LUIS AUGUSTO GRATEROL HERNANDEZ
188 países se equivocan y solo dos están en lo correcto. Hubo Tres que se lavaron las manos como Pilatos. Esa "equivocación" universal no fue suficiente para que Cuba no siguiera arrastrando un bloqueo tan criminal como las dos bombas nucleares sobre Japón.
Sobre esta violación al derecho internacional no comentan ni analizan los negocios noticiosos de Occidente. Solo mencionan la noticia de manera genérica, sin ningún tipo de valoración ética ni moral. Solo cuando la "violacion" es de Rusia, China y el resto de las países en el "eje del mal" (Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Brasil, Argentina, Irán, Bielorusia), estas empresas mercaderes de la información, se extienden en las mayores profundidades analíticas que puedan haber. Claro está, siempre los analistas son opositores comprobados a los país es que se "analizan".
Casos concretos; CNN en español tiene a los tres más rancios dinosaurios del periodismo canibalista, amarillista y guebeliano que pueda existir para los análisis políticos a los países del "eje del mal", como son el irrepetible Carlos Alberto Montaner, el infame hiper conservador y enemigo de Latinoamérica Otto Reich y el campeón de la ironía reaccionaria y conservadora Andrés Openhaimer. El resto del elenco que se divide entre el comentario político, económico, cultural y hasta el farandulérico, se distribuye en emergentes e ilustres analfabetos funcionales como Xavier Serbiá, un ex integrante de Menudo, que perdió la fortuna por no saber administrarla y ahora es experto asesor financiero y experto en despotricar de nuestras economías, Ismael Cala, un asesor en crecimiento personal con desórdenes mentales que le han seguido toda la vida. Fernando Del Rincón, un arrogante periodista mexicano acusado y convicto varias veces por violencia familiar, e incluso por violencia en el medio de trabajo donde sus broncas con la Janiot ya no se ocultan, y la inconfundible Patricia Janiot, una ex reina de belleza y modelo colombiana reconocida como crítica del presidente Chávez aun antes de éste ser presidente, por nombrar los más conocidos.
Estas caras aparentemente más frescas que los primeros tres dinosaurios mediáticos, son los encargados del proceso desinformativo rotativo, continuo y sistemático. La construcción continuada y recurrente de las "verdades" virtuales fundamentadas en la sarta diaria de mentiras y medias verdades que sirven de fundamento para satanizar a todos los procesos y a los sujetos políticos de las países del "eje del mal", para criminalizar sus acciones, para ridiculizar las medidas populares tildándolas de populistas y/o marxistas leninistas, para exagerar los problemas sociales que verdaderamente existen en aquellos y, lo peor de todo, para conspirar abiertamente con el fin de lograr la ruptura institucional de esas repúblicas soberanas y la cesación en el poder de aquellos líderes, elegidos popularmente, a costa de lo que sea y por cualquier vía menos la democrática.
El complemento de este trabajo de laboratorio siempre cuenta con la participación de notables invitados, a los que siempre les endilgan características de "expertos" o académicos, y a quienes , incluso, les mencionan sus curriculums para realzar sus experiencias y "experticias". Tales son los casos, por ejemplo, del ya mencionado enemigo de Latinoamérica Otto Reich, del mega corrupto ex gobernador y ahora "eterno" embajador Diego Arria, del "experto" académico en en economía y ex ministro de Carlos Andrés Pérez, Moisés Naím, de la vedette y artista ex venezolana, ahora bautizada como "activista de los derechos humanos", María Conchita Alonso, y tantos otros enemigos abiertos del proceso venezolano, algunos prófugos de nuestra justicia y otros auto exiliados, a quienes el generoso gobierno del Norte, les ha concedido el derecho humanitario de "refugiados". Esta pléyade de personajillos son el elenco usado por CNN, FOX, RCN tantas otras empresas del complot informativo mundial para complementar los procesos donde la mayor víctima es la verdad y donde el mayor beneficiario es el capital y el nuevo orden mundial.
Estos procesos desinformativos, inmorales en su naturaleza, son los mismos que condenan, por ejemplo, la participación de Rusia en el proceso mediante el cual, el Kremlin apoyo el movimiento popular en Donetsk, pero que aplauden la injerencia norteamericana en Afganistán, Iraq, Libia y Siria, con apoyo en recursos bélicos y financieros a mercenarios profesionales y barbaros y asesinos como los que destrozaron Libia y cometieron el crimen más barbárico contra un jefe de estado jamás perpetrado y con saña y alevosía, transmitido por esa televisión amarillista y morbosa en vivo.
De igual forma lo hacen con Venezuela cada vez que un delincuente político es procesado por crímenes y asesinatos, como es el caso de Simonovis o Leopoldo López, calificando a nuestra justicia como dictatorial y controlada por el gobierno. Sin embargo, en el caso de los cinco cubanos presos en los EE.UU. mediante unos procesos, a todas luces amañados y abiertamente políticos, nada se dice. El caso más reciente lo constituye el del joven afroamericano Michael Brown, aun desarmado y en señal de rendición, asesinado por el policía blanco Darren Wilson, pero que la justicia norteamericana consideró no juzgarlo. ¿Que dijeron los grandes medios de difusión sobre ese caso? ¡Nada! Solo se limitaron a mostrar algunos los saqueos aislados, que si fueron criminalizados y "analizados", pero las organizadas y pacificas manifestaciones del dolido pueblo de Fergunson, Missouri, fueron prácticamente invisibilizadas por estos medios que solo se han limitado a señalar tecnicismos y veleidades, como las que comentaba Fernando del Rincón en un reportaje el día 24, cuando estuvo más de 20 minutos tratando de conocer si el gas lanzado por los policías era lacrimógeno o de "despeje" para dispersar a los manifestantes y "saqueadores".
Casos como los anteriores, que comprometen seriamente y ponen en duda la legitimidad de las acciones de formas de justicia y de gobierno en EEUU y en países amigos de ellos, sobran a granel y no tendríamos espacio ni tiempo para referirlos en este ensayo. Solo para referir los más emblemáticos y donde los grandes medios se hacen de la vista gorda, tenemos al tratamiento informativo que la masacre de Ayotzinapa ha tenido por parte de estos mercaderes "noticidas".
Jamás veremos en estos medios, por ejemplo, que hay mas detenidos de parte de los estudiantes y pueblo en general manifestante, que de parte de los sospechosos de haber participado en la masacre de los 43 estudiantes de Iguala. Hasta el 24 de los corrientes, habían más de 200 arrestados en todo el país, de los cuales 11 fueron trasladados a prisiones de máxima seguridad, puestos en celdas incomunicadas con cargos de terrorismo e intento de homicidio , incluso un artista chileno que corría bicicleta cerca de una concentración fue detenido y acusado de terrorismo. Ningún medio de los grandes le dio cabida a detalles tan importantes como los anteriores, aunque todos sus corresponsales están en los sitios de los acontecimientos.
Otros impactantes hechos sobre esta nueva masacre, de las muchas que han ocurrido en México, solo los hemos conocido a través de medios alternativos, de los cuales TELESUR, tiene la exposición con más alcance, aunque vetado en EE.UU. y en muchos otros países del hemisferio. En el mismo EE.UU. en el mes de noviembre solamente, dos personas inocentes fueron asesinadas por policías en el ejercicio de sus labores. Un niño de doce años en Cleveland que tenía una pistola de juguete fue acribillado por dos policías. En el mismo Cleveland una mujer esquizofrénica fue tirada violentamente contra el pavimento por un oficial de policía, quien no encontró otra forma de controlarla sino disparándole hasta la muerte. Busquen esas dos terribles noticias en los grandes medios noticiosos de estas empresas mercaderes de la información, y verán que cobertura recibieron.
Esta historia siniestra tiene la mampara legalista lograda con el proceso desinformativo de las empresas que manipulan las noticias para defender los grandes intereses y que cuenta con el apoyo de los poderosos de Occidente agrupados en órganos multilaterales controlados por los EE.UU., verbigracia, la OTAN, el G-8 , la devaluada OEA y la misma ONU como institución que tiene el concurso de todos los países del planeta, pero no el poder de la mayoría de ellos sino el de la minoría de los grandes miembros permanentes del Consejo de Seguridad de ese órgano. A la gran mayoría, los 188, que buscaban justicia para Cuba, como ya reseñamos al principio, los EE.UU. les respondió con el látigo de la arrogancia.
Esta estrategia continuada y hegemónica de los EE.UU. sobre Latinoamérica y sobre todo aquel gobierno que no obedezca a sus mandatos, no es nueva, solo que en esta era de la globalización informativa, las armas de dominación han cambiado y se han diversificado. Una de ellas es el aparato de propaganda política, que ahora no se opera desde las oficinas de la CIA sino que se ha trasladado a los estudios de muchos canales de televisión y radios y a las rotativas de muchos medios impresos. En este sentido CNN es punta de lanza entre muchos medios internacionales de la misma calaña, y opera con una pauta bien definida y financiada por oscuras fuentes de las que poco o nada se sabe.
En el caso venezolano, ese gran aparato de propaganda está representado por un importante sector de la oposición; que, sintiéndose con fuerza financiera y mediática yendo un paso más allá de su derecho a protestar, destruyó la propiedad, asesinó inocentes, y violó infinidad de leyes. Para tales fines, CNN vino expresamente con la tarea de victimizar a estos criminales, endilgándoles el epíteto de "presos políticos"; en contraste, esta empresa multinacional privada y especialista de la desinformación, se dio a la tarea de satanizar al gobierno y tildarlo de represivo en su acción de resguardar el orden público. El eco de estas mentiras mediáticas, que obedecen a un plan arteramente orquestado en contra de lo que no se arrodilla al poder hegemónico del Tío Sam, ha traspasado el umbral noticioso nacional y se ha convertido en tendencia muy negativa para el gobierno venezolano con consecuencias altamente desastrosas para nuestra reputación y para nuestra economía a nivel mundial, que ya comienza a ser sancionada desde varios frentes, especialmente, desde los EE.UU.
En nuestro país, desde hace más de 15 años la conspiración opositora ha tratado de lograr, capitalizando el daño mediático causado en esta guerra sin cuartel, la condena de la OEA, y en cierta forma, ha podido capitalizar el favor de los últimos secretarios generales, quienes de no ser por la dignidad de la mayoría de los Estados miembros latinoamericanos y del CARICOM , desde hace mucho hubieran caído en la tentación de aplicar la carta democrática a Venezuela, solo con el teatro montado por nuestros distinguidos conspiradores con el tema de la violación de los derechos humanos y la desgracia de su ex relator, el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Santiago Cantón, el mismo que el 12 de abril de 2002, recibió una solicitud de medidas cautelares a favor del presidente, pero en lugar de otorgarlas, éste se limitó a solicitar al canciller de facto, José Iturbe Rodríguez, información sobre el "señor" Chávez reconociéndolo, además, como un "excelentísimo canciller". Todo esto sazonado con la voces de los medios de comunicación, aparte de los ya mencionados, miembros de la SIP (Sistema interamericano de prensa), una tenebrosa organización que se atribuye la justicia y la vocería de la prensa libre del continente, pero que en realidad no es mas que un cenáculo de empresarios voraces para quienes la información es una mercancía y que también está inoculado del plan rector que venimos mencionando.
En relación con el tema referido al inicio de este artículo, donde casi todo el planeta entero le dijo a los EE.UU. por las vías legales internacionales, que el embargo a Cuba es injusto e inhumano y que debería ser levantado, solo imaginemos por un momento que una resolución similar fuera aplicada a nuestro país. El combo "noticida" compuesto por la conspiración internacional encabezada por CNN en sus diferentes versiones, hubiera hecho un festín con la especie noticiosa. Me imagino a Otto Reich, Openhaimer y Montaner comandando a sus discípulos de CNN en español, a bombardear los espacios electrónicos y hertzianos en contra nuestro país. Más atrás siguiéndolos como hipnotizados, toda la jauría criolla de periodistas tarifados y conectados con todo lo que sea anti venezolano.
En el caso cubano, nada paso. La resolución contó con 188 votos a favor, dos votos en contra y tres abstenciones, y aunque todos coincidieron en calificar la política estadounidense como "inmoral e injustificada" e insistieron en que la misma viola la Carta de las Naciones Unidas, afirmando que el bloqueo de EE.UU. viola la legislación internacional, la justicia y los derechos humanos ya que retrasa el crecimiento económico y social de la nación caribeña, CNN mencionó muy escuetamente la noticia y los medios norteamericanos ni lo mencionaron, salvo algunas excepciones. La prensa latinoamericana, con la excepción de TELESUR y el SIBCI en Venezuela, lo reseñó muy brevemente y los que elaboraron más sobre el tema, lo hicieron para criticar la "equivocación" de 188 países. ¡Que sistema tan justo!