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Invocan intervención extranjera sin importarles graves consecuencias
El insistente y antipatriótico esfuerzo alentado por la oposición política, así como de la llamada sociedad civil, en conjunto con los medios de comunicación de derecha porque se apruebe en los EEUU la Ley conocida como “Nica Act”, solo demuestra la inoperancia y el fracaso de estos grupos, empeñados en destruir el país a cualquier costo.
Lo cierto es que ante la falta de credibilidad, sumada a una ausencia total de autoridad moral, en su intento por desacreditar y difamar al Gobierno de Nicaragua a lo interno del país estos grupos antinacionales optaron por el recurso históricamente utilizado lo largo de su existencia: la petición de una intervención de los EEUU en nuestros asuntos internos.
Para lograr este vergonzoso objetivo, estos antinicaragüenses, con el MRS a la cabeza, se reunieron en el congreso norteamericano con los más selectos representantes de quienes odian a Nicaragua, con el fin de derrocar al Gobierno del comandante Daniel Ortega, no importándoles si en sus mezquinas intenciones destruyen a este país.
Vijil Gurdián, Granera y otros
Precisamente de las descaradas reuniones entre estas bandas de traidores con algunos congresistas retrógrados (Ileana Ros-Lehtinen es su cara más visible), conocidos por su visceral antipatía a todo lo que signifique sandinismo, es que se empieza a promocionar la aprobación en el congreso de la ley conocida como “Nica Act”, que no es más que la intención de ahogar económicamente a Nicaragua.
El MRS, uno de los más entusiastas y fervientes instigadores para que se apruebe esta ley en el Congreso de los EEUU, que vendría a condicionar la inversión de ese país a Nicaragua, la justifica de forma desvergonzada y -como si solo al FSLN y sus simpatizantes afectaría su aplicación-, con el desgastado argumento de los “atropellos del régimen orteguista”.
En su tan descarada como despreciable valoración, el MRS, la CPDH y todos los que se han sumado a esta indecorosa y funesta campaña, la llaman “Ley Anti Ortega”, como si solo él y a sus seguidores vendría a perjudicar su aprobación, en un vano e ingenuo intento de hacer creer a la población de que esta ley es benéfica para el país.
Volado entre “compadres”
De lo que no hablan estos politiqueros que comercian con la dignidad del pueblo nicaragüense, es que uno de los principales mandatos de la ley “Nica Act” establece que la AID, que es la agencia de cooperación de los EEUU y una de las principales aliadas y proveedoras financieras de estos grupos, es la que priorizará “los programas de gobernabilidad y derechos humanos”.
No es casualidad que el MRS y sus secuaces “trabajen” precisamente en esos y otros tantos programas que dicen realizar a nivel nacional, pero que en verdad la gran mayoría de ese financiamiento queda en manos de la nomenclatura de esos grupos, mientras una ínfima parte es ocupada de pantalla para cumplir con el requisito de “entrega de cuentas”.
Finalmente, la aprobación de la ley “Nica Act”, promovida por inescrupulosos y enemigos del país, equivaldría a menos empleo, menos dinero circulando en el comercio y más gente con necesidades básicas insatisfechas, porque la construcción de una carretera, por ejemplo, provee ingresos a miles de familias vía salarios y a miles de comerciantes vía demanda de productos varios.
Y eso, por mencionar apenas algo.
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