Poco se habla de una de las más infames trampas con las que el escualidaje venezolano le hace mala fama al país puertas afuera: la de las solicitudes fraudulentas de asilo político en EEUU. Se trata también de un desfile de estafadores que cae en manos de otros estafadores.
Como si no fuera suficiente la plaga de raspacupos "venezolanos" raspando los dólares que les asignó papá gobierno venezolano, como si fueran pocos los "venezolanos" bachaqueando hasta Colombia y como si no fuera suficiente toda la parafernalia mediática que malpone al país entero para destruir a la Revolución Bolivariana, otra "mala fama venezolana" adquiere cada vez más fama, esta vez en la tierra del Tío Sam.
Siguiendo el ejemplo de Eligio Cedeño, exbanquero prófugo de la justicia venezolana quien llega hasta EEUU como "perseguido político" y que ahora se acomoda desde su mansión en Miami fijando el precio del dólar paralelo en Dolar Today -quizá imitando el estilo de Nelson Mezherane, otro banquero malandro autodeclarado "perseguido del rrrégimen"-, hay venezolanos de la clase media que intentan chapotear hasta Gringolandia huyendo como "balseros", pero intentando violentar el sistema migratorio gringo colocando solicitudes fraudulentas de "asilo político" para que, mediante éstas, puedan quedarse allá.
No son dirigentes de la MUD, no son afamados malandros de la política venezolana, no son empresarios forrados en real (quienes no tienen problemas para emigrar a EEUU). No. Se trata de los clásicos estafadores de la clase media trampera, malviviente y farandulera de Venezuela.
Así se trampean entre ellos
Quienes nos hacen fama en EEUU como tramperos, tienen bastante tiempo muy ocupados en cómo sacarle dinero a eso de quedarse en la tierra del Tío Sam siguiendo la ilusión del "American Dream". Lo han convertido en un negocio. Han creado organizaciones como Orvex (Organización de Venezolanos en el Exilio), la más consolidada organización de la ultraderecha venezolana en Miami, la cual adquirió auge luego del golpe de abril de 2002 y la diáspora de la vieja Pdvsa de 2003. Lo más odioso y recalcitrante de la burguesía fue a dar allí.
Esta organización está dirigida por Elio Aponte, quien durante años atacando a la Revolución Bolivariana ha dicho incluso que, cuando un venezolano es deportado a Venezuela, es detenido en el aeropuerto, encarcelado y luego "fusilado". Mediante argumentos como ese, han solicitado constantemente a la Casa Blanca la consideración de un status especial para los venezolanos, y con ello la detención de las deportaciones de venezolanos.
Orvex durante años ha cobrado cifras de 5 mil y hasta 20 mil dólares por asesorías y tramitaciones de solicitud de asilo a venezolanos. Mediante la legislación migratoria gringa, se prevé otorgar el status especial de "asilo político" a migrantes que den pruebas consistentes a los servicios migratorios de estar sus vidas, y la de sus familias, bajo amenaza de encarcelación o muerte en su país de origen -por razones políticas, religiosas o raciales- si estos regresan al mismo. Este sistema fue creado por los gringos por muchas razones políticas, pero también es un instrumento para favorecer selectivamente a quienes decidan emigrar a EEUU desde países ocupados militarmente, en guerra civil o bajo regímenes dictatoriales.
De esta manera se han creado redes de abogados estafadores que asesoran en materia de migración bajo esta figura. En redes sociales aparecen anuncios de estas organizaciones, ofreciendo sus servicios en Miami (para los venezolanos que están en la Florida) y a venezolanos que deseen emigrar, colocando números telefónicos para asesorías en Caracas.
Orvex durante años ha cobrado de 5 mil a 20 mil dólares por asesorías y tramitaciones de solicitud de asilo a venezolanos
Carlos Álvarez Molina, un abogado chupasangre de las cuestiones migratorias, comentó para un medio lo intrincado del asunto y las solicitudes de "asilo político" que pululan por parte de venezolanos en EEUU: "Es un proceso sumamente complicado, durante el cual se debe demostrar fehacientemente que se corre peligro de vida si se regresa al país de origen y, en estos tiempos, los servicios de inmigración están rechazando mucha gente. Venezuela no es una excepción y, pese a la violencia (en Venezuela), Estados Unidos todavía lo considera un país democrático".
Uno de los "argumentos más sólidos" con los que los venezolanos solicitan el asilo es el de aparecer en la famosa "Lista Tascón", argumentando que con aparecer en ella los escuálidos están excluidos (claro, cómo no, sobre todo de los carros Chery y puestos de trabajo) y "bajo amenaza latente". Una de las varias taguaras escuálidas del oposicionismo mayamero es "Venezuela Awareness". Han dicho que desde el año pasado las solicitudes han aumentado dado que en 2014 el congresista por el Partido Demócrata Joe García elevó ante Obama una solicitud de estatus especial para los venezolanos, "pero nada más. La cosa se quedó ahí, en un simple pedido", ha dicho Patricia Andrade, vocera de esa organización.
La cuestión es que el negocio ha sido tan lucrativo que han pululado los abogados choros y los "amigos gestores" en Miami y Caracas. Señala Andrade: "Abogados y supuestos notarios se han agarrado de esas declaraciones y han salido a la calle diciendo que todo venezolano tiene derecho al asilo, cuando la verdad es que nada ha cambiado. El asilo político es un proceso igual para cualquier nacionalidad, los requisitos no han cambiado para nadie".
La cuestión es que estas organizaciones y "amigos gestores" reciben el dinero de venezolanos "para que les otorguen y procesen documentaciones que están disponibles en internet de manera gratuita y que el mismo solicitante puede procesar personalmente de manera gratuita". Sucede que una de las varias razones por la cual los venezolanos prefieren pagar, es por no dominar el inglés o por no entender al mínimo la burocracia gringa. Un ejemplo de ello es que en la propia página de Orvex aparece un link donde dice: "Adquiera hoy mismo su paquete de DDHH para soporte de Solicitudes de Asilo Político Venezolano".
Luego estos venezolanos van procesando su solicitud por gestiones de sus "abogados de migración". Estos les cobran por cada trámite burocrático que efectúan, hasta que llega el momento de la decisión por parte de las instancias migratorias. Y como es de esperarse, terminan en instancias legales sin lograr sustentar que en Venezuela serán encarcelados y fusilados por el rrrrégimen. Para los servicios migratorios en EEUU ya es sabida esta práctica, entienden que hay un enorme negocio de fraude tras ella. Y como suele pasar cuando de "la migra" se trata, al procesar la solicitud de asilo, si el solicitante no logra probar su situación, es inmediatamente detenido para luego ser deportado.
Luego de deportados, no hay posibilidades de reclamos a los "amigos gestores", que recibieron dinero y que garantizaban conseguir el asilo político.
#SOSObama, estop de deporteichons plis
Según el censo gringo de 2012, en ese país hay 259 mil venezolanos que residen legalmente allá, cifra que seguramente ha aumentado y que se estima que hoy anda por los 350 mil, sumando a los venezolanos ilegales. Muchos podrían argumentar que la amenaza de la deportación los lleva a intentar violentar el servicio migratorio gringo, pero no es así.
Sólo 153 venezolanos fueron expulsados de la tierra de Miqui Maus en 2014, formando parte ellos de los 315 mil 943 deportados que EEUU expulsó de su "sagrado suelo de pluralidad y libertad". Por relación estadística, es obvio que los venezolanos no son "un problema migratorio" para EEUU. De hecho, según cifras del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE), lo cierto es que la cifra va en franco descenso desde 2011. Sin dudas, hay preferencias migratorias no declaradas para los venezolanos en EEUU.
La sinvergüenzura de querer quedarse allá (entrando violando leyes) y la de no volver a su país con el rabo entre las piernas no está justificada por la deportación. En 2014 un grupo de venezolanos se apostaron en la Casa Blanca pidiendo que se prolongue una medida migratoria (Dreamers) que evitaría la deportación de 3 mil 900 venezolanos (poco más del 1% de los venezolanos que allá están).
Hay preferencias migratorias no declaradas para los venezolanos en EEUU
La cosa hizo una bulla tremenda, en relación al volumen de personas que se verían afectados. Mientras miles de mexicanos, guatemaltecos y hondureños (miles de ellos, niños y niñas) son expulsados diariamente con sepulcral silencio, la prensa mayamera y latinoamericana, con CNÑ en primera línea, cubrieron la historia de los "pobres venezolanos que tendrían que regresar al comunismo" en lo que era una concentración de escuálidos frente a la oficina de Obama, con gorritas tricolor y todo.
Sólo en Ciudad Doral, en el estado de Florida, residen 120 mil venezolanos. Es allí donde están radicados muchos de los puntos de envío de las remesas venezolanas que salen a EEUU. En blogs y sitios web de venezolanos en Miami pueden leerse historias de venezolanos que viven con el apoyo de amigos y familiares ante su situación de irregularidad. Algunos "sobreviven realizando trabajos esclavistas o denigrantes" que no realizan en Venezuela.
Uno de esos sitios web es "Mudándote de Venezuela a Miami", donde aparece la historia de un señor de 59 años quien fuera un exitoso comerciante venezolano, que siguiendo a su mujer escuálida que le "insistió demasiado" en que debían irse del país, terminó de ilegal en la Florida y se gana la vida como subpagado no reconocido laboralmente "recogiendo mierda de perro en un parque".
Poner mal al país por una Green Card
Practicar la viveza criolla en Gringolandia envía un mensaje terrible a los migrantes del mundo que van hasta la tierra de las hamburguesas y las papas fritas: los venezolanos son unos tramperos profesionales que, incluso teniendo hoy preferencias migratorias en comparación con migrantes de otros países, quieren pasarle por encima a los demás migrantes violentando y cometiendo fraudes a punta de realazos. Ya la fama es internacional, casi como la de los raspacupos.
Pero preguntémonos: ¿quiénes hacen esa marramucia? Por relación estadística electoral podemos saber quiénes son: los venezolanos facultados para votar en EEUU votan en un 96% por la oposición venezolana.
Hay demasiados hechos que indican que la clase media opositora trampera y malviviente de Venezuela es expresión de una profunda decadencia política. Los ejemplos son incontables. Pero analizando la sinvergüenzura en su amplio espectro, deberíamos preguntarnos: esos dólares, esos billetes metidos en los bolsillos de abogados chupasangre mayameros, esos reales con los que tantos quieren cometer fraude, con los que algunos se quieren pagar su asilo político, ¿no serán dólares sustraídos fraudulentamente de la economía del país del cual intentan huir? ¿Se entiende el tamaño de la desfachatez de esta gente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario