lunes, 6 de abril de 2015

NICOLÁS MADURO Y LA POST CUMBRE DE PANAMÁ


por Gaspar Velásquez Morillo
Circunstancias tan, pero tan exigentes, han rodeado la presidencia actual en la República Bolivariana de Venezuela, no obstante, Nicolás Maduro no se ha dejado acorralar, minimizar y menos opacar y la curva ascendente de aprendizaje le hace colocar como en una verdadera Revelación Política Gubernamental en el mundo, que quizás no sea reconocida por cartelizados diarios y revistas internacionales quienes a contracorriente de la historia serán mezquinos y no aceptaran en calificar al presidente venezolano como Personalidad del Año.
Aunque tengo la certeza que a Nicolás Maduro ese reconocimiento o no, no le quita el sueño, ni le perturba su concentración mental.
Nicolás Maduro, su gobierno, el pueblo se han enfrentado de tú a tú con el criminal Imperio estadounidense, ya ambos contrincantes se miran frente a frente: el Imperio alega que “nunca ha propiciado invasiones, ni derrocamientos de gobiernos en el mundo y mucho menos ha planificado magnicidio” provocando la risa hasta de los propios corresponsales de prensa en las propias ruedas de prensa del Imperio; de contra parte, Nicolás Maduro, su gobierno, el pueblo, con pruebas en manos devela públicamente el prontuario criminal y genocida de las administraciones gubernamentales de EE.UU., desde la época en vida del Libertador Simón Bolívar como hasta el presente; lo cierto es, que las solidaridades de muchísimos gobiernos y pueblos del mundo con Venezuela, es por demás evidente y reafirman los señalamientos del gobierno y del pueblo venezolano.
Ese sentimiento internacional a favor de Venezuela, lo cultivó el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, quien con claridad se desplegó en distintos escenarios institucionales y populares mundiales develando la complicidad y sumisión de supuestos “líderes”, así como de gobiernos conservadores del mundo genuflexos al Imperio, pero también develó con prueba en mano éste Segundo Libertador de Venezuela, la esencia imperial, lo cual le ganó simpatía y aceptación a nivel de internacional entre gobiernos, pueblos e inspiró a muchos gobiernos emergentes y estimuló a muchos pueblos a gritar sus verdades.
El proceso de formación de Nicolás Maduro recibido de parte del Comandante Chávez, además, de su formación propia y militante, le permitió elevarse por encima de mezquindades, de ataques de enemigos naturales e irreconciliables pero también recibió sorpresivos ataques embadurnados de retórica pseudo revolucionaria pero que en el fondo sumaba a favor del Imperio y de las oscuras fuerzas subterráneas proimperialistas, de modo pues que Nicolás Maduro permitió descubrir otras insospechadas aristas que de ahora en delante hay que mirar con sumo cuidado, mientras la historia se encargará de centrifugar. Ahora lo descrito, nos hace sospechar – y no es nuestra culpa o prejuicio - cuando alguien o algunos se autocalifiquen de “Analista Político o Intelectual” sea de derecha o se autocalifiquen de izquierda, porque puede ser un montaje para disparar dardos envenenados o de hacer tantos análisis para no llegar a nada de la nada. Prostituyeron la Ciencia Política, aunque aplaudo que todo el mundo se exprese.
El desaguisado Decreto Imperial –Edicto Real- siguiendo sugerencia de apátridas en Venezuela, y el Imperio actuando de forma visceral, cae en su propia trampa y desde muchas partes del mundo señalan al Imperio de su alevosía, ventajismo, prepotencia, de amenaza de invasión y de guerra a Venezuela, pues los pueblos, han perdido sus miedos y han tomado la consciencia de su nuevo papel en lo que parece ser el Nuevo Siglo para los Pueblos.
Los medios de comunicación privados en Venezuela, también en el resto de América Latina, así como dentro del mismo Imperio, le corresponde -y tratan por todos los medios- limpiar el rostro al presidente estadounidense Barack Hussein Obama, de edulcorar la justificación de la Invasión y Guerra contra Venezuela, pero esa intimidación despertó el sentimiento patrio y se revitalizan las mejores expresiones del enfervorizado espíritu gladiador de nuestro pueblo.
Por lo pronto, siguen vigentes las contradicciones: Capital – Trabajo, Imperio – Nación, Gobierno – Pueblo, Pueblo – Pueblo. Nicolás Maduro y su gobierno ha de seguir profundizando el Gobierno de Calle, acelerar a conciencia la transición y que ese proceso gubernativo, sea una escuela, una nueva escuela ideopolítica para “aprender a gobernar obedeciendo” dirigiéndose con visión estratégica, a la Paz, Democracia, Producción y Justicia. A la par, seguir generando un proceso de Pedagogía Patria en el seno de la Fuerza Armada Nacional quien ha dado pasos agigantados y continuar de forma acentuada la Unión Cívico Militar para pasar a la nueva fase de: Pueblo Uniformado. Según reseña el Ministro de la Defensa y Comandante del Comando Estratégico Operacional que  más de 40.000 ciudadanas y ciudadanos han expresado su disposición a sumarse a las milicias territoriales.
En lo relativo a la Elección Parlamentaria, el gobierno revolucionario, debe desplegar a una mezcla de generaciones que han encontrado su crecimiento ideopolítico y sus aprendizajes con adecuados métodos de dirección inducidos por la gran escuela que representó en sí, el propio Comandante Chávez.
Por las características de la estructura gubernamental constitucional, el parlamento se convierte y es, una plataforma de lucha de clases, contralora y decisoria de las políticas gubernamentales -y viene a la memoria como muchas veces- el admirado y lamentablemente fallecido ex Presidente de la Asamblea Nacional William Lara -quien en su oportunidad- tuvo que batirse muchas veces solo contra los mejores caballos de la oposición, porque en muchos casos a William Lara, lo dejaron sólo desde las propias filas de quienes se decían estar con la Revolución pero que el tiempo develó que esos diputadillos eran unos infiltrados y otros eran vacilantes, pero el curso de procurar una Asamblea Nacional con profunda raigambre popular, de clase y comprometida con los más caros intereses de la República se ha venido logrando, cuyo protagonismo es inobjetable, en la construcción de la República Bolivariana de Venezuela, en la Refundación de la Patria de y para las y los venezolanos de bien.
Nicolás Maduro, vaya pues, los resultados de esas largas madrugadas, de largas noches y largos días de reflexión y disposición, de aprendizajes de lucha, pues, le correspondió a Ud., ese honor, esa distinción y de forma por demás disciplinada, entonces, el pueblo, el gobierno y como dice la canción: vamos andando…
Que sirva de guía desde ya, previo, en y post Cumbre de Panamá la reflexión y seguimiento estricto en el desempeño de la arena nacional e internacional la: Sección Quinta. De las Relaciones Internacionales contenida en el texto constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.

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