Mirko C. Trudeau / Resumen Latinoamericano / 4 de marzo de 2020
Ya no son sólo el presidente Donald Trump y el partido Republicano, sino que la propia cúpula del partido Demócrata trata de frenar el ímpetu del progresista Bernie Sanders, lo que quedó en evidencia en el supermartes, cuando se celebró el mayor número de elecciones primarias en un solo día, de costa atlántica a costa pacífica estadounidense.
Cinco precandidatos demócratas siguen en la pelea, en lo que se ha convertido en una pugna abierta entre la cúpula del partido, encabezada por ex funcionarios de Barack Obama y de Hillary Clinton, que respaldan al exvicepresidente Joe Biden, por un lado, y el progresista Bernie Sanders, por el otro.
Después de su triunfo en Carolina del Sur el sábado, Biden resucitó su casi moribunda campaña, en un explícito e intenso esfuerzo por cerrar filas para frenar a Bernie, quien no estaba sorprendido: “esto no es un secreto…. el establishment político se está uniendo, y hará cualquier cosa; todos se están poniendo nerviosos de que la gente trabajadora se ha puesto de pie”.
Por su parte, el presidente Donald Trump sigue desbocado pegándole a sus rivales demócratas. Muy cómodo en ese juego tomó como eje de sus críticas a Joe Biden, ex vicepresidente de Barack Obama, al que visualiza como su rival más serio a la presidencia, contra el que espera polarizar votos. “¡Guauu! Joe ´el dormilón´ no sabe dónde está o qué está haciendo. Honestamente, ¡no creo que ni sepa para qué se postula!”, tuiteó.
Trump también esbozó chanzas contra Bernie Sanders, al que (des)calificó como “Bernie el loco” y contra Mike Blooberg, el multimillonario que se presentó por primera vez en la interna demócrata durante el supermartes, luego de militar en filas republicanas.
Mientras, el banco central estadounidense (Reserva Federal) bajó la tasa de interés a un rango del 1,00 a 1,25 por ciento, por miedo a que se precipite una recesión. Igual bajaron las bolsas y la tasa del bono a 30 años tocó debajo del uno por ciento anual.
Supermartes
Este martes se celebraron primarias en 14 estados para elegir 1.357 delegados, lo que representa el 34% del total a nivel nacional. En las primarias, los votos a cada uno de los candidatos se traducen en delegados que participarán en la elección definitiva, en la Convención Nacional Demócrata de Milwakee entre el 13 y el 16 de julio.
La alianza del voto moderado contra Sanders parece haber funcionado y el exvicepresidente ha ganado en porcentaje de voto en la mayoría de los estados. Biden frena de este modo al senador progresista Bernie Sanders y los resultados consolidan la pugna por el control del partido como una lucha de dos.
Sanders llegaba el lunes como favorito en todas las encuestas, pero una alianza del voto moderado a última hora contra el senador por Vermont y la aplastante victoria de Biden en Carolina del Sur han relanzado al exvicepresidente de Obama. Los candidatos moderados Amy Klobuchar y Pete Buttigieg se retiraron de la carrera para favorecer a Biden.
Sanders ganó en California, el estado más importante del supermartes porque reparte 415 de los 1.357 delgados en juego; Colorado (36%-23%); Vermont (51%-22%); y Utah (35%-17%).
Biden ganó en Texas –el segundo gran premio de la noche por detrás de California por sus 228 delegados– con un 34% frente al 30% de Sanders; en Alabama con un 63% seguido del 17% de su rival; en Arkansas (40%-22%); Massachusetts (34%-27%); Minnesota (39%-30%); Carolina del Norte (43%-24%); Oklahoma (39%-25%); Tennessee (42%-25%); y Virginia (53%-23%).
Michael Bloomberg, que no había participado en las anteriores paradas de las primarias y que se estrenó en el supermartes (con una inversión de 500 millones de dólares en su campaña), repartió la tercera posición en los 14 estados con la senadora progresista Elizabeth Warren, a quien superó en Arkansas, California, Colorado, Carolina del Norte, Oklahoma, Utah, Texas y Tennessee. Por su parte, Warren fue tercera en Massachusetts, Minnesota, Maine, Virginia y Vermont.
En cuanto al número de delegados, el estimado es que Biden se quedará con un 44% (653) de los delegados repartidos hasta el momento, mientras que Sanders tendrá un 39% (583). Bloomberg estaría en tercera posición con un 8% (123) por delante de Elizabeth Waren, que se quedaría con un 7%.
Para convertirse oficialmente en el aspirante demócrata a la presidencia, un candidato debe obtener 1.991 de los 3.979 delegados que hay en juego. Este martes estaba en juego el 34% de esos 3.979 compromisarios.
Si ninguno de los candidatos llega a la Convención Nacional Demócrata de julio con los 1.991 delegados que marcan la mayoría en una primera votación, se celebra una segunda ronda en la que entran en juego los 771 ‘superdelegados’ –cargos del partido que pueden votar libremente a cualquiera de los candidatos–. Entonces la barrera para obtener la nominación pasa automáticamente a 2.376 delegados.
Si esa cifra continúa inalcanzable, entonces puede suceder cualquier cosa, como cambios de apoyo de los delegados cuyos candidatos no tienen opciones de ganar. En 1924 los demócratas celebraron 103 rondas de votaciones hasta que se pudo declarar un ganador.
Los triunfos de Biden en varias entidades anoche y el sábado pasado dependían de la lealtad de bases afroestadounidenses y de votantes de mayor edad, mientras Sanders depende y apuesta a movilizar sectores que no suelen participar en grandes cantidades, pero que son parte de la columna vertebral de su movimiento: los jóvenes y los latinos.
Su ventaja en las encuestas y proyecciones en estados como California y Texas reflejan eso (por ejemplo, un abrumador 84 por ciento de latinos jóvenes votaron por él en California).
*Economista del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico.
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