viernes, 23 de enero de 2015

En el Ivic la ciencia se traduce en grandes soluciones sociales

 La institución direcciona sus investigaciones en temas de prioridad nacional


*Optimizar la producción agrícola cuidando el ambiente es uno de sus importantes logros

Altos de Pipe, 22 de enero de 2015 (Ronald Aponte).-


Con el fin de impulsar y consolidar investigaciones que permitan aportar soluciones tangibles para el país, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) adelanta proyectos de envergadura que se están traduciendo en prototipos escalables y productos aplicables en temas de prioridad nacional tales como la salud, la energía, los materiales, el hábitat, entre otros.

Sobre las bases de la denominada segunda Revolución Industrial del mundo, como lo es la nanotecnología, dentro de su infinito rango de bondades en las ramas de la física, química, biología, electrónica y a las diferentes investigaciones que se están desarrollando desde el Centro de Ingeniería de Materiales y Nanotecnología y el Departamento de Fotocatálisis y Energías Alternativas de la institución, Venezuela crece progresivamente en este diminuto mundo de grandes soluciones.

La nanotecnología es una disciplina que se encarga de investigar, desarrollar y aplicar los conocimientos que se tienen del mundo a nivel de átomos y moléculas, lo que en la actualidad representa algo innovador que está revolucionando la ciencia y la tecnología en toda la orbe.

Hidroxiapatita para la regeneración ósea

El Ivic tras años de exitosas investigaciones con nanotecnología, está en vía de instalar la primera planta de biomateriales para tratamientos clínicos ortopédicos, maxilofaciales y periodontales, la cual estará en la capacidad de fabricar entre tres y cinco toneladas anualmente de “Hidroxiapatita”.

La Hidroxiapatita es un componente que es química y estructuralmente similar al mineral del hueso y que durante los últimos años ha brindado favorables resultados en tratamientos médicos.

Nanopartículas para combatir tumores

De igual manera, desde los laboratorios se ha logrado sintetizar nanocompuestos magnéticos de diferentes composiciones para inducir hipertermia localizada en tumores cancerígenos. La técnica consiste en el hallazgo de partículas muy pequeñas en el interior del tumor y aplicando un campo magnético externo, se aumenta la temperatura a 42.5 °C aproximadamente, desde adentro hacia afuera, en función de que el calentamiento del mismo sea lo más uniforme posible, para que el tratamiento llegue a ser más efectivo y permita emplear dosis mucho menores de medicamentos.

Bioremediación de suelos contaminados

En conjunto con investigadores del Centro de Ecología del Ivic, en la actualidad han logrado elaborar un producto sólido (biofiltro) desarrollado a partir de la vaina que contiene la semilla de la planta moringa con un subproducto de la industria pesquera conocido como quitosano.

El objetivo es desarrollar un producto que se entierre en los suelos contaminados, absorba los metales y puedan ser recuperados mediante la desorción, para ser reutilizados.


Colector solar para descontaminar aguas

Desde el Departamento de Fotocatálisis y Energías Alternativas del Ivic, se construyó un prototipo (colector) que emplea la luz solar como fuente de energía para purificar grandes cantidades de aguas contaminadas, con la capacidad de eliminar bacterias, moléculas cancerígenas, microorganismos y metales pesados.

Se trata de un sistema fotocatalítico hecho con una base de hierro, una serie de láminas de aluminio electro pulido en forma de parábolas que retienen la luz solar y al estar en contacto con nanomateriales híbridos a base de carbono, desencadenan una reacción química que va degradando todos los componente contaminantes en el agua mientras circula por cada uno de los conductos, dando como resultado un líquido totalmente purificado y apto para el consumo humano.

Conservación del ambiente

A través del Centro de Ecología y el de Ciencias Atmosféricas y Biogeoquímica, el Ivic lleva a cabo una serie de estudios sobre el impacto ambiental, ya que en los últimos años el incremento del dióxido de carbono (CO2) generado por la actividad humana -principalmente la quema de combustibles fósiles y la deforestación- ha alterado el equilibrio natural del planeta.

Dichas investigaciones en la actualidad, están permitiendo proponer y establecer estrategias de mitigación para la conservación del aire, aguas y suelos, tanto en Venezuela como en otras regiones Latinoamericanas.

Mejora producción agrícola

Por años, el Ivic ha estudiado los efectos benéficos de los hongos micorrízicos arbusculares, y ha constatado científicamente que ofrecen óptimos resultados en la recuperación de áreas degradadas y poseen un gran potencial como biofertilizantes agrícolas.
Gracias al mencionado trabajo, el Ivic ha logrado desarrollar un inoculante micorrízico que, tras su aplicación, redujo a la mitad la dosis de fertilización química requerida para alcanzar los niveles de producción usuales del cultivo de yuca en condiciones de campo.
Además, es importante acotar que las micorrizas juegan un papel muy importante en el aumento del crecimiento y biomasa de la flora, en particular su aplicación en suelos ácidos y escasos de nutrientes como el fósforo.

Desde su trinchera y laboratorios, el Ivic está generando soluciones y resultados concretos a problemas de salud pública, sociales, ambientales, industriales, entre otros, los cuales se están profundizando gracias a las políticas científicas implementadas por el Ejecutivo Nacional a través del Ministerio del Poder popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.

raponte@ivic.gob.ve                          




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