Por Pedro Gerardo Nieves/ Cuatro F
Por estas fechas, en británica costumbre, la ruinosa derecha venezolana llama a Washington clamando por ayuda. Otra vez (“oh no” lamentan los gringos) avisan que los números vencedores se descuadraron. Que los vaticinios de la victoria fascista portentosa han devenido en apurado control de daños vía Twitter y que los gráficos van en picada, porque ¡otra vez! el gobierno ha jugado cartas magistrales.
La alarma cunde entre los “think thanks”:
– Maduro decir que victoria chavista estar garantizada. When he says the donkey is black, is because it has the hairs on the hand. (Traducción: Cuando él dice que el burro es negro, es porque tiene los pelos en la mano).
Apurados y patidifusos “schollars” del IESA explican a nerds de la politología de Washington que la masa no está “pa´bollos”, ni aún cuando se amasen con Harina Pan. Que la coñiza entre los distintos factores de oposición haría palidecer de envidia a los más procaces proxenetas, que la guerra económica ha sido entendida por los venezolanos como una artera maniobra del capitalismo, que las OLP cuentan con apoyo de la sociedad entera, que el cierre de la frontera ha dejado sin trabajo a narcos, paracos, especuladores y choros, valga la redundancia; y que en definitiva, voto a voto, van a perder las elecciones de calle.
Por eso otra vez abren la misma gaveta de caoba venezolana robada, otra vez curucutean entre polvorientos y fungosos libracos y otra vez pelan por el Manual de la CIA Marca Acme Para Tumbar al Gobierno Venezolano. Vuelve así a hacerse patente el ilegítimo atajo al poder que pretende el hatajo de apátridas que conforman la MUD.
1) Si vas al simulacro, no disimulas
1) Si vas al simulacro, no disimulas
La medida que marca un antes y un después del golpe de timón en la estrategia de la MUD ha sido la no movilización ni asistencia al simulacro electoral. Hundiéndose la nave fascista luego de haber presumido de conquistar a las masas, mal podrían mostrar su escuálido apoyo popular y sus agrias contradicciones internas. Por eso el mensaje unívoco, categórico y clarito fue: “Vamos al simulacro pero no vamos, porque aunque es simulacro ya hay fraude, Chuo dixit”.
2) Anunciar fraude desde temprano no firmando aceptación de resultados
2) Anunciar fraude desde temprano no firmando aceptación de resultados
Falta poco más de un mes para que se realicen las elecciones, y mientras el GPPSB despliega un minucioso trabajo de organización, movilización y agitación de su maquinaria político electoral, los derechistas sencillamente se tiran al piso. No organizan actos, no hacen eventos y las pocas actividades que despliegan políticamente carecen de alegría y de gente. La procesión va por dentro y por fuera porque la idea es preparar desde los medios de comunicación condiciones para adjudicar su derrota estrepitosa al fraude. No aceptan firmar el compromiso, porque solo aceptan resultados donde la MUD gane. No les importa que el “chavista” Jimmy Carter haya afirmado con pasmosa sinceridad que el sistema electoral venezolano es uno de los más eficaces y transparentes del mundo.
3) La violencia pura y dura
Ataques con granadas, sicariatos de escoltas, policías y militares, violencia inducida y sabotaje eléctrico, marchan como línea de trabajo “alternativa” para los cráneos de Washington que saben muy bien emplear bandidos y criminales lombrosianos en sus operaciones de desestabilización de gobiernos libres. Y con el horror fresquito aún por el atroz asesinato de una militante de oposición en manos de dos abominables favoritos de Leopoldo, Capriles, Chuo y CIA, brotan como la verdolaga en las redes sociales los apocalípticos anuncios de muertes falsas de dirigentes políticos, grandes tragedias y demás productos generados desde la mente enfermiza de J.J Rendón y sus sigüizes rumorólogos. Espérese en breve la aparición de profetas, brujos y demás charlatanes que anuncian “grandes y dolorosos cambios para Venezuela”.
4) El aceite de Lorenzo, en la guerra
Como piedra filosofal, como el aceite de Lorenzo tenazmente buscado en la recordada película del mismo nombre, Lorenzo Mendoza y Roberto Hausmann planean entre risas y jaladas de bolas recíprocas cómo ganarse una pelota de plata guisándose su Patria y poniéndola de rodillas ante el Fondo Monetario Internacional. Repórtese Lorenzo “desde la guerra”; Hausmann da la astronómica cifra de 50 mil millones de dólares comisionables para forrarse, y un entusiamado Mendoza exclama lleno de ternura: ¡Esa es la cifra, jejeje!
La evidencia ha sido tan palmaria que los protagonistas quedaron descuchufletados.
5) Cómo cazar güires internacionalmente
Métase una paca de dólares en el bolsillo, ubíquese a un rábula mimetizado como magistrado honorable, muéstrele la plata, dele la promesa de un “american dream” y espere sentado con Fernando del Rincón que el hombre se arrastre con abyección en CNN. ¡Voilá! Ya tendrá el plato servido para reseñalar al gobierno venezolano como violador de los derechos humanos de los mansos corderitos que pagan cana liderados por Leopoldo López.
Súmele las convenientes y “objetivas” declaraciones de tinterillos, cagatintas, dinosaurios expresidentes y escritores raboverdes desde medios internacionales para que vaya armando la trampa. Y prosiga con generales o políticos de EE.UU que vaticinan catastróficas crisis humanitarias y piden apoyo para hacernos el dudoso favor de invadirnos, matarnos y saquearnos.
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NB: El único problema del Manual de la CIA Marca Acme Para Tumbar al Gobierno Venezolano es que en ninguna página pauta cómo hacer contra un pueblo concientizado, arrecho y movilizado que, sencillamente, no le da la gana ser colonia de nadie y cuya apuesta por la paz se manifestará en una avalancha de votos patriotas.
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