Luego del cierre de la frontera con Colombia, los circuitos habituales diseñados para el contrabando de extracción se vieron altamente afectados. Los "empresarios" que no pudieron fugar los productos del país, apuestan frontalmente a que se pudran o a su total acaparamiento por el mayor tiempo posible para (re)venderlos diez veces más caros en diciembre. No es una opción para ellos insertarlos en las cadenas normales de distribución y comercialización.
El Gobierno Bolivariano ha propinado, al menos, dos acciones (una concreta y la otra por concretarse) que buscan perjudicar el andamiaje de la guerra económica: una es el cierre de la frontera con Colombia y la otra son losanuncios económicos del 19 de octubre, dirigidos especialmente a normalizar progresivamente el sistema de precios.
Pero se vienen las elecciones y el putrefacto "empresariado" venezolano ya no puede comprar más tiempo: tienen 30 días para aumentar vertiginosamente la atmósfera de colapso económico para acercarse a su objetivo de restarle votos al chavismo. El acaparamiento desenfrenado y el sabotaje (así sea dejando pudrir alimentos sensibles) son sus últimos recursos antipolíticos disponibles en medio de la campaña electoral.
- Hace cuatro días se incautaron 12,8 toneladas de alimentos en el Mercado Municipal de Quinta Crespo. Entre los productos incautados se encuentran: 111 bultos de café, 270 bultos de azúcar refinada, 31 bultos de azúcar industrial, 316 bultos de salsa de tomate, 78 bultos de pasta de tomate, 3 bultos de cloro y 2 bultos de jamón endiablado.
- Allí mismo, también fueron encontrados productos que estaban descompuestos: 68 barriles de aceitunas y alcaparras, 10 bultos de maíz, tres bultos que suman 9 kilos de aceitunas negras y 4 bultos que suman 12 kilos de champiñones. Además, 110 toneladas adicionales de productos de la cesta básica también fueron incautados, puesto que les habían arrancado la factura para (re)venderlos más caros en las fiestas decembrinas.
- A primera hora del día de ayer, específicamente en el Mercado Mayorista de Coche, durante una fiscalización del Comando Nacional de Precios Justos, fueron decomisadas varias toneladas de café, leche, azúcar, pañales, entre otros productos, que estaba siendo vendidas a precios especulativos.
- Al mismo tiempo, pero ahora en el Mercado Municipal del Municipio Libertador del estado Carabobo, el Comando Nacional de Precios Justosrealizó el decomiso de 90 toneladas de mercancías varias: café, arroz, mantequilla, pañales, productos de higiene personal, entre otros. Al estar confinadas en esos depósitos, servían de casa matriz para nutrir progresivamente a las redes de bachaqueo que hacen vida en el estado Carabobo.
Emplean tácticas autodestructivas para desestabilizar la economía en época electoral
- En el Mercado Mayorista de Barquisimeto, también el día de ayer, se realizó la incautación de 29 toneladas de alimentos que se encontraban acaparados en 10 galpones.
- Al final de la tarde del día de ayer, fue capturado un cargamento con 30 mil kilos de arroz, productos de higiene y material quirúrgico valorado en 2 millones de bolívares, el cual salió desde el estado Portuguesa y entró al estado Nueva Esparta (específicamente en el municipio Mariño) a través de la empresa Distribuidora Persi. La empresa descargó la mercancía en una vivienda de Porlamar y no en los circuitos normales de comercialización del municipio, constituyendo así un centro de acopio para filtrar dichos productos hacia las redes de bachaqueo de la zona.
- El miércoles por medio de denuncias de la clase trabajadora, la transnacional estadounidense con operaciones en Venezuela y específicamente en Barquisimeto, Kraft Foods, dejó podrir 2 mil 500 kilos de harina de trigo que funcionan como materia prima para la elaboración de su amplia gama de pasapalos y golosinas. Según cifras oficiales de Cencoex, la transnacional estadounidense en cuestión recibió, en el transcurso final del año pasado, 12 millones de dólares para importar con dólares a Bs 6,30 la materia prima que luego dejaron podrir en sus depósitos.
- La representación de las ventas de Kraft Food en Venezuela y el derecho para explotar sus operaciones comerciales reposan en la oligárquica familia Capriles. Así es como se reposiciona políticamente un hijo de la burguesía parasitaria: boicoteando la alimentación de una nación por el santísimo derecho divino que le otorga su apellido.
En corto
No casualmente el modus operandi de la guerra económica en fase electoral hace énfasis en productos sensibles de la canasta básica alimentaria que entrarán en la nueva normativa de la renovada y próxima a estrenar Ley de Precios Justos. Están buscando esquivar las regulaciones y los controles nuevamente, con el desesperado aliño de soñar con que todo estará descompuesto o vendido a redes mafiosas del bachaqueo cuando lleguen los funcionarios del Comando Nacional de Precios Justos.
Sólo bajo esta táctica autodestructiva podrán inducir un desenfrenado aumento de la inflación en los últimos dos meses del año y una reducción vertiginosa de los productos ofertados en los establecimientos comerciales del país. La podredumbre burguesa de la que nos habló el Comandante Chávez se pone de manifiesto una vez más.
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