jueves, 5 de febrero de 2015

Izarra: “Chávez pasó a ser un fenómeno sociológico”

La reflexión política se instaló en Conati con conversatorios de la clase trabajadora

El creador de los Centros de Formación Ideológica del PSUV señaló que la coyuntura sociopolítica que vive el país reclama pensamiento crítico
Prensa Conati / Nerliny Carucí
El oficial retirado de la Aviación Militar, William Izarra, quien es uno de los actores históricos de la Revolución Bolivariana, afirmó que, desde 1992, “Chávez pasó a ser un fenómeno sociológico. Cada quien vio a Chávez a su imagen; pero, de una u otra forma, se les quedó en el alma”.
El miembro fundador del Movimiento V República (MVR) recordó cuál fue el método para hacer la Revolución en Venezuela, durante un conversatorio con trabajadores del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.
Los tres puntos críticos que alimentaron el proceso revolucionario fueron: la lucha armada liderada por el 'Che', a principios de los 60; el estallido social en Caracas, del 27 de febrero de 1989; y la rebelión que sacudió la patria, el 4 de febrero de 1992. Antes del 4-F, hubo 30 años de efervescencia revolucionaria. Ya, en 1979, se había conformado la Alianza Revolucionaria de Militares Activos. Esta lucha, también, se nutrió con el pensamiento y la dignidad de las organizaciones civiles de izquierda.
Izarra subrayó que todos estos hechos sirvieron de antesala a la irrupción popular que se asomó públicamente el 4 de febrero de 1992, bajo el liderazgo del Comandante Hugo Chávez.
En 1996, por primera vez, este movimiento dijo: “¡Vamos a las elecciones!”. Muchos no querían, pero Chávez, con esa singularidad que lo convirtió en fenómeno sociológico, propuso tomar la decisión en un plazo de cuatro meses. En ese tiempo, el Comandante se dedicó a tomar el pulso de la Venezuela profunda: fueron días y noches de marcha por todo el país. Las condiciones estaban dadas; el 19 de abril de 1997 se optó por la vía pacífica.
“Nuestro mayor desafío era cómo convertir un acto electoral burocrático en un acto revolucionario para tomar el poder y transferirlo a las comunidades organizadas; es decir: en un Gobierno que se transformara en instrumento del pueblo”, dijo.
La historia orientó los caminos. Veintitrés años después, “la mayoría de los movimientos sociales del mundo tienen como referencia la Revolución Bolivariana —aseguró Izarra—: es una imagen que los ilumina. Definitivamente, Hugo Chávez tenía método de acción: poseía conocimiento, organización e ímpetu. ¡Era un pensador con sentido histórico!”.
Termómetro de la coyuntura actual
Al fijar la mirada en el presente, el politólogo William Izarra fue enfático en decir que la coyuntura actual de la Revolución Bolivariana demanda pensamiento crítico. “En Venezuela, con todo lo que hemos avanzado, aún, tenemos una tarea larga y compleja: buscar el autogobierno y la autogestión colectiva”, sostuvo.
“Todavía, vivimos el modelo capitalista en una expresión reformista, consumista. ¡¿Cómo se puede hablar de socialismo si, todavía, no tenemos la cultura de producir nuestros alimentos?! ¡¿Cómo hablar de socialismo, si no hemos alcanzado la autonomía de la producción colectiva?! ¡¿Cómo hablar de socialismo, si no hemos invertido la pirámide de poder?!”, precisó.
Desde una visión crítica, Izarra invitó a todos los activistas de la Revolución a investigar y a construir conocimiento para consolidar el Socialismo Bolivariano: “A nosotros nos falta consistencia teórica: debemos pasar de la teoría del desarrollo a la teoría de la emancipación. El conocimiento que generemos nos tiene que decir cómo producir para el bien común, no para el mercado. También, debemos definir indicadores para medir el socialismo. Necesitamos conocimiento y tecnologías para profundizar las transformaciones”.
Las colas del vacío de pensamiento crítico
Izarra alertó sobre el principio de la vacuidad que define los escenarios políticos: “Si yo, como sujeto revolucionario, no actúo, mi espacio lo llena el contrario. Por eso, todos debemos politizar (en el significado justo) los colectivos. Necesitamos evangelizadores ideológicos para desmontar los valores capitalistas”.
Durante su exposición, reiteró que el país reclama conciencia. “La ausencia de capacidad crítica hizo que la oposición venezolana copiara la composición de acciones y dispositivos golpistas de Chile. Hay gente que lo desconoce, y ni siquiera sabe cuán profunda es su ignorancia”.
Para Izarra, el vacío de pensamiento crítico no tiene límites: “Muchos de aquellos que militan en las filas de la Revolución tienen juicios consecuentes con valores de la ideología capitalista. Muchos creen que están luchando por el socialismo, pero sus perspectivas y prácticas de vida están marcadas por el capitalismo”.
Advirtió que no podemos avanzar en el camino de la izquierda, si no conocemos la izquierda. “Arrancar de raíz la estructura capitalista que hemos heredado implica conocimiento y acción. Parte de las cosas que estamos viviendo en Venezuela, como las colas, es producto de la falta de conocimiento. En Venezuela, probablemente, nos encontramos en una etapa de estancamiento y retroceso político por la ausencia de pensamiento crítico”, juzgó.
"Les pregunto: ¿quién está yendo a los barrios y a las zonas rurales a construir conocimiento?", interpeló Izarra a los trabajadores del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct).
Enfatizó que la práctica burocrática no es la razón de ser de los entes y órganos del Estado. En esta dirección, puntualizó: “El Ministerio para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología tiene el corazón de conceptos de la transformación cultural. Ustedes [a los trabajadores del Mppeuct] están donde se debe generar conocimiento para sustentar el cambio”.
Unidos por una nueva Venezuela
El llamado del politólogo William Izarra a cultivar el pensamiento crítico coincide con la visión de Carlos Figueira, viceministro para Fortalecimiento Institucional, Conectividad e Intercambio del Conocimiento, respecto a la necesidad y al compromiso de abrir espacios de formación permanente para reflexionar, con los trabajadores del Poder Público, sobre la práctica política que debe guiar la Revolución.
“Es momento de reforzar la militancia y convertirnos en difusores de los valores socialistas. Cada uno de nosotros es un agente de cambio. Como servidores públicos, debemos formarnos y tener claro el contexto geopolítico para darle larga vida a esta revolución”, indicó Figueira.
Al principio del encuentro, María Ruiz, directora general de la Comisión Nacional de las Tecnologías de Información (Conati), y una de las organizadoras del encuentro, manifestó que “la idea es acompañar el fortalecimiento de cuadros de trabajadores públicos que vayan a la vanguardia de la Revolución, con sentido de solidaridad y conciencia del deber social”.

Fotos: José Pereira

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