lunes, 7 de abril de 2014

Construyendo el Sistema de Salud con el Pueblo: Plan de la Patria 2013-2019



Caracas, 01.04.14. (Prensa MPPS).- La meta que se ha trazado el Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para la Salud, y por cuya concreción trabaja sin descanso el Ministro y el equipo que lo acompaña, siempre de la mano con el Poder Popular, es elevar cualitativamente la prestación del servicio de salud mediante la articulación de un verdadero sistema donde el paciente que ingresa a cualquier centro de salud, en cualquier punto del territorio nacional, reciba de manera oportuna la atención necesaria y que sea la propia dinámica de la estructura que lo canalice según sus requerimientos.
El conjunto de metodologías que implementa el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), bajo la gestión de Francisco Armada, quien regresó a la titularidad de este despacho en noviembre de 2013, luego de haber sido ministro entre 2003 y 2007, tienen como eje transversal, en el marco del Plan de la Patria 2013-2019, acercar los centros de salud a la comunidad y viceversa; con la certeza de que solo a través del fortalecimiento de ese vínculo es posible elevar la calidad de vida del pueblo venezolano mediante la prestación de un servicio de salud cada día más eficiente e integral.
Desde el Ministerio de la Salud se han abierto las puertas de los centros de salud para que en sus espacios se realicen mensualmente asambleas populares, o se reúnan los Colectivos de Dirección Hospitalarios o, incluso para albergar mesas de diálogo entre las autoridades del despacho y las médicas y médicos residentes de los hospitales, así como con todo el personal administrativo, pero siempre, cualquier sea el caso de la dinámica que se realice, hay una firme convocatoria al Poder Popular para su participación protagónica.

Paso final: De lo Cuantitativo a lo Cualitativo

Es necesario recordar que esta convocatoria se sustenta en la más absoluta convicción que existe desde el MPPS, basada en principios constitucionales sobre el necesario protagonismo que debe tener el Poder Popular en la planificación, coordinación, ejecución y control de las políticas que se ejecutan en los establecimientos de salud, que en el caso de los hospitales suman 292 instituciones en el país.

Cabe destacar que de los 292 hospitales que existen en el país, 50 son de los llamados especializados; mientras que hay 16 en proceso de construcción. La Revolución Bolivariana avanzó en la democratización de la salud, desde el punto de vista cuantitativo, mediante la construcción de más de 13 mil 500 establecimientos de atención, entre ellos, aunado a la implementación de 13 nuevos hospitales, se levantaron a lo largo y ancho del territorio nacional 6 mil 712 Consultorios Populares; 562, Centros de Diagnóstico Integral (CDI); 584 Salas de Rehabilitación Integral (SRI)  y 35 Centros de Alta Tecnología.
Si bien es cierto que la presencia protagónica del Poder Popular es necesaria en todos las fases de la administración de la cosa pública, el Ministro Armada ha señalado que es sobre la última de ellas (Control) donde él espera se materialice una vigorosa Contraloría Social que oriente hacia la máxima eficiencia los ingentes recursos que se asignan al funcionamiento del Sistema Público Nacional de Salud.
Una prueba de la universalización de la salud pública, en contraste con la progresiva privatización que se gestó en este sector en la denominada cuarta república, es el aumento, en un lapso de 14 años, en cerca de 500% del número de pacientes consultados en el primer nivel de atención, al pasar en términos absolutos de 3 millones 500 mil pacientes (1998) a 20 millones 500 mil (2013). 

Otros números que confirman el vuelco de 180 grados que dio la Revolución Bolivariana a la salud en el país es el aumento de 2 mil 106% en el número de médicas y médicos en el primer nivel de atención, de 1628 profesionales de la salud en este sector se pasó a 35 mil 928; asimismo es relevante el incremento de 800 a 5 mil 244 sillones odontológicos, para un aumento en términos relativos de 556%. Los servicios de rehabilitación que eran prestados básicamente por la medicina capitalista se elevaron a 712%. Más de 150% de aumento de las salas de emergencia (de 417 a 1022); 243% de incremento de los servicios de Rx (de 200 a 687),  40 nuevos equipos de resonancia magnética públicos, 35 nuevos servicios de tomografía axial computarizada y tratamiento gratuito a todos los pacientes con diagnóstico de VIH Sida y con Cáncer.

La meta que se ha trazado el Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para la Salud, y por cuya concreción trabaja sin descanso el Ministro y el equipo que lo acompaña, siempre de la mano con el Poder Popular, es elevar cualitativamente la prestación del servicio de salud mediante la articulación de un verdadero sistema donde el paciente que ingresa a cualquier centro de salud, en cualquier punto del territorio nacional, reciba de manera oportuna la atención necesaria y que sea la propia dinámica de la estructura que lo canalice según sus requerimientos.

Para ello el Gobierno Nacional y en este caso el Ministerio del Poder Popular para la Salud tienen una guía de acción plasmada en el Plan de la Patria 2013-2019. Este plan de vuelo, legado del Comandante Eterno, Hugo Chávez Frías, contempla para el presente sexenio la conformación de 600 Áreas de Salud Integrales Comunitarias (ASIC), donde una población cercana a los 50 mil habitantes tendrá a disposición todos los servicios de salud.

En cada una de ellas, habrá de 10 a 20 establecimientos de salud: consultorios populares, ambulatorios urbanos y rurales, un CDI con emergencia 24 horas y una SRI. Cada ASIC deberá tener uno o varios establecimientos con capacidad para atender partos y recién nacidos de bajo riesgo, y tener definido un establecimiento de salud de mayor complejidad con capacidad instalada para atender partos y recién nacidos de alto riesgo.

Recientemente, el viceministro de Salud Integral, Carlos Alvarado, se refirió a las ASIC en los siguientes términos: “cuando hablamos de las ASIC nos referimos a un territorio social definido, con personas y organizaciones sociales (comunas, consejos comunales, comités de salud, entre otros), que incluye establecimientos de salud y otras instituciones del área social del Estado, llamadas a abordar de forma integral a la salud entendida en su sentido amplio, como derecho social fundamental, vinculada a  calidad de vida y el vivir bien; los establecimientos de salud del ASIC constituyen la puerta de entrada al sistema de salud, que debe estar integrado en redes a los establecimientos de salud de mayor complejidad. Los principales problemas de salud de los habitantes de la ASIC se deben resolver en ese espacio,  si el caso lo amerita será trasladado a otro nivel, pero que sea el mismo sistema que lleve a la persona a ser atendido según su necesidad y evitar que la gente se vea obligada a ir tocando de puerta en puerta a ver donde la reciben”, apuntó.

Salud Integral (mutatis mutandi)

De la misma forma como la pobreza es de carácter multifactorial, toda vez que no está determinada exclusivamente por el ingreso económico, o por la escolaridad de la población, o por la expectativa de vida, sino por todas ellas, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), mutatis mutandi  la salud está determinada por un conjunto de variables como la vivienda, la alimentación, el esparcimiento, entre otras, las cuales han sido calificadas como derechos fundamentales de las mujeres y los hombres, y que para la llegada de la Revolución Bolivariana solo basta revisar las estadísticas socioeconómicas para afirmar sin ambages que estos habían sido conculcados por más de 40 años. En consecuencia y muy doloroso admitirlo que con un elevadísimo nivel de pobreza, que rondaba el 80%, podemos afirmar que la sociedad venezolana estaba enferma, había sin lugar a duda una sociopatía terminal.

No es coincidencia que la primera Misión Socialista creada por el Comandante Eterno haya sido en el año 2003 Barrio Adentro (Salud), y luego las misiones educativas, seguidas por Mercal (Alimentación), aspectos transversales en la salud integral de un pueblo. Hacer un balance de los resultados alcanzados a 11 años de la creación de las misiones, cuya ejecución ha estado acompañada por una comprometida política revolucionaria orientada a restituir los derechos fundamentales de la población, permite, por un lado, justificar los más de 500 mil millones de dólares invertidos por la revolución Bolivariana en el área social y por el otro, medir el crecimiento experimentado por la población venezolana, especialmente de aquellos sectores que fueron históricamente marginados y que hoy tienen acceso a la alimentación, educación y salud de calidad, siempre garantizada por un Gobierno Socialista.

No lo digo yo

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) destacó en su informe 2013 que Venezuela fue el segundo país que más creció en Índice de Desarrollo Humano (IDH) y lo ubicó en el puesto 71, con un coeficiente de 0,748.

La cifra incluye a Venezuela en el grupo de naciones consideradas con un “Alto Nivel de Desarrollo Humano”, al ubicarse por encima del promedio de América Latina y el Caribe (0,741) y muy por encima del promedio de los países que tienen un nivel medio de IDH (0,640).

Es importante señalar que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) es un indicador del desarrollo humano por país, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y se basa en un indicador social estadístico compuesto por tres parámetros: vida larga y saludable, educación y nivel de vida digno.

En el informe del PNUD, titulado “El Ascenso del Sur: Progreso Humano en un Mundo Diverso”, además de Venezuela sólo dos países latinoamericanos se ubican en el nivel “muy alto”: Chile (40) y Argentina (45).

Se ha dicho tantas veces que pareciera que la virtuosidad de la afirmación ha perdido fuerza: Venezuela es el país con la menor desigualdad social en América Latina, según el Índice Gini, del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD).

El IDH y el Índice Gini son dos argumentos que deben ser ponderados al momento de hacer cualquier análisis de lo que se ha hecho, se hace y se hará en la Revolución Bolivariana.

Retos de Paz y Redes Humanitarias
Construir una red de salud verdaderamente articulada para beneficio de la población venezolana, es la meta que se ha fijado el Ministerio del Poder Popular para la Salud para el año 2019 y para lograrlo el principal reto que debe superar este sector es la conformación de un Poder Popular identificado con los centros de salud y el recurso humano que le presta atención y en el futuro las que estarán distribuidas en las distintas Áreas de Salud Integral Comunitaria (ASIC).
A 11 años de la creación de la Misión Barrio Adentro, es posible afirmar que desde el punto de vista cuantitativo es poco lo que queda por hacer, mientras que desde una perspectiva cualitativa, hay un aspecto que lo ha señalado el Ministro Armada como un objetivo transversal en su gestión: “humanizar cada centro de salud en el país, para convertirlos en espacios para la paz y la vida”.
La participación comunitaria en la gestión de salud, la atención gratuita y de calidad, medicamentos y tratamientos de alto costo entregados de manera gratuita a pacientes que padecen cáncer, sida, diabetes, hipertensión, entre otras enfermedades crónicas, así como el aumento de la inversión pública para la promoción de salud y prevención de enfermedades son algunos elementos tangibles que permiten avizorar el logro de tan noble meta: la humanización de los centros de salud.

La presencia de decenas de miles Médicas y Médicos Integrales Comunitarias, formados durante la Revolución Bolivariana, en un contexto como el señalado anteriormente es el caldo de cultivo para avanzar a pasos de vencedores hacia el logro planteado.
El personal que labore en los centros de salud debe ser ante todo humano para poder brindar humanidad. En los espacios de salud, más que en ningún otro lugar, se hace necesaria la presencia de la mujer o el hombre nuevo, única vía posible para prestar un servicio diferente, un servicio acorde a los principios que nutren el pensamiento bolivariano y nuestra constitución, en los que el pueblo es el centro de toda actividad, y no así el dinero, como ocurre en el enfoque capitalista de la salud.

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