miércoles, 5 de agosto de 2015

La Verdad sobre el Esequibo, la historia de un despojo


5.AGO.2015
Foto: Prensa Embajada Venezuela
El diferendo entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana sobre el territorio del Esequibo es un tema poco conocido en América Latina. Por este motivo es indispensable explicar a la región la verdad de un problema que queda como vestigio del viejo colonialismo, sobre todo de origen anglosajón, y sobre el cual Venezuela cuenta con el mayor sustento histórico y jurídico que acredita a esa zona como parte del territorio venezolano y que evidencia el despojo progresivo de tierras del que fue víctima nuestra nación, a partir de mediados del siglo XIX.
Vale recordar que nuestros límites siempre han estado definidos hasta el este del Río Esequibo, desde que éramos territorio de ultra mar del Reino de España, luego cuando se conformó la Capitanía General de Venezuela, y posteriormente, dichos límites se ratificaron cuando se constituyó la Gran Colombia y, una vez disuelto ese sueño bolivariano, cuando nos convertimos en una patria independiente denominada Los Estos Unidos de Venezuela.
En este sentido, la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en la República Argentina, junto al Centro de Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, organizaron una Conferencia denominada “La Verdad sobre el Esequibo, la historia de un despojo”, en la cual el embajador Carlos Martínez Mendoza, acompañado del historiador Horacio López y el politólogo Atilio Borón, explicaron a una nutrida audiencia la historia del conflicto y la situación actual del mismo.
El diplomático venezolano ofreció a los presentes una explicación cargada de datos históricos del diferendo fronterizo que se inició en 1834, con las modificaciones arbitrarias de los límites (líneas Schomburgk) que realizó el británico Robert Hermann Schomburgk y que obligaron a Venezuela a emprender acciones diplomáticas contra Gran Bretaña en 1841.
De igual forma, Martínez Mendoza expuso las evidencias que demuestran el carácter nulo y viciado del Laudo Arbitral de París realizado en 1899, sin presencia de un representante de Venezuela, y que emitió una sentencia favorable a Gran Bretaña, despojando a nuestro país, de manera fraudulenta, de un territorio que le pertenecía históricamente.
El Embajador venezolano señaló que Venezuela protestó inmediatamente el resultado de dicho laudo, pero no fue sino hasta 1962, después del hallazgo de documentos que comprometieron la legalidad del mismo, cuando se logró un avance tangible al denunciarlo ante la ONU y al ser admitida la demanda por el organismo, lo que conllevó a la firma del denominado Acuerdo de Ginebra, el 17 de febrero de 1966, entre el Reino Unido y Venezuela, más la presencia del gobierno local de Guayana Británica, próxima a recibir la independencia.
Actualmente el diferendo territorial está en manos del Secretario General de las Naciones Unidas en el marco del Acuerdo de Ginebra. Guyana sustituye al Reino Unido en la controversia con Venezuela desde el 26 de mayo de 1966, fecha en la que recibe la independencia.
El diplomático venezolano afirmó que Venezuela ha mantenido una negociación pacífica en relación a la lucha por el reconocimiento de sus derechos territoriales en la zona del Esequibo y pretende mantenerse en esa línea, por lo que reiteró su solicitud de una pronta designación de la figura del Buen Oficiante ante la ONU, propuesta que actualmente Guyana rechaza.
Además, Martínez Mendoza señaló que el presidente Nicolás Maduro dejó abierta la posibilidad de que Naciones Unidas pueda, de considerarlo necesario, abrir un espacio para la actuación de CELAC y la UNASUR.
Un elemento que es necesario destacar es que si bien este diferendo limítrofe ha venido dirimiéndose de forma cordial entre ambas partes, el conflicto se agudizó luego que Exxon Mobil colocara un buque de exploración en los territorios en reclamación con autorización del gobierno de Guyana, provocación con la que la trasnacional pretende no sólo generar un enfrentamiento entre ambas naciones, sino lograr el debilitamiento del Gobierno Bolivariano, con una estrategia internacional.
Sobre el particular, el embajador Martínez Mendoza resaltó que las derechas apátridas del continente, las trasnacionales y las naciones dominantes a lo largo de la historia, han promovido la desunión en nuestra región, a través de múltiples estrategias. Hoy en día, ante el innegable avance del proceso de integración en América Latina y el Caribe, luego de la llegada de Comandante Chávez a la escena política, y el surgimiento de gobiernos progresistas en el continente, los ataques contra la unidad se han intensificado y “los diferendos territoriales que nos quedaron como vestigios del colonialismo siguen siendo el talón de Aquiles en la región, por lo que resolverlos pacíficamente es una gran tarea pendiente”, finalizó el diplomático venezolano.

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