miércoles, 15 de julio de 2015

Líquido amniótico repara daños causados por quemadura de córnea




Investigadores del Ivic probaron eficacia de la terapia

Sustancias inhibitorias del crecimiento y de la respuesta inmunitaria son responsables de la mejoría


Altos de Pipe, 14 de julio de 2015 (Mariel Cabrujas).-

Aproximadamente 600 mililitros de líquido amniótico protegen al bebé de lesiones externas durante su estadía en el vientre materno y le proporciona las condiciones ideales para su crecimiento. Además de estas funciones originarias, posee sustancias y nutrientes capaces de sanar y clarificar la vista en el caso de las quemaduras de córnea.

El nuevo potencial fue identificado por especialistas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic). El equipo probó la terapia en estudios preclínicos basándose en los resultados de uno de los tratamientos más efectivo empleado hasta el momento para aliviar estas quemaduras, y que consiste en la aplicación de la membrana amniótica de la placenta humana en el área afectada. Las propiedades regenerativas y su capacidad para controlar la inflamación han convertido a este tejido en un aliado en diversas terapias oftalmológicas.

“Pensamos que si el líquido amniótico es producido en la placenta, también podría causar el mismo efecto en la córnea sin someter al paciente a la intervención quirúrgica y la incomodidad que supone la colocación de la membrana en el ojo”, destacó la investigadora del Ivic y responsable del proyecto, Beatriz Brito.

El estudio preclínico demostró que las sustancias presentes en el líquido amniótico a término, es decir el resultante en el momento del parto, son capaces de inhibir la respuesta inmunitaria, así como controlar el paso de las células inflamatorias a los tejidos afectados y la formación de vasos sanguíneos.  Estas acciones son favorables para contrarrestar los daños ocasionados por la quemadura de córnea, pues evitan la inflamación.

La córnea es la capa transparente más externa del ojo y cumple dos funciones importantes: protegerlo de agentes externos y permitirle enfocar las imágenes para observarlas nítidamente. Cuando ocurre un daño en ella, el tejido se inflama y las células de los vasos sanguíneos provenientes de zonas cercanas a la córnea migran hacia la región afectada, provocando un deterioro irreversible evidenciado principalmente en la pérdida de la nitidez de la vista.

Las quemaduras de córnea son producidas por la exposición a sustancias alcalinas como la cal, la lejía, los limpiadores de cañerías y el hidróxido de sodio. Estos accidentes suelen ocurrir en la población joven y activa en el mercado laboral. Por ello, encontrar soluciones eficaces y prácticas a este problema de salud evita la incapacidad y mejora la calidad de vida de quienes lo sufran.

Tratamiento a prueba 

Para evaluar el funcionamiento del líquido amniótico humano como tratamiento a las quemaduras corneales, los investigadores elaboraron un modelo de experimentación animal con conejos, cumpliendo con el protocolo exigido por el Código de Bioética para Investigación de Animales del Ivic.

El estudio probó la potencialidad de esta sustancia a término- proveniente de cesáreas de mujeres sanas- y a los tres meses de embarazo, extraído durante el procedimiento médico de la amniocentesis. En ambos casos el líquido era trasladado al laboratorio donde se centrifugaba con la intención de eliminar las células presentes y se congelaba para evitar la pérdida de las propiedades. Las muestras seleccionadas pertenecían a madres distintas, a fin de garantizar la confiabilidad de los resultados.

El tratamiento fue colocado en gotas cada tres horas durante los primeros cuatro días. Posteriormente fue administrado tres veces cada 24 horas hasta finalizar las tres semanas establecidas.

En este lapso los resultados garantizaron la eficacia exclusiva del líquido a término, es decir a partir de la semana 38 del embarazo. “El cambio es fantástico, 70% de los animales presentaron clarificación en la córnea. Gracias a estas conclusiones decidimos realizar el mismo protocolo pero empleando el líquido amniótico de ratas y encontramos que también es efectivo en el nuevo modelo”, aseguró Brito.

La mejora observada en la córnea de los animales permaneció en el tiempo, a pesar de suspender las gotas después de los 21 días indicados. El aporte que este tratamiento representa al avance de la medicina y a la mejora de la salud oftalmológica valió el otorgamiento en 2008 de una patente a nombre de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, institución que financió parte de los estudios y requisitos legales. El aporte de la investigadora del Ivic fue reconocido en la patente internacional, tal como ocurre en el registro ante la Oficina de Patentes Europea en Holanda.

En este proyecto Ivic también participaron las profesionales asociadas a la investigación de la institución, Geraldinee Bernal y Eva Salazar; la técnico asociada a la investigación, Leslie Baute; la estudiante de especialización en oftalmología del Hospital Dr. Francisco Risquez de Caracas, Adriana Barón y su tutor clínico, Ashley Behrens, del Wilmer Opthalmological Institute, Johns Hopkins University (Estados Unidos).

El futuro: La aplicación

Sustancias comprometidas con la inhibición del crecimiento y de la respuesta inmunitaria presentes en el líquido amniótico, podrían estar relacionadas con la mejoría de la córnea. “Pensamos que hay factores que impiden el desarrollo de los vasos sanguíneos. Si detenemos al sistema inmunitario ya no tenemos inflamación y eso es vital en esta patología”, indicó la investigadora del Ivic.

Además de estos componentes identificados, los especialistas trabajan en caracterizar el resto de los elementos involucrados que contribuyen en el proceso de regeneración del tejido.

Una vez determinada la concentración de cada una de las sustancias encontradas será posible realizar una formulación para replicarla, sin tener que recurrir al líquido proveniente de la placenta. De esta forma, se reduce el riesgo biológico que implica  la manipulación del líquido amniótico.

“La separación y caracterización de los componentes abre otra opción terapéutica. Hay tratamientos de antibióticos y antiinflamatorios usados tradicionalmente para otras patologías de la visión, que también podrían combinarse con el líquido amniótico para contribuir con la mejoría”, sugirió Brito.

De igual manera, los investigadores pretenden evaluar si las condiciones iniciales de salud influyen en el grado de clarificación de la córnea tras administrar la terapia. En la actualidad la patente de este estudio reposa a la espera de las industrias farmacéuticas que se interesen por realizar los estudios clínicos pertinentes y comercializar el tratamiento.




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