El Parlamento, en una maniobra atizada por el Fujimorismo y un grupo de diputados acusados de corrupción suspendió de sus funciones a Martín Vizcarra quien, horas antes, había anunciado la disolución de ese órgano legislativo. La hasta el lunes vicepresidenta Mercedes Aráoz, fue nombrada «presidenta en funciones» por los diputados corruptos. El pueblo en las calles de todo el país apoya a Vizcarra, al grito de «Que se vayan todos».
En una maniobra palaciega, el Congreso de la República peruano juramentó como presidenta de su país a la hasta el pasado lunes vicepresidenta, Mercedes Aráoz, y suspendió del cargo de jefe de Estado a Martín Vizcarra.
Aráoz se juramentó horas después de que Martín Vizcarra disolviera al Congreso que la juramentó, en desafío a la decisión del mandatario.
“Sé que muchos peruanos están hastiados del enfrentamiento político y la polarización del país y este clima de descrédito de toda la clase política. Les quiero decir que también comparto esa indignación, pero la solución para una crisis como esta no son las ofertas irresponsables o populistas de pretender que todo se arreglará con la disolución del Congreso”, aseveró Aráoz ante el Parlamento.
La medida del Congreso abre interrogantes en Perú, ante la maniobra a la que se presta la «masacradora de Bagua» Aráoz.. Ésta se había distanciado del actual gobernante, aunque ambos fueron elegidos como compañeros de fórmula de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
Aráoz, una economista de 58 años, fue ministra del segundo gobierno de Alan García (2006-2011). Durante dicha gestión, fue señalada como responsable política de la masacre de Bagua, que dejó decenas de muertos y cientos de heridos en las protestas contra inversiones en la región amazónica.
Vizcarra había anunciado su decisión al considerar que el Congreso había negado por segunda vez en un mismo mandato una solicitud de cuestión de confianza con lo que la Constitución lo habilitaba para disolver al órgano legislativo.
El presidente peruano asumió como negado el pedido de cuestión de confianza con el que buscaba cambiar el mecanismo de elección de los miembros del Tribunal Constitucional luego de que el Congreso designará como magistrado de esa Corte a Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea.
«Ante la denegación fáctica de la cuestión de confianza y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de parlamentarios de la República», afirmó Vizcarra durante un mensaje a la nación.
La respuesta en el Congreso, al pronunciamiento de Vizcarra, fue suspender la elección de magistrados y votar a favor de la cuestión de confianza del Gobierno. Sin embargo, Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea, ya había sido elegido.
Con la juramentación de Aráoz, Perú quedó con dos presidentes en funciones y en medio de interpretaciones contrapuestas de la Constitución.
¿Qué es la Cuestión de Confianza que desató la crisis institucional en Perú?
La cuestión de confianza es un mecanismo regulado en la Constitución Política de Perú mediante el que el Ejecutivo puede solicitar el respaldo político del Congreso para implementar políticas de Estado.
El artículo 134 de la Constitución señala que, si se censura o se niega el voto de confianza a dos gabinetes de un mismo Gobierno, el presidente queda facultado para disolver el Congreso y convocar elecciones parlamentarias.
El Congreso, en septiembre de 2017, negó la confianza al gabinete liderado por Fernando Zavala del expresidente, Pedro Pablo Kuczynski, del que Vizcarra era su primer vicepresidente.
REBELIÓN POPULAR APOYA DISOLUCIÓN DEL CONGRESO
A nivel nacional, ciudadanos de Lima, Trujillo, Piura, Iquitos, Tacna, Cusco, Huánuco, Arequipa y otras regiones del Perú salieron a movilizarse para respaldar la decisión del presidente Martín Vizcarra de cerrar el Congreso de la República.
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