viernes, 4 de octubre de 2019

EL CRIMEN DE DOS EXSOLDADOS ESTADOUNIDENSES PARA FINANCIAR UNA OPERACIÓN ARMADA EN VENEZUELA

Los exsoldados del ejército estadounidense Craig Lang y Alex Zweifelhofer asesinaron a una pareja en Florida durante una venta de armas para unirse a lo que consideraban la "resistencia armada" en Venezuela.
Serafin Lorenzo y su esposa Deana fueron baleados varias veces cuando iban a realizar una compra de armas por 3 mil dólares en efectivo en el condado de Lee; con ello comprían cuatro Glocks, dos pistolas de 9 mm y nueve rifles de alta potencia. Los exsoldados fueron arrestados y fiscales federales tomaron el caso.
Según reportó el portal Konniemoments, "Craig Lang y Alex Zweifelhofer, que dejaron el ejército en sus propios términos al ser dados de baja o irse sin permiso, sirvieron juntos en el Batallón Azov, una unidad de voluntarios de extrema derecha que aceptaba combatientes extranjeros en su conflicto contra la insurrección apoyada por Rusia en la parte oriental de Ucrania".
El medio también asegura que "en 2017, el dúo intentó ingresar al sur de Sudán para luchar con el ejército de Kenia, pero fueron detenidos por funcionarios estadounidenses y enviados a Estados Unidos cuando fueron entrevistados por un oficial de Aduanas y Protección Fronteriza (...) la pareja luchó con Pravy Séktor, un movimiento paramilitar nacionalista ucraniano".
Específicamente, según el documento presentado por los fiscales encargados del caso, ambos exsoldados esperaban "participar en un conflicto armado contra la República Bolivariana de Venezuela". El armamento que sería robado a Serafin Lorenzo y su esposa Deana sería utilizado para este cometido.
Sobre esto, Konniemoments destaca que "los investigadores que revisaron el historial de búsqueda en Internet de Zweiferlhofer revelaron que había investigado formas de introducirse de contrabando en América del Sur, y que, según los informes, estaba buscando una escena de película (sobre emboscar una camioneta) que era consistente con el enfoque táctico de los tiradores y la trayectoria de los efectos de disparo representados en la película".
Aunque pudiera pensarse que este hecho es aislado, en realidad no lo es. La propaganda bélica contra Venezuela, desarrollada a nivel de la industria cultural (series como Jack Ryan, juegos de videos y otros productos), pero también con las constantes amenazas de intervención de los halcones de la Casa Blanca, han traído como resultado que Venezuela se proyecte como un escenario apetecible para mercenarios y contratistas privadas.

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