martes, 2 de julio de 2019

PRINCIPALES PLANTEAMIENTOS EMITIDO POR ELÍAS JAUA, MIEMBRO DEL PSUV


FECHA: 30.06.2019
MEDIO: GLOBOVISIÓN
PROGRAMA: ANÁLISIS SITUACIONAL

TEMAS
1.- ELÍAS JAUA, MIEMBRO DEL PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV)
     Creo que es natural que en un momento donde el conflicto político entre dos corrientes político-ideológicas se ha acrecentado y ocasionado un proceso de desajuste de la vida social económica del país la gente sienta que esa confrontación no le deja saldo positivo para su vida cotidiana y por lo tanto comienza a despolarizarse sedes de abajo en la situación conflictiva, sin embargo, no podemos leerlo como un proceso de despolitización, por el contrario, es expresión de un alto nivel de politización, de un importante segmento de la población mayoritaria que dice, este conflicto no me conviene, me está perjudicando.
     Creo que es un paso importante porque no sólo el 54% dentro de quienes seguimos la corriente política ideológica del chavismo también coincidimos mayoritariamente con esa mayoría de la población que quiere paz, tranquilidad, reencuentro y un esfuerzo en la recuperación económica del país.
    Entonces comienza como a surgir una nueva polarización entre quienes queremos paz, tranquilidad y que se recupere la vida económica, política y social del país, y entre quienes quieren guerra, intervención, conflicto y la guerra a muerte.
    Creo que la polarización se va ubicando ahora en el plano de tranquilidad versus conflicto violento frente a la guerra y a la desintegración del país, creo que vamos ganando quienes queremos la paz y la estabilidad y que nuevamente la familia venezolana pueda tener una vida cotidiana que valga la pena ser vivida.
    El nivel de escalamiento del conflicto que ha planteado la oposición apunta a las fuerzas externas extranjeras, hace que una agrupación política como el PSUV tenga que adoptar una política defensiva de resistencia, pero ciertamente el resistir el ataque contrarrevolucionario y extranjero que estamos sufriendo no puede dejar de ubicar el centro de la preocupación de una fuerza política revolucionaria humanista como es el chavismo en la gente, por eso es que el chavismo no puede olvidar su origen y por más grande que es el conflicto no podemos reducirlo a un conflicto entre dos grupos entre un partido y los partidos de la oposición, si no tenemos que permanentemente ver cómo la vida de la gente sigue siendo el principal objetivo de nuestras preocupaciones y de nuestra acción política, porque la política tiene que servir para eso, la política no es una pelea de gallos, ni de ver quién que tiene más afiladas las espuelas.
    La política entendida como servicio público, como orientación ética de la sociedad tiene que poner en el centro de su preocupación en la vida del ser humano, el derecho a la alimentación, a la educación y a la salud, esa tiene que ser nuestra principal preocupación, aún en medio de los más grandes conflictos que pudieran desarrollarse.
    Decía, la necesidad de defenderse políticamente, a veces, obviamente quita tiempo para gobernar y pensar dificultad, además, por más voluntad que haya a veces del Gobierno, un conflicto de esta magnitud le resta capacidad de maniobra económica, incluso social.
    Ahí es donde hay que inventar, crear e innovar, hay que ir a la raíz y florecer, reverdecer, es como cuando en el verano se seca la sábana pero cae una lluvia que es regeneradora, inmediatamente reverdece la sábana y eso es efectivamente una fuerza política revolucionaria para no convertirse en una fuerza conservadora, tiene que hacerlo permanentemente, tiene que llover ideas, nuevos métodos de dirección, de estilos y discursos, tiene que ser permanente, para poder tener una conexión con la gente que al fin de cuentas es el sujeto fundamental de una revolución, una revolución sin pueblo deja de ser revolución.
    En primer lugar, avanzar en recomponer el juego político constitucional.
    El gran desafío del chavismo, y no es la primera vez que nos toca, nos tocó en el año después del 2002 – 2003, el chavismo le tocó traer a la oposición al juego político democrático, y es nuestra tarea como garantes y fuerza en el Gobierno, estamos obligados a garantizar la paz y estabilidad del país, y hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para que todos los actores políticos podamos desenvolvernos en el marco de la Constitución y del juego democrático, creo que ese es el primer gran desafío.
    Cómo cerrar este largo capítulo de desestabilización, de atajos de juego fuera de la Constitución, hay cerrarlo, o al menos contenerlo como se logró entre 2001 al 2003, años de alta desestabilización y el comandante Chávez y el chavismo como fuerza política logró contener ese proceso y lograr la estabilidad necesaria para tener crecimiento económico para ampliar derechos sociales y políticos para estabilizar al país qué fue lo que ocurrió entre 2002 y 2004.
    Ese es el primer gran desafío, el segundo gran desafío, logramos del 2004, claro ahora hay un elemento que es ese actor externo que no es cualquiera, es el presidente Donald Trump, con la primera potencia pero con las características personales, es quien hoy dirige la primera potencia, ese es un gran desafío.
    Pero si desde Venezuela, entre venezolanos encontramos los puntos comunes para reconocernos en nuestras diferencias y entender que a una u otra dirigencia política,  lo que debe importarle no es quién gane, sino la tranquilidad de la vida de la familia venezolana, podemos hacerlo, como lo logramos en el 2004.
    Hay que convocar, digamos aquel principio vietnamita, hay que unir a todo aquel que pueda ser unido, decía la consigna vietnamita frente al enemigo principal, yo diría unir a todo quien pueda ser unido, en todo el objetivo de la estabilidad de la paz y de la reconstitución del juego político democrático constitucional, el esfuerzo hay que hacerlo y no desmayar.
    Creo que más allá de cualquier crítica que le pueda tener a alguien al presidente Nicolás Maduro no puede desconocer que ha sido quien siempre ha tomado la iniciativa de convocar al diálogo, al llamado a un encuentro, a un reconocimiento, pero en todo caso, no sólo corresponde al presidente de la República, corresponde a todos los actores, pero sobre todo corresponde a esa inmensa mayoría de venezolanos, y como la gente dirá pero ya como lo hago yo sino los políticos son los que se sientan o los empresarios, con opinión, movilización, con demostrar que no está esa mayoría dispuesta a participar de cualquier aventura que profundice el conflicto como hasta ahora lo ha hecho esa inmensa mayoría.
    Ahora bien, el segundo gran desafío tiene que ver con que el chavismo no renuncie, no debe renunciar a su carácter de una fuerza profundamente democratizadora de la sociedad venezolana.
    El chavismo, en verdad mucho más allá y cuando se haga los análisis históricos alejados de las transiciones de las pasiones de quienes hacemos la historia en un momento determinado, se tendrá que reconocer que en la primera década de este siglo XX, hubo una fuerza que introdujo cambios profundamente democráticos y democratizadores en la sociedad venezolana en lo político, económico, social, pero el chavismo no puede renunciar a eso, porque una fuerza sometida a tantas agresiones y presiones puede fácilmente derivar o escoger el camino del autoritarismo, función de una legítima defensa.
    Hugo Chávez nos demostró que se podía derrotar una conspiración como la ocurrida entre los años 2000-2003, fueron los momentos más fuertes que le tocaron a la gestión del comandante Hugo Chávez de manera democrática, ese es otro gran desafío, ¿cómo derrotar, cómo no perder la identidad democrática democratizadora del chavismo? y un tercer desafío ¿cómo derrotar la conspiración, la agresión, la amenaza de la guerra de manera democrática sin convertirlo o que nos conviertan las circunstancias en una fuerza autoritaria que termine castrando las posibilidades e inmensos poderes creadores de nuestro pueblo en materia de participación, de decisión, de toma de decisiones, de construcción de nuevas formas de propiedad y de relaciones de producción?, esos son diría yo, los tres grandes desafíos.
    Creo que estos tres puntos son esenciales para para reconstruir, incluso, pudiéramos atrevernos a decir que no se trataría de reconstruir sino del parto de una nueva mayoría, fundamentada en los principios programáticos del chavismo, ¿qué cuáles son? Independencia, democracia protagónica, igualdad social, inclusión y producción, a partir de esas raíces y cimientos cómo construir una mayoría que le dé estabilidad política a Venezuela por largo tiempo.
    Estamos peleando, porque en esa pelea con el otro, te olvidas.
    Seguramente te ha ocurrido, estás compartiendo con unos amigos y se va dando una discusión donde quedan discutiendo dos y el resto se va levantando, eso está ocurriendo eso, hay gente que está fastidiada de ver a dos grupos pelear, y no deja ningún saldo porque a veces hubo período del conflicto dentro 20 años que se traducía en saldos positivos para la gran mayoría.
    Pelearon pero logré que fueran a referéndum revocatorio o logré que ahora PDVSA distribuye los recursos, y llegaron las misiones, la última etapa de este conflicto no ha dejado ningún saldo positivo para las grandes mayorías.
    No voy a seguir en esa mesa donde están discutiendo, eso no tiene ningún impacto, no me incluye en la discusión.
    Conflicto de clase inmanente en la sociedad, es natural cuando un trabajador pelea por tener más derechos es un conflicto de clase, cuando un campesino lucha por tener la tierra.
    William Lara acuñó un concepto que en el 2001-2002 se llamaba la Administración Democrática del Conflicto era todavía el Movimiento Quinta República (MVR), como instrumento para la administración democrática del conflicto de clase, del conflicto social.
    Ahora, la aspiración de la inmensa mayoría de la gente lo que uno recoge en la calle de los estudios de opinión que uno ve, es una apuesta por la tranquilidad y estabilidad porque es como la naturaleza humana, llega un momento en que los dos que están peleando en la mesa se cansan de pelear y tienen que unirse.
    La inmensa mayoría aspira estabilidad, tranquilidad y recuperar la vida cotidiana y es allí donde una dirigencia política tiene que tener el pulso para entender cuando el conflicto ya ha llegado a un límite que es destructivo y potencialmente peligroso para la sociedad.
    Recuerdo al comandante siempre nos decía, hay que poner oído en tierra, la sociedad te va marcando, los pueblos te van diciendo, a veces con silencios, no hay que confundirse, a veces la gente dice no la gente está tranquila esos son los momentos de más hay que preocuparse.
    Creo que es lo que yo vengo observando, hay un resurgimiento de la lucha de los sectores sociales por reivindicaciones concretas, los campesinos están luchando por tierra porque les de insumos agrícolas, muchos sectores de trabajadores están luchando porque han sido despedidos en unos casos con razón porque las empresas, producto de toda la situación se han paralizado, otros sin justificación, aprovechando la circunstancia para cargar sobre el trabajador el peso de la crisis, los propios sectores gremiales, educadores, salud, entre otros, también se movilizan por sus contratos colectivos por mejores y reivindicaciones, comienzan a aparecer luchas ambientales que habían desaparecido del mapa, digamos la sociedad comienza a volcarse ante la polarización o el conflicto de las dos dirigencias, comienza a decir tengo que ocuparme de mis problemas y de defenderme y de buscar soluciones y alternativas, igualmente así como es esta reacción defensiva en los reivindicativos, también observa una parte de la sociedad organizándose para crear en medio de la situación, uno ve emprendedores, gente innovando, empresas familiares, comunales, sectores productivos y privados que han decidido resistir e incluso aprovechar la contabilidad de la situación, creo que hay un país que comienza, más allá de lo que haga la dirigencia política a defender sus derechos, a construir soluciones, a resistir y apostar a que en un momento como este, es el momento de crecer, por ejemplo, desde importantes sectores privados, pequeños, medianos o incluso grandes, ahora eso al final va a terminar tributando a una gran fuerza de opinión.
    No sé si de movilización, no me atrevería a decirlo, pero de opinión a favor de que haya un acuerdo político de reconocimiento entre las partes.
    Es así, cada día más encuentras en los sectores populares tantos sectores de la oposición del chavismo que antes es imposible que pudieran coincidir sobre un punto político comienza a coincidir, tengo que parar, esto es lo que estamos aquí aguantando esta pela somos nosotros, seamos chavista o antichavistas.
    Eso es lo que hay que evitar y ahí está la fuerza de esa inmensa mayoría que queremos la paz y la estabilidad.
    Evitar que esto desencadena un conflicto o bien sea interno en una agresión externa.
    Si estoy de acuerdo en que tiene que haber más beligerancia de la sociedad en su conjunto de todos los sectores populares, gremiales y económicos en función más allá de sus luchas que son justas pues lo tiene derecho a protestar cuando se le viola un derecho.
    La protesta social es fundamental en la democracia y especialmente en la democracia que comenzamos a construir en esta primera década, si alguien estimulaba a la protesta social era el comandante Hugo Chávez, salgan, protesten cuando las cosas estén mal.
    El chavismo no tiene por qué tenerle miedo a eso, porque su esencia no el derecho de la gente a demandar, interpelar y protagonizar pero más allá de eso, esos sectores populares tienen que comenzar también junto a los sectores gremiales, al sector privado que quiere de trabajar y producir honestamente tiene que comenzar a hacer una masa de presión a favor del diálogo y del acuerdo, porque ya el diálogo está el diálogo Noruega está instalado, hay que evitar que se interrumpa y hay que lograr que haya un acuerdo que permita un valor en la inmensa mayoría de la sociedad venezolana es que la resolución a los conflictos políticos en Venezuela se da por la vía de las elecciones, y eso es lo que avanza crear las condiciones para que se den los procesos electorales en los momentos que correspondan desde nuestra perspectiva, en los momentos que corresponde a cada uno de ellos.
    El año que viene hay elecciones a la Asamblea Nacional (AN), vamos a llegar a un acuerdo, ¿cómo vamos a participar todos en esa elecciones a la AN? vamos a hablar de las garantías electorales, de la Ley electoral, del Consejo Nacional Electoral (CNE), todas las cosas que generen las condiciones para que nadie sienta o tenga la excusa para decir no participó en esas elecciones porque tal o cual, es el gran momento y hacia allá tiene que presionar toda la sociedad venezolana que se retome el camino democrático y electoral que es el único camino que ha demostrado la posibilidad de cambios y transformaciones especialmente desde el año 1998.
    Insisto mucho en eso, porque es uno de los fantasmas que se han creado y andan sueltos por ahí, ha habido discursos, acciones pero programáticamente, de decir que al final el chavismo va a acabar con toda la propiedad privada, esto nunca ha estado planteado.
    Revisas desde la Agenda Alternativa Bolivariana hasta el Programa de la Patria del año 2012 y allí va a estar el reconocimiento al papel del sector y empresariado privado, ahora bien, subordinado a los intereses nacionales, a los derechos generales de la población a tener acceso a precio justo de los alimentos y medicinas, apegado a las leyes, creo que eso es un elemento fundamental. 
    Ahora el tema de si se la ha considerado o no,
    Hay dos cosas que quiero aclarar, creo que nosotros siempre hemos apostado a una alianza con el sector privado existente, lo digo ahora, responsablemente porque no creo que el Estado tenga que crear un sector privado, creo que ha sido la gran tragedia de Venezuela que importante flujo de capitales desde el Estado activo o flujo a través de dólares o créditos han sido los creadores de determinados sectores privados a lo largo del tiempo y esos sectores privados no han sido nunca consecuentes con el apoyo que desde el Estado se le da.
    Creo que ha llegado la hora que el empresariado privado venezolano de verdad, diga voy a poner mi plata para construir una planta, no le voy a pedir al Estado un dólar en un crédito ni voy a pedir que me dé tal planta del Estado, voy a invertir, ese el empresariado que necesitan, en ese momento con un empresariado de esas características que sea capaz de apostar sus recursos y su dinero que la inmensa mayoría del sector privado venezolano ha sido formado a partir de la renta petrolera venezolana, algunos de manera legal, crédito, venta de activos legalmente constituido, otras de manera ilegal a través de la corrupción de los flujos de la corrupción, lamentablemente, pues es parte de la historia que deberíamos comenzar a cambiar, pero en todo caso Venezuela y la Revolución Bolivariana reconoce la existencia de un sector privado, que invierta con su plata, y ¿cuál es la alianza? que les garanticemos el libre desenvolvimiento de sus actividades y la seguridad confianza, seguridad, las más amplias condiciones para que importen y dispongan de sus divisas, no de la divisa del Estado venezolano.
    Ojalá, este es el momento para que esos empresarios, que los hay, atrincherado aquí en Venezuela, esperando el momento de la estabilidad política para avanzar, también sea el parto de una nueva cultura empresarial en Venezuela, porque si bien se requiere de un aliado, de una nueva manera de relacionarse al Estado con el sector privado, especialmente nosotros, también el país requiere de una nueva cultura empresarial como requiere la nueva cultura del trabajo y de una cultura productiva.
    Por primera vez frente a una crisis económica o una situación económica compleja la inmensa mayoría de los venezolanos apuesta a que la solución no es que se incrementen los precios del petróleo sino que haya producción, inversión y producción
    Uno de los grandes valores que hoy componen esa fuerza que es el chavismo es la conciencia de que sin producción no se puede distribuir y la producción quien la va a ser los empresarios privados pero también la base del pueblo la economía familiar, comunal, popular y también el Estado.
    Todo quien quiera producir que produzca, de manera transparente en función del interés y bienestar público, con una nueva mentalidad de una cultura del trabajo productivo, de la honestidad y transparencia
    Siento que este momento que pareciera un momento de desasosiego y desesperanza no va a ser el momento en que se van a crear las condiciones para la emergencia de una nueva sociedad un nuevo modo de relacionamiento social entre los venezolanos y que la segunda década del siglo XXI va a ser una década donde definitivamente nosotros vamos a despuntar.
    Creo que es natural que en un momento donde el conflicto político entre dos corrientes político-ideológicas se ha acrecentado y ocasionado un proceso de desajuste de la vida social económica del país la gente sienta que esa confrontación no le deja saldo positivo para su vida cotidiana y por lo tanto comienza a despolarizar sedes de abajo en la situación conflictiva, sin embargo, no podemos leerlo como un proceso de despolitización, por el contrario, es expresión de un alto nivel de politización de un importante segmento de la población mayoritaria que dice hoy este conflicto no me conviene, en era consciente de no entender que este conflicto no me conviene me está perjudicando y creo que hace un paso importante porque no sólo el 54% tenemos dentro de quienes seguimos la corriente político ideológica del chavismo también coincidimos mayoritariamente con esa mayoría de la población que quiere paz, tranquilidad, reencuentro, y un esfuerzo en la recuperación económica del país.
    Entonces comienza como a surgir una nueva polarización entre quienes queremos paz, tranquilidad y que se recupere la vida económica, política y social del país, y entre quienes quieren guerra, intervención, conflicto y la guerra a muerte.
    Creo que la polarización se va ubicando ahora en el plano de tranquilidad versus conflicto violento frente a la guerra, a la desintegración del país, creo que vamos ganando quienes queremos la paz y la estabilidad y que nuevamente la familia venezolana pueda tener una vida cotidiana que valga la pena de no ser vivida.
    El nivel de escalamiento del conflicto que ha planteado la oposición apunta a las fuerzas externas extranjeras, hace que una agrupación política como el PSUV tenga que adoptar una política defensiva de resistencia, pero ciertamente el resistir el ataque y contrarrevolucionario y el ataque extranjero que estamos sufriendo no puede dejar de ubicar el centro de la preocupación de una fuerza política revolucionaria humanista como es el chavismo en la gente, por eso es que el chavismo no puede olvidar su origen y por más grande que es el conflicto no podemos reducirlo a un conflicto entre dos grupos entre un partido y los partidos de la oposición, no si no tenemos que permanentemente ver cómo la vida de la gente sigue siendo el principal objetivo de nuestras preocupaciones y de nuestra acción política, porque la política tiene que servir para eso, la política no es una pelea de gallos, ni de ver quién que tiene más afiladas las espuelas.
    La política entendida como servicio público, como orientación ética de la sociedad tiene que poner su preocupación en la vida del ser humano, del derecho a la alimentación, a la educación y a la salud, esa tiene que ser nuestra principal preocupación, aún en medio de los más grandes conflictos que pudieran desarrollarse.
Es una cultura, no hay valor y ganas de un cuerpo de valores.
    En primer lugar, avanzar en recomponer el juego político constitucional.
    El gran desafío del chavismo, y no es la primera vez que nos toca, nos tocó en el año después del 2002 – 2003, el chavismo le tocó traer a la oposición al juego político democrático y es nuestra tarea como garantes y como fuerza en el Gobierno, estamos obligados a garantizar la paz y estabilidad del país, y hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para que todos los actores políticos podamos desenvolvernos en el marco de la Constitución y del juego democrático, creo que ese es el primer gran desafío. 
    Cómo cerrar este largo capítulo de desestabilización de atajos de juego fuera de la Constitución, ilusiones de conspiración, hay que cerrarlo, al menos contenerlo como se logró 7 año 2001, 2002, 2003 por un año de alta desestabilización y el comandante Chávez y el chavismo como fuerza política logró contener ese proceso y lograr la estabilidad necesaria para tener crecimiento económico para ampliar derechos sociales y políticos para estabilizar al país qué fue lo que ocurrió entre 2002 y 2004.
    Ese es el primer gran desafío, el segundo gran desafío, logramos del 2004, claro ahora hay un elemento que es ese actor externo que no es cualquiera, es Donald Trump, con la primera potencia para las características personales, es quien hoy dirige la primera potencia, ese es un gran desafío pero si desde Venezuela, entre venezolanos encontramos los puntos comunes para reconocernos en nuestras diferencias y entender que hay otra dirigencia política, lo que debe importarle no es quién gane, sino la tranquilidad de la vida de la familia venezolana, podemos hacerlo como lo logramos en el 2004, democrática hay que hacerlos hay que convocar digamos a que el principio vietnamita unida a todo el que pueda ser unido, no decida la consigna viene mientras frente al enemigo principal yo diría unir a todo el que pueda ser unido, en todo el objetivo de la estabilidad de la paz y de la reconstitución del juego político democrático constitucional, el esfuerzo, hay que hacerlo y no desmayar.
    Creo que más allá de cualquier crítica que le pueda tener a alguien al presidente Nicolás Maduro no puede desconocer que ha sido quien siempre ha
    tomado la iniciativa de convocar al diálogo, al llamado a un encuentro, a un reconocimiento, pero en todo caso, no sólo corresponde al presidente de la República, corresponde a todos los actores, pero sobre todo corresponde a esa inmensa mayoría de venezolanos, y como la gente dirá pero ya como lo hago yo sino los políticos son los que se sientan o los empresarios con opinión con movilización con demostrar que no está esa mayoría dispuesta a participar de cualquier aventura que profundice el conflicto como hasta ahora lo ha hecho esa inmensa mayoría, ahora bien, el segundo gran desafío tiene que ver con que el chavismo no renuncie, no debe renunciar a su carácter de una fuerza profundamente democratizadora de la sociedad venezolana.
    El chavismo, en verdad mucho más allá y cuando se haga los análisis históricos digamos alejados de las transiciones de las pasiones de quienes hacemos la historia en un momento determinado, se tendrá que reconocer que en la primera década de este siglo XX, fue una fuerza que introdujo cambios profundamente democráticos y democratizadores en la sociedad venezolana en lo político, económico, social y nacional de color, pero el chavismo no puede renunciar a eso, porque una fuerza sometida a tantas agresiones y presiones puede fácilmente derivar o escoger el camino del autoritarismo, función de una legítima defensa.
    Hugo Chávez nos demostró que se podía derrotar una conspiración como la ocurrida entre los años 2000-2003, fueron uno de los momentos más fuertes que le tocaron a la gestión del comandante Hugo Chávez, de manera democrática, ese es otro gran desafío, cómo derrotar, cómo no perder la identidad democrática democratizadora del chavismo y un tercer desafío cómo derrotar la conspiración, la agresión, la amenaza de la guerra de manera democrática sin convertirlo o que nos conviertan las circunstancias en una fuerza autoritaria que termine castrando las posibilidades e inmensos poderes creadores de nuestro pueblo en materia de participación, de decisión, de toma de decisiones, de construcción de nuevas formas de propiedad y de relaciones de producción, esos son diría yo, los tres grandes desafíos.
    Pelearon pero lograron que fueran a Referéndum Revocatorio o lograron que ahora PDVSA distribuya los recursos, y llegaron las misiones, la última etapa de este conflicto no ha dejado ningún saldo positivo para las grandes mayorías Recuerdo al comandante siempre nos decía, hay que poner oído en tierra, la sociedad te va marcando, los pueblos te van diciendo, a veces con silencios, no hay que confundirse, a veces la gente dice no la gente está tranquila esos son los momentos de más hay que preocuparse.
    Creo que es lo que yo vengo observando, hay un resurgimiento de la lucha de los sectores sociales, los campesinos están luchando por la tierra para que se les de insumos agrícolas, muchos sectores de trabajadores están luchando porque han sido despedidos en unos casos con razón porque las empresas, producto de toda la situación se han paralizado.
    Igualmente así como es esta reacción defensiva en los reivindicativos, también observa una parte de la sociedad organizándose para crear en medio de la situación, uno ve emprendedores, gente innovando, empresas familiares, comunales, sectores productivos y privados que han decidido resistir e incluso aprovechar la contabilidad de la situación, creo que hay un país que comienza, más allá de lo que haga la dirigencia política a defender sus derechos, a construir soluciones, a resistir y apostar a que en un momento como este, es el momento de crecer, por ejemplo, desde importantes sectores privados, pequeños, medianos o incluso grandes, ahora eso al final va a terminar tributando a una gran fuerza de opinión.
    No sé si de movilización, no me atrevería a decirlo, pero de opinión a favor de que haya un acuerdo político de reconocimiento, es así que soy diálogo y caroní cada día más todos soluciones cada día tu mas encuentras en los sectores populares tantos sectores de la oposición del chavismo que antes es imposible que pudieran coincidir sobre un punto el conjunto político comienza a coincidir, tengo que parar, esto es lo que estamos aquí aguantando esta pela somos nosotros posible mucha vista o seamos anti chavistas posible y lograr eso inmediato el diálogo, eso es lo que hay que evitar y ahí está la fuerza de esa inmensa mayoría que queremos la paz y la estabilidad.
     Evitar que esto desencadena un conflicto o bien sea interno en una agresión externa si estoy de acuerdo en que tiene que haber más beligerancia de la sociedad en su conjunto de todos los sectores populares, gremiales y económicos en función más allá de sus luchas que son justos pues lo tiene derecho a protestar cuando se le viola un derecho. 
    La protesta social es fundamental en la democracia y especialmente en la democracia que comenzamos a construir en esta primera década, si alguien estimulaba a la protesta social era el comandante Hugo Chávez, alguien proteste cuando las cosas no estén mal no el chavismo no tiene por qué tenerle miedo a eso, porque su esencia no el derecho de la gente a demandar, interpelar y protagonizar pero más allá de eso, esos sectores populares tienen que comenzar también junto a los sectores gremiales, al sector privado que quiere de trabajar y producir honestamente tiene que comenzar a hacer una masa de depresión a favor del diálogo y del acuerdo porque ya el diálogo está el diálogo Noruega está instalado hay que evitar que se interrumpa.
     El año que viene hay elecciones a la Asamblea Nacional (AN), vamos a llegar a un acuerdo, ¿cómo vamos a participar todos en esa elecciones a la AN? vamos a hablar de las garantías electorales, de la Ley electoral, del Consejo Nacional Electoral (CNE), todas las cosas que generen las condiciones para que nadie sienta o tenga la excusa para haciendo yo no participó en esas elecciones porque tal o por cual no es el gran momento y así ella tiene que presionar toda la sociedad venezolana que se retomen el camino democrático y electoral que es el único camino que ha demostrado la posibilidad de cambios y transformaciones especialmente desde el año 1998.
     El chavismo nunca ha negado la existencia del centro, insisto mucho en eso porque es uno de los fantasmas que se han creado y andan sueltos por ahí, a veces con razón, por supuesto, ha habido discursos, reacciones pero programáticamente es idea que al final no se va a acabar con toda la propiedad privada, esto nunca ha estado planteado.
    Revisa desde la Agenda Alternativa Bolivariana hasta el Programa de la Patria del año 2012 y allí va a estar el reconocimiento al papel del sector y empresariado privado, ahora bien, les reconoce como un aliado, ahora bien su subordinado a los intereses nacionales, a los derechos generales de la población a tener acceso a precio justo de los alimentos y medicinas apegado a las leyes, creo que eso es un elemento fundamental.
    Ahora el tema de si será considerado o no, creo que aliado yo creo que ha habido ahora hay dos cosas que quiero aclarar, uno es eso, creo que nosotros siempre hemos apostado a una alianza con el sector privado existente, lo digo ahora, responsablemente porque no creo que el estado tenga que crear un sector privado, creo que ha sido la gran tragedia de Venezuela que importante flujo de capitales desde el Estado activo o flujo a través de dólares o créditos han sido los creadores de determinados sectores privados a lo largo del tiempo y esos sectores privados no han sido nunca consecuentes con el apoyo que desde el Estado se le da.
    Creo que ha llegado la hora que el empresariado privado venezolano de verdad, diga voy a poner mi plata para construir una planta, no le voy a pedir al Estado un dólar en un crédito ni voy a pedir que me dé tal planta del Estado, no voy a invertir no es el empresariado que necesitan en ese momento con un empresariado de esas características que sea capaz de apostar sus recursos y su dinero que la inmensa mayoría del sector privado venezolano ha sido formado a partir de la renta petrolera venezolana.
    Venezuela y la Revolución Bolivariana reconoce la existencia de un sector privado, que invierta con su plata, y ¿cuál es la alianza? que les garanticemos el libre desenvolvimiento de sus actividades y la seguridad confianza, seguridad, las más amplias condiciones para que importen y dispongan de sus divisas, no de la divisa que no tiene el Estado venezolano.
    Creo que ojalá este sea el momento para que esos empresarios que los hay atrincherado aquí en Venezuela, esperando el momento de la estabilidad política para avanzar, también sea el parto de una nueva cultura empresarial en Venezuela porque si bien se requiere de un aliado de una nueva manera de relacionarse al Estado con el sector privado especialmente nosotros, también el país requiere de una nueva cultura empresarial como requiere la nueva cultura del trabajo y de una cultura productiva.
    Por primera vez frente a una crisis económica o una situación económica compleja la inmensa mayoría de los venezolanos apuesta a que la solución no es que se incrementen los precios del petróleo sino que haya producción, inversión y producción eso está muy reconciliación son las tres palabras y aparecen procesos repertorios pero será para educarles uno de los grandes valores que hoy componen esa fuerza que es el chavismo es la conciencia de que sin producción no se puede distribuir y la producción quien la va a ser los empresarios privados pero también la base del pueblo la economía familiar.
    Siento que este momento que pareciera un momento de  desasosiego y desesperanza no va a ser el momento en que se van a crear las condiciones para la emergencia de una nueva sociedad un nuevo modo de relax porque la sociedad no son nuevas, se refresca se refunden un nuevo modo de relacionamiento social entre los venezolanos y que el año es la década del siglo la segunda década del siglo XXI va a ser una década donde definitivamente nosotros vamos así sea el día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario