Tibisay, o Tiby como suelen los flamantes opositores decirle, despejó el misterio: será el próximo 6 de diciembre, mes de la apetecida hayaca y del dulce de lechosa, cuando se efectúen las elecciones parlamentarias, a través de las cuales se elegirán los nuevos diputados a la Asamblea Nacional. Así lo informó la presidenta del Consejo Nacional Electoral, organismo reconocido por el respetado Centro Carter y criticado por los pupilos del imperio mesmo.
Con este anuncio, ya los hijos de papi y mami no tienen motivo para proseguir disque haciendo huelgas de hambre. ¿O tal vez no sea así? ¡A lo mejor buscan otras razones con el objetivo de continuar socavando la democracia venezolana! No hay que dudarlo. Dice un dicho que por sus frutos los conoceréis. Y mira que han cortado suficiente tela para no dejar de pensar que sea así.
¿Cuánto daño han causado al país a raíz de esas aventuras por tomar el poder? Los miles y miles de millones de dólares que se perdieron por el llamado paro petrolero de 2002 y 2003 no fue poca cosa, aunque ellos pretendan minimizar, como suelen hacerlo, ese ataque certero al motor de la economía nacional.
Han transcurrido más de 14 años de aquel fatal episodio que amenazó con echar por tierra el esfuerzo de generaciones que dieron lo mejor de sí por dotar al Estado de una industria petrolera. No tuvieron compasión por la llamada gallina de oro. Arremetieron con saña contra ella. Fue tanto el salvajismo que nos costó mucho para evitar que feneciera.
Hoy día, los mismos personajes y otros noveles actores que protagonizan nuevos episodios de esa saga tenebrosa puesta en marcha por la oposición reclaman en cantidad divisas para saciar su sed. Desde el país del Tío Sam y de la vecina Colombia embisten contra el signo monetario venezolano para afectar la economía nacional y generar malestar en el pueblo.
En este y otros casos no admiten responsabilidades, pues ellos creen que el pueblo solo se percata de los hechos que ellos generan y no de sus protagonistas. Actúan, pues, al mejor estilo de aquellos que se esconden detrás de un decorado y se dedican a operar las marionetas propias de un espectáculo de títeres.
Una vez conocida la fecha de los próximos comicios, esperemos que López y compañía dejen de quejarse y se dediquen, si en verdad lo quieren, a captar votos de esa población que no ha mostrado su interés por la oposición durante estos tres lustros. Ya deberían entender que en Venezuela, la forma de acceder al poder en estos tiempos es a través de la vía del voto y no de acciones violentas. ¡Amén! SIMÓN ALBERTO OSORIO
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