CRÓNICAS CUBANAS
La denuncia sobre el "tuíter cubano" creado por la USAID, denominado ZunZuneo, dejó al descubierto una trama de engaños, violaciones a normas internacionales, atropello a la soberanía de países que expuso a la agencia norteamericana como lo que realmente es: una herramienta de la política intervencionista de Estados Unidos
Ángel Cristóbal (Prensa del Sur)
El sueño de algunos funcionarios norteamericanos de crear en Cuba un movimiento anti-gobierno al estilo de las "Primaveras árabes" volvió a fracasar.
La denuncia realizada por agencia de noticias norteamericana Associated Press (AP), sobre el programa denominado ZunZuneo, dejó al descubierto el verdadero rol de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), que históricamente ha sido una herramienta de las políticas injerencistas de Washington.
El ZunZuneo es una red social similar a "Twitter" que fue creada por la USAID de manera secreta, y que esa institución hizo circular en la red de telefonía celular de Cuba con el fin de influir en los jóvenes de la isla.
Según informó la agencia de noticias española EFE, esta red social "llegó a tener unos 40 mil usuarios que compartían a través de sus mensajes contenido no controvertido sobre fútbol y música”.
Pero, según la información publicada, el propósito era introducir después el matiz político para inspirar a los jóvenes a organizar marchas y concentraciones contra el gobierno cubano".
El 8 de abril último, al ser interpelado por el senador demócrata Patrick Leahy, el director general de la USAID, Rajiv Shah, tuvo que admitir que los usuarios de la red ZunZuneo no sabían que se trataba de un plan financiado por el gobierno de Washington, ni tampoco cuáles eran sus verdaderos fines.
Por su parte, el periodista Glenn Greenwald denunció que los usuarios cubanos del ZunZuneo desconocían que los contratistas estadounidenses estaban reuniendo sus datos privados con la esperanza de usarlos con fines políticos para fomentar la disidencia en Cuba y subvertir a su gobierno.
LOS PRIMEROS ALETEOS
En la implementación de este programa la USAID violó, no sólo la soberanía y las leyes de Cuba, sino también las de España, Irlanda, Costa Rica, Nicaragua e incluso las del propio Estados Unidos.
Para el financiamiento y ejecución del programa se emplearon empresas que le servían de fachada y cuentas bancarias fantasmas mediante las cuales canalizaban los fondos.
Según la denuncia de la agencia AP, el propio Congreso de Estados Unidos desconocía el verdadero fin de esos fondos ya que se utilizaban - entre otros - partidas presupuestarias destinadas a Pakistán.
El diario La Nación, de Costa Rica, denunció que "el líder de la misión era Joseph (Joe) Duke McSpedon, un empleado de Usaid que estuvo acreditado en San José como parte de la Oficina de Iniciativas para Transición".
Registros de Migración obtenidos por ese diario muestran que McSpedon viajó a ese país en 42 ocasiones, entre 2009 y 2011, abordo de vuelos comerciales y privados.
El periódico también remarca que además en San José estuvieron otras dos personas que trabajaron en el proyecto, contratados por Creative Associates, una firma consultora de Washington:
"Noy Villalobos Echeverría, quien permaneció en suelo tico por períodos de hasta tres meses, según los registros migratorios, y su hermano Mario Berheim Echeverría, un joven programador que desarrolló el sistema para enviar los mensajes masivos a Cuba".
Según afirmó el diario la Nación, la USAID, a pesar de que no tiene representación legal en Costa Rica, utilizó una oficina secreta en San José como base operativa para desarrollar y aplicar un programa contra Cuba, lo que implicaría una violación a las leyes y la soberanía de tanto de la Isla caribeña como de Costa Rica.
En ese sentido, el ministro de Comunicación del Gobierno de Costa Rica, Carlos Roverssi, aseguró que se trata de una afrenta grave contra su país: "Es necesario hacer una investigación del caso, es muy grave".
"Si eso es cierto, es una afrenta grave a Costa Rica. Es un tema de la Cancillería. Pero, por supuesto hay que pedir una explicación".
Por su parte, el diario La Prensa, de Nicaragua, afirmó que el programador del ZunZuneo, es un ciudadano nicaragüense de nombre Mario Bernheim Echeverría, un programador que trabaja en la Embajada de Estados Unidos en Managua.
Según denunció el periodista Sergio Alejandro Gómez: "El grupo de contratistas instaló servidores en España, Irlanda y las Islas Caimán para procesar los textos, y contrató a una empresa española llamada Lleida.net para enviar a Cuba los mensajes sin su información de identificación".
En tanto la agencia EFE informó que la representante demócrata Bárbara Lee, calificó de escandaloso el hecho de que la USAID utilice a contratistas en proyectos que violan las leyes de otros países.
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