OPINIÓN
3.NOV.2014
(A propósito del 1er Congreso de la CBST-CCP)
Por Eduardo Piñate R.
Los días 8, 9 y 10 de noviembre, o sea, el próximo fin de semana, se realizará en Caracas la plenaria final del Primer Congreso de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de la Ciudad, el Campo y la Pesca (CBST-CCP). Ocasión propicia para reflexionar sobre el papel de la clase obrera venezolana y su tarea central en la fase presente de nuestro proceso de transición al socialismo Bolivariano y Chavista.
En la etapa actual de desarrollo de la Revolución Bolivariana, podríamos decir que iniciando nuestro proceso de transición al Socialismo Bolivariano y Chavista, una de las tareas esenciales de trascendencia estratégica, es la construcción del modelo económico productivo socialista. Así está concebido en los tres planes sexenales (2001-2007, 2007-20013 –primer Plan Socialista de la Nación- y 2013-2019 –Plan de la Patria-) que nos hemos dado desde que el Comandante Supremo Hugo Chávez asumiera la presidencia de la República por primera vez en 1999. Esto evidencia dos cosas: por una parte, la conciencia que la dirección del proceso revolucionario ha tenido en el pasado y tiene hoy sobre la importancia fundamental de avanzar en la superación del modelo rentista y la construcción del modelo productivo socialista; y por el otro, los formidables obstáculos que la economía rentista, la cultura asociada a ella y el Estado burgués le oponen a su edificación. Demoler esos obstáculos para seguir avanzando es la tarea fundamental de la clase obrera venezolana en este momento.
Por otro lado, en el marco de la lucha por el poder político que hoy se libra en Venezuela como expresión más concentrada de la lucha de clases, una de las formas en las que se ha expresado la contraofensiva imperialista y burguesa contra la Revolución Bolivariana, es la guerra económica en todas sus formas; desde la especulación en el mercado de las divisas hasta el contrabando de extracción, pasando por el acaparamiento y la especulación con los precios de todos los bienes y servicios, principalmente alimentos y medicamentos. Derrotar la guerra económica es también una tarea de la clase obrera venezolana. (ver: “El Pueblo debe Derrotar la Guerra Económica”, de mi autoría publicado la semana pasada).
Para decirlo esquemáticamente: La tarea fundamental de la clase obrera venezolana es la construcción del modelo económico productivo socialista, elevando la producción y la productividad en las empresas y unidades productivas estatales, las que están bajo experiencias de control obrero y las de economía comunal; y la tarea principal es derrotar la guerra económica en todas sus manifestaciones y formas.
Ninguno de estos dos objetivos, ambos de carácter estratégico como ya hemos dicho, podrá lograrse sin el concurso pleno, en la vanguardia, de la clase obrera.
Esto es así, no sólo porque los clásicos del pensamiento marxista con Marx a la cabeza hayan planteado el papel de sujeto de vanguardia de la clase obrera para la construcción del socialismo (que dicho sea de paso, lo plantearon porque es verdad), sino porque en las condiciones histórico concretas de la Venezuela de hoy, no podremos construir ese modelo productivo socialista si la clase obrera no se asume como productora y no simplemente como asalariada; y eso implica un salto de la conciencia reivindicativa y economicista a la conciencia política revolucionaria, es decir de la posición defensiva que reproduce ideológica y materialmente al capitalismo a la posición ofensiva que conduce a la destrucción de la dominación del capital.
Tampoco podremos derrotar la guerra económica atacándola sólo en la esfera de la distribución (fiscalización a comercios y con las comunidades dirigidas por la SUNDDE) lo cual es sumamente importante, pero insuficiente: Debemos atacarla también desde la esfera de la producción, desde la fábrica, desde la empresa y ahí es insustituible la clase obrera, pues son los trabajadores y trabajadoras quienes saben lo que se produce, cuánto se produce, dónde se produce, el tamaño de los stock, dónde están los almacenes en los que se acaparan los bienes, etc.
El primer Congreso de la CBST-CCP debe ser un punto de partida para esta nueva conciencia de la clase obrera venezolana, conciencia para la ofensiva revolucionaria de la clase y de todo el pueblo, que la sitúa a la vanguardia de las clases y sectores sociales interesados en la revolución socialista, Bolivariana y Chavista.
Caracas, 2 de noviembre de 2014
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