Rodolfo Koé Gutiérrez / Resumen Latinoamericano / 13 de agosto de 2019
Tras el duro revés que sufrió el domingo en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el aún presidente argentino Mauricio Macri aseguró que fue culpa de la victoria del opositor Frente de Todos (FT) el desplome de los mercados, ya que “no tienen credibilidad, y los llamó a «hacer una autocrítica», mientras algunos medios sostienen que los mercados insinúan otra posible crisis.
La del lunes, más que una caída fue un desplome. Cayeron 59 por ciento de las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, el riesgo país se disparó a 1467 puntos, se desplomó en la bolsa de Buenos Aires en 37.9 por ciento, la pérdida de bonos fue de 32 puntos porcentuales y la devaluación del peso inmensa, que llegó a cotizarse hasta 65 por dólar y cerró a casi 58, además de que se disparó el riesgo país.
El martes la cotización del dólar siguió en alza y el riesgo país trepó a 1567 puntos básicos. Luego de que millones de argentinos fueran arrojados por debajo de la línea de pobreza gracias a la megadevaluación, la diputada macrista Elisa Carrió, solicitó a su propio gobierno que tome medidas electoralistas de cara a las elecciones generales de octubre: la suba el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y una moratoria para las pequeñas y medianas empresas.
Los medios hegemónicos ayudan a crear la sensación de zozobra y hablan de que existe «una probabilidad implícita de 75 por ciento de que Argentina suspenda los pagos de deuda en los próximos cinco años, en comparación con sólo 49 por ciento al cierre del viernes, cuando hubo una operación de los medios oficialistas tratando de mostrar, con cifras falsas, que había signos de mejoría en la crisis. Pero nada alcanzó para evitar la vapuleada electoral.
El diario conservador La Nación, siguiendo el libreto macrista, señaló que el lunes poselectoral fue complejo para las 22 grandes compañías que cotizan en la bolsa local: en una sola jornada, se desvalorizaron un 54,8%, o sea 18.144 millones dólares en un día.
Para el columnista del mismo diario, Carlos Pagni, “el problema es político y no importa qué tan acertada o equivocada sea la política económica, sino que lo esencial es que perdió legitimidad. Y en un sistema democrático los gobiernos necesitan legitimidad para llevar adelante sus políticas. Este es el problema central del gobierno”.
Muchos analistas sostienen que el desbande de los mercados fue articulado desde el gobierno en un intento de apostar a un escenario desestabilizador como el de producido en Venezuela, con el fin de sembrar terror, quizá en busca de un «golpe de mercado» (difícilmente se produzca un golpe militar). En definitiva, fueron sus políticas de desregulación de los mercados y endeudamiento bestiales las que expusieron a Argentina a esta situación.
Tímidamente, en medio de su ataque a los ampliamente ganadores de las PASO, Macri dijo que había que revisar algunas medidas de su administración pero manteniéndose siempre en el modelo, y atacó al «kirchnerismo» (aunque el vencedor Frente de Todos es una alianza de varios partidos que convergieron en la unidad política), es rechazado por «los mercados» y «el mundo». La única verdad es la realidad: dos terceras partes del electorado votó para que se fuera el macrismo.
«Los mercados reaccionaron con históricas caídas este lunes al entender que se alejó la posibilidad de una relección del actual mandatario en los comicios de octubre», sostiene el diario Ámbito Financiero, que señaló que «el derrumbe sufrido por la plaza local fue de 48 por ciento y se convirtió en el segundo mayor de la historia en todos los mercados del mundo, según datos de 94 países recopilados por Bloomberg en los últimos 70 años (sólo fue superado por una caída de 61.7 por ciento en la bolsa Sri Lanka en 1989)».
La respuesta de Alberto Fernández, el candidato presidencial ganador de las elecciones primarias fue corta: «A los mercados siempre les digo lo mismo, lo único que tienen que entender es que objetivamente siempre los que han sacado las papas del fuego somos nosotros, los que siempre pagamos las deudas somos nosotros, los que siempre sacaron adelante al país somos nosotros».
Fernández recordó que cuando era jefe de gabinete del presidente Néstgor Kirchner- y.en medio de la crisis más grande vivida por Argentina en 2001-, el país salió adelante renegociando la deuda externa. “Este es un gobierno muy raro que durante cuatro años le echó la culpa de sus errores al gobierno anterior y ahora que se va le echa la culpa al gobierno que lo va a suceder. Que asuman la responsabilidad que tienen”, añadió.
Mientras en las redes sociales se difundían rumores de una huida de Macri (al estilo de Fernando de ,la Rúa, quien se fue en helicóptero ante la enorme crisis generada por su gobierno), Macri reunió de emergencia a su gabinete para estudiar las medidas a tomar, y apeló al terrorismo al señalar que va a seguir hasta la presidenciales del 27 de octubre, y también que si se confirma que el «kircherismo» gana en octubre hay mucha gente que se va a llevar el dinero del país (…) es como el fin de Argentina”, sentenció Macri.
«Quien tiene que hacerse cargo de la catástrofe de otra megadevaluación es el gobierno de Cambiemos», señaló el economista Alfredo Zaiat en Página12. «El descontrol de la paridad cambiaria y el derrumbe de acciones y bonos tienen un único responsable”, afirmó.
“No son los operadores financieros que se ocupan de lo que saben hacer, que es especular con el dólar y activos bursátiles. Tampoco son culpables la mayoría de las encuestadoras que se dedicaron a hacer lo de siempre: vender expectativas positivas al oficialismo, que maneja un billetera más abultada para comprar sondeos electorales y así intentar manipular la opinión pública», afirmó.
La desregulación total del mercado cambiario, la apertura irrestricta para el ingreso y egreso de capitales financieros, el endeudamiento desaforado y la bicicleta financiera (operación con la que inversionistas se aprovechan de un sistema de ajuste basado en controlar la inflación con altas tasas de interés) con las (bonos) Lebac, primero, y con las Leliq, después, fueron los elementos de un combo devastador. Sin dudas, fueron las bases de la economía macrista las que provocaron esta debacle.
El responsable político es la alianza macrismo-radicalismo que ha arrojado a la sociedad argentina a otra crisis de proporciones, entre las peores que se han registrado, y refirió que los economistas en puestos gubernamentales claves fueron los ideólogos y ejecutores de una política que terminó en este descalabro alimentando una «obscena orgía financiera». También a los que legitimaron un plan económico que resultó un fiasco y solo benefició a los especuladores nacionales y transnacionales.
Hay otro socio de la debacle, el Fondo Monetario Internacional, que ha cumplido el papel de avalar un programa financiero y cambiario pésimo para la estabilidad macroeconómica, entregando el crédito más abultado de su historia a un país cuando la economía macrista ya había naufragado, en marzo del año pasado, en el momento que Wall Street le cerró el grifo de dólares. Fue el FMI que financió indirectamente la campaña de Macri por su reelección.
La presión consiste en tirarle al candidato opositor la culpa de todos los males que vendrán. Fernández le respondió que en realidad “los mercados nunca creyeron en Macri y por eso nunca llegaron las inversiones”. ¿Desidia, expresa decisión, falta de órdenes de arriba? Lo cierto es que el gobierno de Macri dejó que se consumara la estampida, que se produjera la habitual reacción de los formadores de precios y generaron un clima prehiperinflacionario.
Los operadores financieros se ocupan de especular con el dólar y activos bursátiles, las encuestadoras de vender expectativas positivas al oficialismo para –intentar al menos-manipular la opinión pública. Quien tiene que hacerse cargo de la catástrofe de otra megadevaluación es el gobierno de Cambiemos.
La desregulación total del mercado cambiario, la apertura irrestricta para el ingreso y egreso de capitales financieros, el endeudamiento desaforado y la inmensa bicicleta con las Lebac, primero, y con las Leliq, después, son los elementos de un combo devastador. Las bases de la economía macrista son las que provocaron esta debacle. El responsable político es la alianza macrismo-radicalismo que ha arrojado a la sociedad argentina a otra crisis de proporciones, entre las peores que se han registrado.
Pero hay economistas que han estado en puestos claves que fueron los ideólogos y ejecutores de una política que terminó en este descalabro, culpables de este nuevo drama socioeconómico: Alfonso Prat Gay, Federico Sturzenegger, Lucas Llach, Luis Caputo, Nicolás Dujovne, Guido Sandleris, Santiago Bausili, Gustavo Cañonero, Gustavo Arribas, Rodrigo Pena, Francisco Cabrera, Dante Sica.
Los funcionarios del gobierno estuvieron entre los principales beneficiarios de salto del dólar, revela Página12. Tras el suba de 11 pesos por dólar, los principales representantes del equipo económico de Cambiemos se embolsaron 368,5 millones de pesos en ganancia por sus tenencias en dólares para ahorro y activos en el exterior, de acuerdo con la declaraciones juradas de sus patrimonios ante Oficina Anticorrupción.
Los nueve principales funcionarios del área económica suman un patrimonio total de 812 millones de pesos, del cual un 64% está depositado o en bienes en el exterior. Si se calcula la suba de 11 pesos por dólar, los 520 millones de dólares fuera del país de estos funcionarios les redituaron una capitalización de 5720 millones de pesos, razón suficiente para no temerle a un dólar descontrolado. Si se toma sólo sus tenencias declaradas en dólares como ahorro suman 33,5 millones de dólares, la ganancia en un día fue de 368,5 millones de pesos.
*Periodista económico argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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