Investigadores del Ivic probaron eficacia de la terapia
Sustancias inhibitorias del crecimiento y de la respuesta
inmunitaria son responsables de la mejoría
Altos de Pipe, 14 de julio de 2015 (Mariel Cabrujas).-
Aproximadamente 600 mililitros de líquido amniótico protegen
al bebé de lesiones externas durante su estadía en el vientre materno y le proporciona
las condiciones ideales para su crecimiento. Además de estas funciones
originarias, posee sustancias y nutrientes capaces de sanar y clarificar la
vista en el caso de las quemaduras de córnea.
El nuevo potencial fue identificado por especialistas
del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic). El equipo probó
la terapia en estudios preclínicos basándose en los resultados de uno de los
tratamientos más efectivo empleado hasta el momento para aliviar estas
quemaduras, y que consiste en la aplicación de la membrana amniótica de la
placenta humana en el área afectada. Las propiedades regenerativas y su
capacidad para controlar la inflamación han convertido a este tejido en un
aliado en diversas terapias oftalmológicas.
“Pensamos que si el líquido amniótico es producido en
la placenta, también podría causar el mismo efecto en la córnea sin someter al
paciente a la intervención quirúrgica y la incomodidad que supone la colocación
de la membrana en el ojo”, destacó la investigadora del Ivic y responsable del
proyecto, Beatriz Brito.
El estudio preclínico demostró que las sustancias
presentes en el líquido amniótico a término, es decir el resultante en el
momento del parto, son capaces de inhibir la respuesta inmunitaria, así como
controlar el paso de las células inflamatorias a los tejidos afectados y la
formación de vasos sanguíneos. Estas
acciones son favorables para contrarrestar los daños ocasionados por la
quemadura de córnea, pues evitan la inflamación.
La córnea es la capa transparente más externa del ojo
y cumple dos funciones importantes: protegerlo de agentes externos y permitirle
enfocar las imágenes para observarlas nítidamente. Cuando ocurre un daño en
ella, el tejido se inflama y las células de los vasos sanguíneos provenientes
de zonas cercanas a la córnea migran hacia la región afectada, provocando un
deterioro irreversible evidenciado principalmente en la pérdida de la nitidez
de la vista.
Las quemaduras de córnea son producidas por la
exposición a sustancias alcalinas como la cal, la lejía, los limpiadores de
cañerías y el hidróxido de sodio. Estos accidentes suelen ocurrir en la
población joven y activa en el mercado laboral. Por ello, encontrar soluciones
eficaces y prácticas a este problema de salud evita la incapacidad y mejora la
calidad de vida de quienes lo sufran.
Tratamiento a prueba
Para evaluar el funcionamiento del líquido amniótico humano
como tratamiento a las quemaduras corneales, los investigadores elaboraron un
modelo de experimentación animal con conejos, cumpliendo con el protocolo
exigido por el Código de Bioética para Investigación de Animales del Ivic.
El estudio probó la potencialidad de esta sustancia a
término- proveniente de cesáreas de mujeres sanas- y a los tres meses de
embarazo, extraído durante el procedimiento médico de la amniocentesis. En
ambos casos el líquido era trasladado al laboratorio donde se centrifugaba con
la intención de eliminar las células presentes y se congelaba para evitar la
pérdida de las propiedades. Las muestras seleccionadas pertenecían a madres
distintas, a fin de garantizar la confiabilidad de los resultados.
El tratamiento fue colocado en gotas cada tres horas
durante los primeros cuatro días. Posteriormente fue administrado tres veces
cada 24 horas hasta finalizar las tres semanas establecidas.
En este lapso los resultados garantizaron la eficacia exclusiva
del líquido a término, es decir a partir de la semana 38 del embarazo. “El
cambio es fantástico, 70% de los animales presentaron clarificación en la
córnea. Gracias a estas conclusiones decidimos realizar el mismo protocolo pero
empleando el líquido amniótico de ratas y encontramos que también es efectivo
en el nuevo modelo”, aseguró Brito.
La mejora observada en la córnea de los animales
permaneció en el tiempo, a pesar de suspender las gotas después de los 21 días
indicados. El aporte que este tratamiento representa al avance de la medicina y
a la mejora de la salud oftalmológica valió el otorgamiento en 2008 de una
patente a nombre de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, institución
que financió parte de los estudios y requisitos legales. El aporte de la
investigadora del Ivic fue reconocido en la patente internacional, tal como
ocurre en el registro ante la Oficina de Patentes Europea en Holanda.
En este proyecto Ivic también participaron las
profesionales asociadas a la investigación de la institución, Geraldinee Bernal
y Eva Salazar; la técnico asociada a la investigación, Leslie Baute; la
estudiante de especialización en oftalmología del Hospital Dr. Francisco
Risquez de Caracas, Adriana Barón y su tutor clínico, Ashley Behrens, del Wilmer
Opthalmological Institute, Johns Hopkins University (Estados Unidos).
El futuro: La aplicación
Sustancias comprometidas con la inhibición del
crecimiento y de la respuesta inmunitaria presentes en el líquido amniótico,
podrían estar relacionadas con la mejoría de la córnea. “Pensamos que hay
factores que impiden el desarrollo de los vasos sanguíneos. Si detenemos al
sistema inmunitario ya no tenemos inflamación y eso es vital en esta patología”,
indicó la investigadora del Ivic.
Además de estos componentes identificados, los
especialistas trabajan en caracterizar el resto de los elementos involucrados
que contribuyen en el proceso de regeneración del tejido.
Una vez determinada la concentración de cada una de
las sustancias encontradas será posible realizar una formulación para
replicarla, sin tener que recurrir al líquido proveniente de la placenta. De
esta forma, se reduce el riesgo biológico que implica la manipulación del líquido amniótico.
“La separación y caracterización de los componentes
abre otra opción terapéutica. Hay tratamientos de antibióticos y
antiinflamatorios usados tradicionalmente para otras patologías de la visión,
que también podrían combinarse con el líquido amniótico para contribuir con la
mejoría”, sugirió Brito.
De igual manera, los investigadores pretenden evaluar
si las condiciones iniciales de salud influyen en el grado de clarificación de
la córnea tras administrar la terapia. En la actualidad la patente de este
estudio reposa a la espera de las industrias farmacéuticas que se interesen por
realizar los estudios clínicos pertinentes y comercializar el tratamiento.
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