Antonio Paez / 27 de febrero de 2020
Con representantes de la ex Nueva Mayoría, Piñera promulgó su tan ansiada reforma tributaria. La iniciativa contempla beneficios para las grandes empresas, impuestos a plataformas digitales y la integración de la boleta electrónica que reforzará el pago de impuestos a los sectores medios y empobrecidos.
Durante la jornada de este martes, el gobierno logró promulgar la reforma tributaria que venia negociando desde el estallido social.
La ley que contempla beneficios para las grandes empresas bajo la nominación de la “depreciación acelerada”, les permite a las empresas descontar impuestos para “renovación” de maquinaria sin que esto realmente suceda, es decir, es solo un juego contable para no pagar impuestos.
Por eso cuando el gobierno habla de una “agenda pro-inversión” y se mencionan que US$1000 millones que quedarán libres para invertir, en realidad estos van al bolsillo de los empresarios o lo fugan al extranjero a sus cuentas OffShore.
Una suba simbólica para los ricos.
El gobierno ha dicho que esta reforma representa un alza en los impuestos sobre los segmentos más ricos del país.
El aumento de un 35% a un 40% en el impuesto a las rentas más altas es una burla considerando que muchas veces los verdaderos ricos del país (ese 1% que posee más del 26% de la riqueza de todo el país) tienen ingresos patrimoniales que no serán contabilizados para el cobro de este impuesto ni tampoco en el cobro de bienes raíces o inversiones en el extranjero.
IVA contra los pobres y para plataformas digitales
En el transcurso del debate y con muy bajo perfil por parte de las autoridades y la oposición, se discutió la integración de los impuestos en el pago de plataformas digitales como Netflix o Spotify que afectarán a quienes usen este tipo de aplicaciones.
También se incluyó la boleta electrónica obligatoria para el cobro del IVA, es decir se fortalece un impuesto regresivo que afecta a los sectores de menos ingresos quienes deben pagar un mayor costo en proporción a sus ingresos, esto especialmente para el consumo de bienes de primera necesidad. Esta medida recauda más del 40% de lo proyectado por la reforma.
Hay que terminar con el IVA y todos los impuestos contra el pueblo trabajador e imponer impuestos progresivos a las grandes empresas y fortunas para financiar todas las demandas que se han planteado en las calles.
Izquierda Diario*
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