23.ENE.2015
El 23 de enero de 1966, durante el gobierno de Raúl Leoni (1964-1969), cayó en combate en las montañas del municipio Andrés Eloy Blanco (Sanare), del estado Lara, el dirigente guerrillero Iván Daza, mejor conocido como el Comandante Roque.
Nació en 1942. Estudió en el liceo Mario Briceño Iragorry de Barquisimeto, donde se desempeñó como uno de los responsables de la Juventud del Partido Comunista de Venezuela.
Como estudiante enfrentó en las calles la represión policial y militar de los gobiernos de Rómulo Betancourt (1959-1964) y Raúl Leoni. También a las bandas armadas y de choque de Acción Democrática (AD).
“Su entusiasmo combativo era contagiante, porque estaba dispuesto a emprender cualquier tarea revolucionaria con arrojo y valentía, sin importarle el riesgo que se corría en la acción”, aseveró Hernán Vargas Calles, uno de sus compañeros de lucha en la Juventud del PCV, citado en un artículo publicado en el blog del Círculo Bolivariano Frabicio Ojeda.
Iván Daza, como muchos jóvenes venezolanos de los años 60, se integró a la lucha guerrillera en las montañas venezolanas.
Fue un combatiente incansable en esta lucha, destacó Vargas Calles. Escribió que “hablar del querido camarada Iván Daza es decir compromiso, lealtad revolucionaria, definición ideológica clara y objetiva”.
Vargas lo define como un hombre infatigable por su carácter recio, pero a la vez era muy risueño. Su rápido accionar en la lucha guerrillera lo convirtió en un combatiente de primera fila.
El 23 de enero de 1966 cayó en combate en las montañas de Lara, al enfrentar al Ejército de la Cuarta República. Daza se dirigía con un grupo de guerrilleros desde Las Adjuntas a Sanare, la capital del municipio Andrés Eloy Blanco.
Vargas contó que el enfrentamiento fue desigual, por el número de soldados del Ejército. No obstante, el choque armado se prolongó por varias horas hasta que se le agotaron las municiones a los combatientes guerrilleros.
El cadáver del comandante Iván Daza lo colocaron en una cava del Campamento Antiguerrillero Corpahuaico de Sanare para mostrarlo como un “trofeo de guerra” a los guerrilleros detenidos por el Ejército.
Esto lo hacían para atemorizarlos, desmoralizarlos y quebarlos moralmente. Posteriormente el cuerpo de Daza fue desaparecido, como sucedió con centenares de venezolanos en aquella época. Sus familiares aún no saben dónde están sus restos.
Iván Daza, el Comandante Roque, fue ejemplo de lucha, convicción y compromiso revolucionario. Este 23 de enero, a los 49 años de su abrupta partida física, es recordado por su tesón, su ímpetu y su valentía.
AVN
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