Caracas, 26.03.2014 (Prensa Inparques).- Hasta la fecha las acciones terroristas de grupos opositores han dejado un saldo de violencia y pérdidas humanas irreparables; a esto se le suman las constantes agresiones al ambiente producidas por la tala y quema de 5 mil árboles para la creación de barricadas, actos que continuaron este lunes con la provocación de un incendio forestal que depredó más de 20 hectáreas del Parque Nacional Waraira Repano.
Según declaraciones del ministro del Poder Popular para el Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, luego de un contacto con el canal del Estado (VTV), el incendio que se produjo en horas de la tarde en el sector Galindo del parque nacional "se trata de un acto provocado, ya que se generó por encima del cortafuego y por los fuertes vientos y la altura que tiene este estribo se ve en todo el este de Caracas y en el centro de la ciudad".
Por su parte, el Ministro del Poder Popular para la Energía Electrica, Jesse Chacón, aclaró que comisiones del Cicpc y un fiscal fueron designados para realizar investigación sobre cómo empezó el incendio que genero la falla eléctrica en cuatro subestaciones, lo que afectó el suministro eléctrico a varias zonas de Caracas.
El director general del Instituto Nacional de Parques (Inparques) y Primer Comandante del Cuerpo de Bomberos Forestales, Capitán Miguel Matany, explicó que a nivel mundial han sido identificadas dos causas de incendios forestales: aquellas que ocurren sin intervención del hombre como erupciones volcánicas, las cuales no están presentes en Venezuela por las condiciones geológicas del país, y la otra es por descargas eléctricas.
Existen fenómenos en países templados llamados tormentas secas donde
sin presencia de lluvia ocurren descargas en período de otoño y verano y eso desencadena, por la energía causada a la corteza terrestre, el inicio de un incendio forestal.
El director general de Inparques detalló que si bien se ha avanzado en las capacidades de respuesta para minimizar el impacto de los incendios forestales, hace falta mucho trabajo por hacer en tareas de prevención y poder actuar sobre las causas de un siniestro, ya que a diferencia de una tormenta o terremoto donde lo único que podemos hacer es prepararnos para que cause el menor daño posible "cuando las causas están asociadas al ser humano sí podemos evitar que el incendio ocurra, pero eso requiere asumir una actitud más responsable y protagónica tanto en el medio urbano como rural del país", detalló.
Para enfrentar el período seco, que se da entre los meses de diciembre y abril, las bomberas y bomberos forestales se preparan a lo largo del año para dar respuestas asertivas a partir de una serie de fases que abarca desde la prevención hasta la fase de recuperación del área afectada.
La primera etapa es la Fase de Prevención que se hace para actuar sobre las causas y se lleva a cabo durante todo el año. En este sentido, desde hace 5 años Inparques está trabajando impartiendo un taller para las comunidades rurales como productores agrícolas y pecuarios con el propósito de enseñarlos a hacer uso precavido del fuego y ayudarlos a quemar con seguridad, con el objetivo que se logre romper la ecuación en que toda quema se convierta en un incendio forestal.
La tercera fase es la se supresión o respuesta, aquí se coordinan los recursos disponibles logísticos y de combate que se hayan articulado en la fase previa e inicia cuando se registra el evento; mientras que en la fase de recuperación que es la última etapa se enmarca en las acciones de reforestación de la mano con las instituciones involucradas e incluye la recuperación en viveros, y mantenimiento de las plantaciones.
El Capitán del Cuerpo de Bomberos Forestales especificó que en un incendio forestal perdemos vida y el respeto por nuestra naturaleza "representa la materialización del amor por la vida del entorno y la comprensión de que en la medida que podamos proteger la vida en el planeta y la especie humana, nuestro trabajo se convierte en una vanguardia de la revolución".
Sivira)
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