La especulación y el contrabando son armas fundamentales en el ataque a Venezuela y su economía, contra ello se ha desarrollado la Operación Manos de Papel para enfrentar y detener a las mafias que intentan crear un sistema financiero paralelo y desestabilizar la economía, utilizando la proximidad del estado Táchira como puerta de entrada y corredor financiero.
Recuento de algunos golpes a las mafias fronterizas
El ministro del Poder Popular para la Agricultura Urbana y Coordinador Nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), Freddy Bernal, informó el pasado viernes que fueron decomisadas cerca de 300 toneladas de alimentos de primera necesidad en dos mercados populares de la población de Rubio, estado Táchira. Allí también fueron detenidas 33 personas que los vendían a precios especulativos.
Las personas detenidas en el marco de la Operación Manos de Papel pertenecían a mafias que cometían delitos de especulación y sobreprecio en los productos de primera necesidad como carnes, huevos y hortalizas, que también esperaban a ser extraídos y vendidos en la frontera con Colombia para agudizar su escasez. Se hallaron bultos con importantes cantidades de dinero venezolano que se enviaban a Colombia, con la intención de vender el papel moneda.
Más de 200 toneladas de alimentos fueron halladas el jueves 10 de mayo en un galpón ubicado en La Grita, municipio Jáuregui, de la misma entidad andina. Desde allí "sólo el 10% de los productos se vendía al comercio y el 90% restante salía hacia Guasdualito, estado Apure, con presunción al contrabando de extracción", afirmó el funcionario.
En uno de los operativos de inspección resultó muerto el ganadero de la zona Manuel Tarazona (alias "Cocha") luego de enfrentarse armado a las autoridades que iban a detenerle por financiar grupos paramilitares de la frontera. Bernal afirmó que a Tarazona "se le daba guía para matar a 800 animales al mes y solo 200 eran vendidos en Rubio, y 600 iban hacia el contrabando de extracción por las innumerables trochas que hay en la frontera colombo-venezolana. Él era de los que colocaba los marcadores de precio para el ganado, huevos y otros productos en la región tachirense".
Días antes, en el mismo estado Táchira, se ejecutó la llamada Operación Dron que arrojó como resultado inicial la detención de 11 personas por el contrabando de gasolina hacia Colombia. En ese entonces fueron allanados 13 concesionarios, donde se incautaron 296 vehículos: 27 de carga, 37 de lujo, cuatro autobuses, dos furgones, 39 motocicletas, cuatro lanchas, dos motos de agua y 183 vehículos livianos.
Las cifras han ascendido hasta alcanzar 490 vehículos incautados, 23 concesionarios fueron inspeccionados (solo nueve tenían registro mercantil); además fueron detenidos 33 empresarios, el registrador principal, dos registradores mercantiles, cuatro notarios y el director regional del Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT) por implicaciones en el entramado de contrabando de gasolina.
En las oficinas del registro de San Antonio y Ureña, donde funcionaban entidades paralelas para hacer trámites ilegales de compraventa de vehículos, se encontraron formatos listos para ser llenados con el trámite por parte de mafias que los utilizaban para mover gasolina a Colombia y legitimar capitales.
En los mencionados procedimientos, como en otros, han participado funcionarios de la Fiscalía regional, de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES); el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Trama política, guerra económica y elecciones presidenciales
Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara la realización de las elecciones presidenciales para el próximo 20 de mayo se ha agudizado la guerra económica emprendida desde EEUU con el bloqueo financiero y la imposición del dólar especulativo. Con la misma intensidad se ha buscado golpear estructuras mafiosas que, tomando al estado Táchira como área de operaciones, combinan la especulación y acaparamiento con actividades como el contrabando de alimentos, gasolina y efectivo.
El rol de estas mafias comerciales y cambiarias no es otro que dinamizar el ataque a la economía, están imbricadas en toda actividad delictiva que contribuye al deterioro del poder adquisitivo y acceso de la población a bienes y servicios. De allí que la Operación Manos de Papel, que comenzó golpeando a un portal web que publicaba precios especulativos de las divisas, continuó con el desmantelamiento de mafias contrabandistas de gasolina y efectivo, luego ha ido desmontando estructuras mafiosas en bancos, oficinas gubernamentales, concesionarios, mercados populares y casas de cambio ilegales.
Tal es el impacto que personeros del antichavismo como Juan Requesens no han podido ocultar su defensa a quienes ejecutan su estrategia de llevar al extremo la desarticulación de la economía, generar un "clima de ingobernabilidad" e instalar el relato de "crisis humanitaria" necesario para la intervención militar y la toma del control del Estado que él anunciaba en 2017.
Interfase Táchira-Colombia-EEUU
Tanto en las guarimbas como en otros planes de boicot y sabotaje como los arriba mencionados, el estado Táchira ha sido un centro neurálgico para que operadores de la guerra contra Venezuela desplieguen sus capacidades de daño y ataque, esto no podría ser sin la colaboración desde el otro lado de la frontera ni el patrocinio desde EEUU.
Para el golpe en marcha ha sido fundamental el rol del gobierno colombiano, al que alguna vez se acusó de eludir su responsabilidad ante las actividades ilegales que perjudican la economía venezolana. En el marco de las primeras acciones de la Operación Manos de Papel, el vicepresidente ejecutivo de la República Tareck El Aissami afirmaba que "todas estas redes vinculadas a las mafias tienen el amparo y la protección del gobierno colombiano, del presidente Juan Manuel Santos; forman parte de las redes criminales que nos atacan permanentemente desde Colombia, en complicidad con algunos sistemas financieros y así lo denunciamos".
El mismo viernes, desde Hungría, Santos lanzó duras críticas a Nicolás Maduro e indicó que "la actualidad de Venezuela afecta directamente a Colombia" exponiendo sobre "crisis humanitaria" y "cambio de gobierno en Venezuela" pero sin mencionar, por ejemplo, la participación activa de su gobierno en actividades como la extracción de billetes que es parte del ataque a la moneda venezolana que busca producir dicha crisis.
El candidato antichavista es más guerra
Esta fase preparatoria para las elecciones del próximo 20 de mayo ha sido inédita debido a que Maduro no enfrenta a un político sino un conjunto de operaciones de sabotaje que busca demoler las garantías socioeconómicas de la población, sus bases morales y desaparecer toda noción de justicia social.
Toda la propaganda nacional e internacional está alineada con el relato de la "crisis humanitaria" y busca extremar las condiciones ya difíciles para que la población no participe en los comicios presidenciales, en el entendido de que una elevada abstención significaría para Washington un activo de legitimidad para aumentar el cerco financiero y diplomático de forma unilateral y a través del Grupo de Lima.
Acciones como las que desarrolla el Gobierno nacional en el Táchira y otros estados buscan elecciones en paz y sentar las bases para sanar la economía de raíz.
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