La guerra en el mundo ha sido persistente, y ha dejado cicatrices en todos: incluso en la naturaleza. Por eso, la beligerancia de la humanidad es un tópico en el que evitamos pensar, ya que puede abrir heridas o, más aún, crear algunas nuevas. Pero quizá sea una realidad que no es buena idea evadir, dados los costos humanitarios que sigue teniendo hasta hoy.
Un nuevo mapa, realizado por el proyecto Cost of War de la Universidad de Brown, nos muestra que la guerra sigue siendo muy vigente. Según la profunda investigación que diversas instituciones y expertos han realizado para este proyecto, el ejército de Estados Unidos está presente en 40% de los países del mundo. ¿Por qué? ¿Y qué significa esto?
Según Stephanie Savell, antropóloga del militarismo que dirige el proyecto Cost of War, todo empezó con el combate al terrorismo que EEUU impulsó tras el 11 de septiembre de 2001. Después de la invasión a Afganistán, y 17 años más tarde:
La guerra global contra el terrorismo iniciada por el presidente George W. Bush se ha vuelto realmente global, con los estadounidenses activamente dedicados a combatir el terrorismo en 80 naciones de los seis continentes.
El Departamento de Estado de EEUU ha gastado 127 mil millones en los últimos 17 años para entrenar policías, militares y patrullas fronterizas, así como en programas educativos antiterroristas y otras actividades que despliegan en los países invadidos.
480 mil personas han muerto directamente por la violencia de la guerra.
244 mil civiles han muerto como resultado de los conflictos.
21 millones de personas han sido desplazadas.
Esta experta concluye su presentación de esta cartografía bélica para la revista Smithsonian preguntándose si la guerra contra el terrorismo ha cumplido sus metas, y si éstas han valido los costos humanos y financieros.
Lo cierto es que urge terminar con nuestra cultura belicista, y encontrar nuevas y mucho más pacíficas formas de solucionar los conflictos. Eso aplica también en lo cotidiano: en lo comunitario, en lo individual y en lo espiritual, porque el verdadero campo de batalla, como enseña El arte de la guerra, está en nuestro interior.
244 mil civiles han muerto como resultado de los conflictos.
21 millones de personas han sido desplazadas.
Esta experta concluye su presentación de esta cartografía bélica para la revista Smithsonian preguntándose si la guerra contra el terrorismo ha cumplido sus metas, y si éstas han valido los costos humanos y financieros.
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