Por Aldo Camino y Aneli Ruiz Garcia, Resumen Latinoamericano 16 de diciembre de 2019
En junio de 2004, desembarcaron unos 10 mil soldados de la Misión de la ONU para la Estabilidad en Haití (Minustah, por sus siglas en francés), en medio de un estallido social contra el entonces presidente Jean Bertrand Aristide.
Las fuerzas «pacificadoras» abandonaron el país 13 años después, en 2017, constituyendo la misión de su tipo más larga desplegada por el organismo internacional.
Sin embargo, su presencia fue objeto de controversia, ya que impulsaron a la Policía Nacional, que sextuplicó el número de efectivos durante ese periodo.
La introducción del cólera, cuya culpabilidad reconocieron solo seis años después, y los escándalos de violaciones, uso excesivo de la fuerza, hijos e hijas abandonadas y aumento de los índices de violencia, empañan la labor de la ONU en Haití.
El Coloquio Internacional contra los crímenes cometidos por la misión de la ONU abordó un primer balance sobre la presencia del organismo internacional en Haití, y contó con centenar de organizaciones, movimientos sociales, plataformas haitianas y 25 invitados internacionales.
‘La Minustah resultó un elemento para agravar la crisis sistémica, la crisis estructural de la sociedad haitiana’, y se fueron sin reconocer que deben invertir para ayudar al país a reconstruir lo que destruyeron, subrayó Chalmers, uno de los coordinadores del Coloquio Internacional, Ocupación, soberanía y solidaridad: Hacia un tribunal popular sobre los crímenes de la Minustah en Haití, que culminaba estos días pasados.
Según el también dirigente de Alba Movimientos, ‘es totalmente vergonzoso’ la proclamación del éxito de esta misión en la nación caribeña, cuando durante su presencia se incrementó el nivel de violencia ciudadana.
‘Hemos calculado que los muertos por bala en la región metropolitana, pasaron de un promedio anual de 92 personas a 964 en el 2012, 2013, con la Minusath’, criticó el analista, y señaló que la llamada ‘industria del secuestro’, prácticamente no existía en Haití.
‘Apareció con la Ministah y prosperó con la Minustah y se mantiene como un elemento muy importante de desestabilización social y económica en Haití’, lamentó.
Chalmers, también insiste en que el cólera impactó de manera negativa la economía nacional, y deterioró aún más su imagen a nivel internacional, porque ‘en 2012, Haití era el país con más casos de cólera en el mundo’.
Y eso tiene que reparase, enfatizó, y añadió que exigen la edificación de infraestructuras que permitan reforzar el sistema de salud pública y su capacidad de respuesta a este tipo de epidemias.
La universalización del acceso al agua potable es un elemento básico para impedir que reaparezca el cólera, y es una inversión menor al monto que la ONU gastaba para mantener sus tropas en Haití durante un año, aseguró.
‘La ONU gastó nueve mil 700 millones de dólares en Haití, y los resultados son visibles cuando uno camina en la calle, no solamente no dio resultado, sin que la situación está empeorando’, deploró.
por Prensa Latina.
Fotos de Rafael Stédile:
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