la incapacidad de resolver sus dos grandes deudas históricas pendientes: la reducción del narcotráfico y el control del paramilitarismo que diariamente cobra la vida de luchadores sociales y dirigentes políticos e impide una solución política e institucional del conflicto armado. 

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Entre 2018 y 2019, más de 300 líderes sociales colombianos han sido asesinados a manos del paramilitarismo (Foto: Luisa González / Reuters)
Pero un breve repaso por hechos recientes nos permite ver que, a contrepelo de la retórica desplegada por el gobierno de Duque, el Estado venezolano ha intensificado su lucha contra el narcotráfico y el paramilitarismo, ambos fenómenos que impactan notablemente al país al insertarse como parte del engranaje de la desestabilización y el golpe continuado. 
En este campo, el gobierno de Duque tiene pocos logros que exhibir, y quizás de allí proviene parte de su molestia y agresivo comportamiento frente a la República Bolivariana de Venezuela. 

LOS ÚLTIMOS GOLPES DE LA SEGURIDAD VENEZOLANA A LAS MAFIAS FRONTERIZAS

Previniendo los recurrentes intentos de golpe de Estado que se apoyan sobre las estructuras de grupos criminales de origen colombiano, el Gobierno de Venezuela ha ido diseñando una política de seguridad para reducir la movilidad y despliegue que en la frontera tienen estos frentes armados. 
Es bien sabido que los intentos de cambio de régimen en Venezuela tienen una vinculación orgánica con la violencia criminal y paramilitar, y ello ha quedado demostrado en los ciclos de golpe no convencional desarrollados desde "La Salida" (2014) hasta la actualidad.
Para muestra un botón: el magnicidio frustrado contra el presidente Nicolás Maduro el 4 de agosto de 2018 fue planificado en el departamento Norte de Santander, con la anuencia del gobierno de Colombia, el cual permite la existencia de todo el ecosistema de grupos paramilitares y economías sumergidas que opera en Cúcuta y zonas aledañas. 
A partir de ese evento hasta hoy, se han hecho cada vez más frecuente los comunicados del ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, mostrando con evidencias cómo grupos armados y criminales participan directamente en cada maquinación del golpismo nacional y extranjero. 
En semanas recientes, cuando el aliado más diligente de Estados Unidos subió la apuesta falsificando noticias para implicar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) con grupos guerrilleros colombianos, el país respondió activando la alerta naranja en la frontera colombiana.
Esta medida precedió la convocatoria a los ejercicios militares "Venezuela Soberanía y Paz 2019", y fue acompañada con la activación del Consejo de Defensa de la Nación (Codena) para que asumiera la conducción de una nueva etapa de conflictividad en las relaciones entre Colombia y Venezuela. 

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El presidente Nicolás Maduro ordenó desplegar "toda la fuerza terrestre, misilística, antiaérea" en la frontera con Colombia (Foto: Cuarto Oscuro)
En menos de un mes, los más de 150 mil efectivos militares desplegados a lo largo de la frontera occidental del país presentan los siguientes resultados:
  • Se encontraron y quemaron 25 mil litros de combustible que estaban en dos depósitos ilegales en el municipio Samuel Darío Maldonado (Táchira), igualmente en el sector Caño Amarillo fueron encontrados otros 6 mil litros. El operativo fue realizado por la Guardia Nacional Bolivariana y el Grupo Antiextorsión y Secuestro. El contrabando de este insumo es una de las vías de financiamiento del grupo narcoparamilitar de Los Rastrojos.
  • Una base de telecomunicaciones de esta misma banda fue identificada y desmontada por la FANB. Los equipos de transmisión de señal que tenían dirección hacia Colombia, estaban en una caseta improvisada en San Cristóbal.
  • En el estado noroccidental Zulia, frontera con Colombia, la Oficina Nacional Antidrogas en colaboración con la FANB, incautó 3.5 toneladas de droga que estaban en cuatro laboratorios para su producción, además de 7 toneladas de productos químicos. En el balance presentado por el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, indicó que en todo el año se han incautado 23 mil 344 kilos de distintos tipos de droga de origen colombiano. 
De las acciones en el marco de los ejercicios "Venezuela Soberanía y Paz", destaca la captura en la zona norte del estado Táchira del paramilitar colombiano Sauro Jesús Batista Rivera, alias "El Negro", por unidades militares de la REDI Los Andes.
Igualmente destaca la detención de Iván Posso Pedroso, alias "Nandito", en el sector Coloncito-Santa Cruz del estado Zulia, bajo la coordinación de la Fiscalía con el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).

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El fiscal general Tarek William Saab muestra las fotos de Juan Guiadó con miembros del grupo criminal Los Rastrojos (Foto: AP)
Ambos son miembros del grupo Los Rastrojos, el cual controla buena parte de las economías sumergidas de la frontera con beneplácito de autoridades colombianas.
El protector del estado Táchira, Freddy Bernal, quien encabeza los operativos en el estado andino, ha confirmado que en el último mes 19 paramilitares resultaron abatidos en enfrentamientos con cuerpos de seguridad venezolanos. 

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Depósitos con 25 mil litros de combustible para el contrabando fueron incautados por el Gobierno venezolano, un duro golpe para grupos como Los Rastrojos (Foto: Eknuus.com)
Por su parte, "Nandito" está sirviendo de testigo principal en las investigaciones para determinar las conexiones del dirigente de Voluntad Popular, Juan Guaidó, con el paramilitarismo colombiano, a raíz de las fotos tomadas con líderes de la banda durante su salida del país con dirección a Cúcuta el 22 de febrero de este año.
Su testimonio ha esclarecido la colaboración de funcionarios del gobierno de Duque con Los Rastrojos para hacer efectivo el traslado de Guaidó

ATACAR A VENEZUELA, ENCUBRIR A LOS VERDADEROS CULPABLES

El choque, a principios de año, entre las visiones del presidente Iván Duque y la Administración Trump acerca de la estrategia para combatir los carteles del narcotráfico, es un punto de inflexión en la escalada de violencia y cultivo de coca en Colombia.
Las diferencias vinieron cuando Donald Trump criticó las políticas de Duque para disminuir los cultivos ilícitos, afirmando que con su administración ha llegado más cocaína a Estados Unidos. Según los datos que maneja el magnate presidente, los envíos desde Colombia aumentaron en un 50%.

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La FANB desmanteló un laboratorio para la producción de cocaína en la zona fronteriza del municipio Jesús María Semprun, ubicado en el estado Zulia (Foto: Últimas Noticias)
Con una actitud de confrontación relativa, Duque respondió a las acusaciones pasando la pelota del lado norteamericano, al referirse que el trabajo es compartido y que los países con los más altos niveles en consumo de droga deben restringir su comercio. 
Ambas naciones comparten culpas en el flujo del narcotráfico en el hemisferio: el informe anual de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito reportó un récord en 2017 de la producción mundial de la cocaína, donde Colombia es responsable del 70%, muy por encima de sus competidores andinos, Perú y Bolivia, alcanzando 171 mil hectáreas de coca cultivadas. 
Por otro lado, entre 2015 y 2016 hubo un incremento del 12% en nuevos consumidores de este tipo de droga en la población de Estados Unidos, según cifras de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). El balance de la DEA también indicó que no hubo reducciones de los consumidores habituales de cocaína.

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En 2017, Naciones Unidas contabilizó 171.000 hectáreas sembradas de coca, la cifra más alta desde 1999 (Foto: Juan Karita / AP)
Colombia, en respuesta a las presiones de Estados Unidos, pidió a la Corte Constitucional la autorización para reactivar la aspersión con glifosato, un instrumento de erradicación de cultivo que, más que acabar con el negocio de la cocaína, provoca su desplazamiento a otras zonas, dejando un alto daño ambiental en los sitios donde es rociado el peligroso químico. 
En lo que a carteles se refiere, no hay datos de ningún golpe fundamental a las organizaciones criminales que controlan la producción y transporte de la cocaína. Se observa un cambio en su constitución y perfiles de quiénes la dominan, lo que antes eran grandes carteles con figuras nacionales de la talla de Pablo Escobar, ahora se manejan en grupos mucho más reducidos en los que prevalece la presencia extranjera, sobre todo de los carteles del norte (México y EEUU), y en menor proporción, los de Brasil.
Con todo y la asistencia militar estadounidense, el gobierno de Duque tiene pésimas cifras en la reducción de la producción de cocaína y la violencia que de allí se deriva. Uno de sus mayores fracasos, los Acuerdos de Paz alcanzados en La Habana bajo el mandato del ex presidente Juan Manuel Santos, dan cuenta del poco interés que hay en recomponer la estabilidad social del país.
Según el delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia, Christoph Harnisch, no existen las condiciones en Colombia para hablar de un "posconflicto", debido a que aún prolifera la violencia por parte de distintos grupos.

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Según cifras oficiales, el consumo de cocaína en Estados Unidos crece año tras año en lo que ya es considerada una epidemia (Foto: Archivo)
Solo de 2017 a 2018, hubo un aumento de un 300% de las víctimas de artefactos explosivos improvisados. Harnisch y la Cruz Roja contabilizan al menos cinco conflictos que exponen la permanencia de las organizaciones armadas y el desinterés del gobierno de Colombia para luchar contra ellas y reducir el narcotráfico. 
En este sentido, a Duque y a Estados Unidos parece molestarle enormemente que el Estado venezolano actúe en una dirección contraria, afectando un negocio histórico y con tantos dolientes como consumidores. 

martes, 24 de septiembre de 2019

Nuestra economía


Por Elías Jaua Milano
Más allá de la confrontación política y las permanentes acciones de agresión y amenazas militares desde el extranjero, el impacto de estas en la vida cotidiana es lo que más angustia y ocupa a nuestro pueblo hoy día. La hiperinflación y su par la hiper especulación, así como la imposición del dólar como moneda en la microeconomía familiar han pulverizado el salario, generando la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras.
En estas circunstancias, estamos  obligados a dar respuesta a esta situación  que atraviesa la familia venezolana. Hay que crear, inventar, innovar políticas que permitan que la economía vuelva a estar al servicio del ser humano, como lo logramos en la primera década de este siglo.
Para esto, es necesario revisar los fundamentos y los logros pasados de nuestro modelo económico. En la introducción de la Agenda Alternativa Bolivariana (AAB) de 1996, presentada por el Comandante Chávez para contestar la agenda del gobierno de entonces y su política de restricción monetaria, deciamos:
“La AAB coloca los desequilibrios macrosociales en el primer rango y prioridad, para dejar en segundo plano a los desequilibrios macroeconómicos. ¿Cómo puede pensarse, por ejemplo, que solucionar el déficit fiscal pueda ser más urgente e importante que acabar con el hambre de millones de seres humanos?. Ante la ofensiva neoliberal, entonces, surge aquí y ahora un arma para la contraofensiva total”.
Ese planteamiento audaz del Comandante Chávez, con el cual hacia ruptura con las para entonces inobjetables tesis de restricción monetaria del neoliberalismo reinante,  puso contra la pared al gobierno y su llamada Agenda Venezuela y fue la bandera para la acumulación de fuerzas necesarias que permitió la victoria popular de 1998.
Una vez lograda la victoria, el Presidente Chávez se empeñó, contra viento y marea, en cumplir su compromiso, plasmado en el programa de gobierno llamado “La propuesta de Hugo Chávez”, de construir un modelo económico humanista, autogestionario y competitivo. Un sistema económico que ubicara al ser humano en el centro de su ocupación, posibilitando la satisfacción de sus necesidades a partir de un nivel adecuado de ingreso real para la familia venezolana.
A lo largo de la primera década de este siglo XXI, Hugo Chávez demostró que al margen de las tesis monetaristas, se podía lograr crecimiento económico, con el pico histórico de 18, 3 % en el año 2004, con incrementos salariales anuales que nos llevaron a tener el salario más alto de la región, la expansión del consumo a niveles históricos, especialmente en el sector alimentos; con una masificación de las políticas crediticias, en condiciones preferenciales, que impactaron en la oferta de bienes y servicios.
Todo eso, con una tasa de inflación media, pero controlada y un régimen cambiario medianamente eficiente, sin que estas variables llegaran a afectar negativamente el poder adquisitivo del pueblo.
El objetivo de la Agenda Aternativa Bolivariana se cumplió, es verdad, no tuvimos déficit 0 ni inflación de un dígito, pero nuestro pueblo se alimentó, educó, tuvo acceso a la salud y a todos los derechos sociales, incrementamos la producción nacional a niveles históricos y nos convertimos en el país con la menor desigualdad social de nuestra América, con 0, 38 en el índice gini. Necesario es destacar, que todo se hizo con un promedio de menos de 60 dólares el barril petrolero a lo largo de toda la década.
Chávez tenía razón y lo demostró para el bien de la familia venezolana.
Hoy en medio de la criminal agresión económica, comercial, financiera y el embargo de nuestros activos estamos obligados a comenzar de nuevo, desechando las falacias monetaristas y concentrando nuestro esfuerzo y los escasos recursos en recuperar la producción nacional, en la activación de grandes obras públicas con recursos en bolívares, con nuestros propios materiales e insumos, con el personal profesional capacitado y patriota que está dispuesto para la tarea.
De manera creativa y audaz tenemos que concentrar nuestro esfuerzo en la recuperación del poder adquisitivo del pueblo trabajador y con ello su capacidad de acceder a los bienes básicos que podemos y debemos producir, generando desde adentro el dinamismo de nuestra economía.
Cuentan que decía Winston Churchill que números de economistas, tenían número de soluciones, pero que el señor Keynes siempre tenía N +1. Nosotros estamos obligados a encontrar ese + 1, más allá de las recetas neoliberales “reformadoras” que terminan siempre, siempre, siendo un calvario para los pueblos.
En la historia del siglo XX claro está que las naciones salieron de las grandes crisis, de las guerras y abordaron la reconstrucción en los periodos de posguerra con el activo rol promotor, regulador, inversor y ejecutor del Estado, en cooperación con el resto de los sectores de la economía.
Cuando logremos la estabilidad política y el cese de la agresión extranjera, será el tiempo de las necesarias transformaciones de  la estructura económica. En medio de esta confrontación, como nunca antes cobra vigencia, la frase de Simón Rodríguez “O inventamos o erramos”, para que nuestro pueblo viva y venza.

sábado, 21 de septiembre de 2019

DE KOSOVO A BOLIVIA, HA CABILDEADO AGENDAS DE GOLPE Y BALCANIZACIÓN PHILIP GOLDBERG: LA "NAVAJA MULTIUSO" DE EEUU PARA LA GUERRA LLEGA A COLOMBIA



Ha llegado a Colombia, varios meses luego de su nombramiento, el operador de guerra Philip Goldberg para asumir su cargo como nuevo embajador de los Estados Unidos en el país vecino. El pasado primero de agosto, el Senado de Estados Unidos confirmó al funcionario, quien había sido nominado por el presidente Donald Trump en mayo para reemplazar a Kevin Whitaker.
Whitaker ocupó el cargo desde mayo de 2014 y se esperaba que dejara el cargo en febrero de 2017, pero se vio obligado a permanecer en medio de las disputas entre la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos alrededor de su sucesor.
La nominación de Goldberg llegó en un momento crítico para las relaciones entre ambos países, pues, a pesar de que la élite uribista es funcional al gobierno estadounidense en sus planes contra Venezuela, Trump arremetió contra Colombia recientemente por el incremento de cultivos ilícitos en el país, afirmando que "más drogas están saliendo de Colombia ahora que antes de que él (Iván Duque) fuera presidente, por lo que no ha hecho nada por nosotros".
No era la primera vez que Trump buscaba el recambio de la embajada en Colombia ya que en 2018 había nominado a Joseph McManus para el cargo, pero su nominación fue rechazada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos porque McManus había trabajado para Hillary Clinton cuando la demócrata era secretaria de Estado de la Administración Obama.

COORDINADOR DEL PLAN COLOMBIA: LA VIOLENCIA COMO MECANISMO DE CONTROL POLÍTICO

Goldberg, también ganador de un premio presidencial de Rango Distinguido, dos premios presidenciales de Rango Meritorio y la Medalla de Plata del Sello Nacional de Inteligencia, fue coordinador del Plan Colombia en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá.
Lideró en el terreno aquella estrategia antinarcóticos que Estados Unidos financió desde 2001 hasta 2015, con casi 10 mil millones de dólares en ayuda, de los cuales el 71% se destinó a las fuerzas de seguridad colombianas y a la compra de armamento y equipamiento militar en Estados Unidos.
Esto intensificó una ola de violencia paramilitar que afectó directamente a más de 6 millones de personas, de hecho, se dice que Goldberg habría sido el elegido de Trump para el cargo por su "experiencia" en la región. Grupos paramilitares como Los Rastrojos representan la vigencia de su legado.
En esta oportunidad le tocará confrontar a la resistencia del Congreso colombiano y los tribunales contra los planes impuestos por Estados Unidos para reanudar la fumigación aérea contra los cultivos de coca. Esta estrategia fue un elemento clave del Plan Colombia, pero actualmente está prohibida debido a la creciente evidencia de que es ineficaz y constituye un grave peligro para la salud pública y el ambiente.
A su llegada Goldberg también intentaría implementar mecanismos (convencionales o no) para desmovilizar a sectores políticos que quieren poner fin a la "guerra contra las drogas" respaldada por Estados Unidos, ya que se comprometió a buscar la aprobación de legislación para buscar una solución a largo plazo contra el tráfico de drogas del país.
Más "retos": gestionar las investigaciones pendientes contra agentes de la DEA presuntamente corruptos que trataron de vincular a Jesús Santrich, excomandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con el narcotráfico, aparentemente sin ninguna prueba.
Adam Isacson, director de supervisión de la defensa de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), opinó: "Probablemente se centrará más en la asistencia militar y la erradicación de cultivos que en la implementación de los acuerdos de paz y la protección de los derechos humanos. Pero esa es la postura actual de Estados Unidos, de todos modos".

BALCANIZADOR Y PROMOTOR DEL FASCISMO EN BOLIVIA

Goldberg trabajó desde Kosovo en la separación de los Estados de Serbia y Montenegro, que se produjo en junio de 2006, como el último paso en la desintegración de Yugoslavia. Este proceso, que da origen al término "balcanización", se desarrolló durante una sangrienta década de guerra civil creada para dividir mediante procesos de "descentralización" y "autonomía" lo que finalmente se impuso con la intervención militar norteamericana y la presencia de tropas de la OTAN y la ONU que ocuparon los Balcanes.
En la guerra civil yugoslava predominó la "limpieza étnica", que consiste en la expulsión o aniquilación de los grupos étnicos tradicionales que conformaban el territorio de Yugoslavia. El más cruel de estos exterminios raciales ocurrió entre los serbios y los croatas.
Entre 1994 y 1996 fue Asistente Especial del Embajador Richard Holbrooke, uno de los estrategas detrás de la desintegración yugoslava. También promovió la separación de Serbia y Montenegro, desde Kosovo promovió el conflicto entre las fuerzas serbias y albanesas. Tal experiencia fue útil para los planes imperiales en Bolivia, un país que vivía una crisis política donde regiones se encontraban enfrentadas al gobierno central por una conspiración secesionista de las élites terratenientes compuestas, entre otros, por empresarios croatas que crearon un movimiento federalista llamado "Camba Nation".
En la serie documental Invasión USA (2014), el ministro de la presidencia de Bolivia, Alfredo Rada, relató que Goldberg "conocía perfectamente lo que son las luchas interétnicas y los conflictos nacionales al interior de un mismo Estado".
Luego de que Evo Morales venciera el 10 de agosto de 2008 en un referendo revocatorio para sacarlo del poder con un 67% de los votos, el sector derrotado protestó en las calles contra la legitimidad del mandatario, a quien no aceptaban en el cargo. Se trataba de movimientos secesionistas de los departamentos Beni, Santa Cruz y Tarija.
El gobierno boliviano acusó a Goldberg de fomentar las protestas sociales tras reunirse con la oposición para que realizaran manifestaciones antigubernamentales; el fin era activar un golpe suave, como se pretende en la actualidad.
Los prefectos de la oposición, encabezados por Rubén Costas, de Santa Cruz, y animados por los votos logrados en la misma votación revocatoria, anunciaron su intención de implementar "estatutos" aprobados en votaciones de facto en los denominados "referendos autonómicos", realizados en mayo y junio de 2008. Mediante estos "estatutos" los prefectos de la oposición reclamaban un mandato para instalar sus propias policías y servicios de recaudación de impuestos.
Goldberg fue acusado de fomentar la disidencia y de conspirar contra el gobierno mientras se desempeñaba como embajador de Estados Unidos en Bolivia.
Por su parte, el gobierno estadounidense rechazó fervientemente las acusaciones pero no pudo evitar su expulsión del país andino el 10 de septiembre de 2008, cuando ya la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) había canalizado más de 4 millones de dólares para apoyar a los opositores de Morales.
Asimismo, como medida recíproca por parte del gobierno estadounidense, el entonces embajador boliviano Gustavo Guzmán, también fue expulsado.
Al tiempo que Goldberg era expulsado, grupos paramilitares vinculados a los prefectos departamentales de oposición, en alianza con comités cívicos, ejecutaron la masacre de unos 30 campesinos en El Porvenir, departamento de Pando, cerca de la frontera nororiental de Bolivia con Brasil.
Más adelante se reveló que, en noviembre de 2007, el Suboficial de Seguridad Regional de la embajada de Estados Unidos en Bolivia, Vincent Cooper, le dijo a voluntarios del Cuerpo de Paz y a un becario Fulbright que "espiaran" a los venezolanos y cubanos en el país, según un reportaje de ABC News.

CONSPIRADOR, INJERENCISTA E "HIJO DE PUTA" EN FILIPINAS

Goldberg tuvo un paso complicado por este país, fundamentalmente por las controversias con el presidente Rodrigo Duterte. Cuando aterrizó en Manila en 2013, durante la administración Obama, un gobierno que no se llevó muy bien con el mandatario filipino, ya Washington cuestionaba que en Filipinas no se respetaban los derechos humanos y señalaba que se producían ejecuciones extrajudiciales.
La evidencia más contundente del complot para expulsar a Duterte fue un comunicado filtrado de la Embajada de los Estados Unidos en Manila en el que Goldberg detallaba el perfil de la actual presidencia y la identidad de personalidades y organizaciones, incluidos partidos políticos, que proporcionarían la estrategia adecuada para asegurar el control del país.
Hasta mediados de 2016, Filipinas era uno de los pocos países que proporcionaba un punto de apoyo tanto contra China como para la "guerra contra el terror" en el Lejano Oriente. Antes del ascenso de Duterte, el país tuvo que soportar bombardeos terroristas con bajas reales por parte de grupos armados con motivaciones religiosas similares a los financiados en Siria o Libia.
Al asumir el poder ese año, Duterte inició una implacable campaña para librar al país de la criminalidad, desde el nivel más bajo de la sociedad filipina hasta el nivel más alto de la élite económica, incluida la propia Iglesia Católica, lo que le valió muchos enemigos.
Llegó a afirmar, en una alocución transmitida en la televisión de ese país y frente a sus militares, que Goldberg era un "hijo de puta" y que no lo soportaba, le acusaba de entrometerse en las elecciones que en ese momento se llevaban a cabo en el país a través de sus declaraciones ante los medios.
El Departamento de Estado señaló que los dichos del presidente de Filipinas eran "inapropiados e inaceptables". Luego de ese episodio, Goldberg terminó su misión en Manila y fue condecorado por el Congreso estadounidense.

SHOW SÓNICO EN CUBA

En 2018, ya con Donald Trump como presidente, Goldberg llegó a La Habana en febrero, luego de que el magnate presidente anunciara que revisaría y congelaría el acercamiento entre los dos países que había llevado a cabo Obama.
Estuvo poco menos de seis meses en la isla y fue uno de los denunciantes de los llamados "ataques sónicos" que personal de la oficina de intereses de Estados Unidos habría sufrido en Cuba en 2016, y que sirvieron de excusa para que la administración Trump tomara medidas unilaterales que afectan los nexos entre los dos países, en especial el cierre casi total de su Embajada y de los servicios consulares.

PRIORIDAD: PROMOVER UNA GUERRA CONTRA VENEZUELA

La versatilidad de Goldberg servirá para atizar el proceso de guerra que activa Estados Unidos contra Venezuela a través de Colombia, más ahora que activaron el TIAR, se espera tenga como principal objetivo aumentar la tensión en la frontera mediante falsos positivos, provocaciones o impulso hacia actores criminales. ¿Es la frontera colombo-venezolana nuevo objetivo a balcanizar? No tengan duda. Goldberg sabe de eso.
La versatilidad de Goldberg podría agilizar el empuje de una eventual agresión desde la OEA, con el TIAR ya activado, o a través de la OTAN ya que la figura de "socio global" de Colombia le permite solicitar a los socios permanentes determinados apoyo en caso de producirse una situación de conflicto bélico.
Tratando de cerrar el capítulo y retirarse ordenadamente del "Efecto Guaidó", la élite que actúa detrás de Washington y Bogotá intenta imponer el negocio de la guerra a través de uno de sus operadores más experimentados. Tiene un amplio repertorio en la injerencia y la conspiración contra gobiernos no alineados.