Por: Roberto Malaver
Cuando llego al cafetín en el Centro San Ignacio, el mesonero se acerca y me dice: “La señorita Cinthya Machado Zuloaga llamó al dueño del local, y le dijo que le avisara que hoy no puede venir, porque tiene tres días que una guarimba le impide salir para mostrar su belleza en este lugar, pero que ella lo va a llamar”.
Con Cinthya había llegado a un acuerdo de no darnos el número de teléfono para ver si podíamos funcionar así, como en otros tiempos, “que incluso eran más románticos y más sinceros”, dijo ella. Y justo en ese momento el mesonero vuelve con el café y con un celular en la mano, y me dice: “Aquí la tiene, y que por favor, no demore mucho, le mandó a decir el dueño del local”.
Y dice Cinthya: “Hay que crear un Guarimbódromo, amigo, para premiar a la guarimba más estúpida en estos carnavales. No tiene sentido que nos encerremos nosotros mismos, y de paso, que destrocen árboles, alcantarillas y todo lo que encuentran a su paso, porque así creen que van a tumbar pacíficamente y democráticamente a Maduro. Mi papá está que va a buscar al General Vivas para meterlo preso; ¿a quién se le ocurre dar esa orden de colocar guayas para matar motorizados?, solo a una mente perversa, amigo. Y lo peor es que nadie de la MUD dice aparten de mí este cáliz, no, todos están como caimán en boca de caño, esperando en qué parará la cosa para ver cómo se acomodan otra vez en el poder. En la derecha o izquierda nuestra tiene que haber alguien decente que denuncie este plan macabro para asesinarnos entre nosotros mismos”.
Se detiene y el mesonero me trae el agua Evian y me dice: “Para que tomes alguna vez una cosa buena en tu vida”. Y Cinthya sigue diciendo: “Es la oportunidad para deslindarse de esos estudiantes que ya no son estudiantes sino profesionales del vandalismo, porque eso no lo hace nadie, tumbar árboles, regar clavos y aceite en las calles, eso es típico de mentes desquiciadas… y de locos… (Se escucha un grito lejano) ese es mi papá que también está molestísimo porque con su carro pisó unos clavos en la carretera. En fin, yo propongo, amigo, que montemos un Guarimbódromo en estos carnavales para que premiemos a la guarimba más estúpida”.
Autor: Roberto Malavaer / @robertomalaver
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