viernes, 31 de enero de 2020

Aída Merlano: Mochilera de votos desde su época de quinceañera



Usurpación de identidad, uso de documento falso, y asociación para delinquir, fueron los tres delitos que imputó, el martes, el Ministerio Público a la exsenadora colombiana Aída Merlano, capturada por efectivos de Seguridad venezolanos, un día antes, en el sector El Milagro de la ciudad de Maracaibo, estado Zulia.
Merlano es doblemente conocida, la primera por estar implicada con red de compra de votos en las elecciones legislativas colombianas, celebradas en marzo de 2018, y la segunda por la fuga “de película” que protagonizó el 1 de octubre pasado, cuando bajó por una soga y se subió a una moto, aprovechando una visita al dentista cuando cumplía una condena de 15 años de prisión por fraude electoral en la cárcel del Buen Pastor, en Bogotá.
La exsenadora, miembro del sector conservador y de derecha, de Colombia, se crió en el barrio Buenos Aires de Barranquilla, donde con 15 años se convirtió en mochilera de votos de los políticos corruptos de su departamento y su ciudad, recogió, en octubre de 2019 el portal colombiano Las 2 Orillas, fuente que agregó que con intrigas y mentiras sirvió a sus padrinos políticos del Caribe: los Char y los Gerlein.
“Merlano trabajaba para el Clan Gerlein y lo que se dice en Barranquilla es que fueron ellos los creadores del llamado TLC: ‘tejas, ladrillo y cemento’, que entregaban en sectores populares a cambio de votos”, dice Laura Ardila, periodista de La Silla Caribe, recogió el diario neogranadino El País, en octubre del pasado año.
En 2018 fue elegida al Senado para el período 2018-2022, pero no asumió el cargo acusada de fraude electoral. El mismo día que ganó las elecciones, el 11 de marzo de 2018, la casa que albergaba su campaña —la famosa Casa Blanca de Barranquilla- fue allanada; en el lugar, la Fiscalía halló 268 millones de pesos en efectivo, y dos documentos incautados que dan cuenta de que en la campaña se habrían invertido más de 1.730 millones de pesos, cuando el tope máximo de gasto permitido era de 884 millones, refirió, en septiembre de 2019, Semana.
Las autoridades también descubrieron cajas enteras con los registros de los votos comprados y un moderno sistema digital para llevar el control de los sufragios amañados y los respectivos pagos, incluyendo, rubros por “subsidio de transporte”, agregó la fuente.
Un psicólogo forense, experto en realizar perfiles criminales, Belisario Valbuena, dijo en una entrevista a CaracolTV, en octubre de 2019, que Merlano, “no solamente es una persona narcisista, por el nivel que ha logrado en la parte política de la costa Atlántica, sino que, además, es manipuladora, es maquiavélica y hay incluso algunos rasgos de tipo psicopático que le permiten no medir las consecuencias de lo que está haciendo”.
En abril de 2018, Merlano fue recluida en la cárcel El Buen Pastor, de Bogotá, luego que el Consejo de Estado decretara su pérdida de investidura. Fue condenada a 15 años de prisión, en septiembre de 2019, por los delitos de concierto para delinquir agravado, corrupción al sufragante y tenencia ilegal de armas, reseñó en esa oportunidad El Heraldo.
Diario Vea
Scarlett Kirian

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