9 de febrero de 2020
La vida que va por el camino en trocha, los sembrados y la vereda; la que recorre las avenidas, el barrio y pinta los territorios. Los rostros que la encarnan y que a diario transforman la realidad de un país que sabe a pobreza y muerte.
Integrantes de la Guardia Indígena y de las Juntas de Acción Comunal -JAC-, líderes barriales, campesinas, campesinos, afro, han liderado procesos de permanencia en los territorios y la construcción de redes que aportan a la organización de los pueblos. Sin embargo, dedicar la vida a las causas transformadoras no ha mantenido alejada la muerte, pues en apenas tres años (2016-2019) aproximadamente 800 líderes sociales han sido asesinados en Colombia, según la ONG Human Rights.
El asesinato sistemático de líderes ha ensombrecido el contexto de un país que, además de graves problemas de desigualdad, desempleo, extractivismo y corrupción, también implementa políticas de guerra contra las mismas comunidades. Así, tan solo en el 2019 fueron asesinados 234 líderes sociales, de acuerdo al Instituto de Estudios Para el Desarrollo y la Paz -Indepaz-.
Gloria y Carlos Alonso en el Putumayo, Benjamín en el Cauca y Fernando en el Catatumbo, son algunos de los nombres de los 27 líderes sociales que han sido asesinados en lo que va del año, según Indepaz. La mayoría de ellos tenían una extensa trayectoria de trabajo comunal, otros eran excombatientes de las Farc, indígenas, o coordinaban el Plan Nacional Integral de Sustitución de Cultivos -PNIS-.
Además de la amenaza, hostigamiento y asesinato de líderes, se han llevado a cabo otras estrategias de represión contra el movimiento social y las comunidades organizadas, a través de la persecución y judicialización de los mismos. El año pasado, por ejemplo, finalizó con la detención de José Murillo, líder campesino del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente Colombiano -MPMSPCOC-. En esta región del país el Estado ha utilizado los ‘falsos positivos judiciales’ como mecanismo para encarcelar a los dirigentes sociales y entorpecer los procesos sociales.
El gobierno de Iván Duque se ha encargado de agudizar la situación de militarización de los territorios, así como de estigmatizar y perseguir al movimiento social, al tiempo que ha desatado una política represiva hacia la protesta social. Esta situación pone en riesgo la vida de quienes asumen liderazgos y se movilizan, teniendo en cuenta que casi siempre se trata de nombres sin rostro y procesos desconocidos en regiones alejadas.
Así, en varias ocasiones la sociedad civil ha denunciado el genocidio de líderes sociales y las organizaciones han denunciado la persecución contra sus integrantes. El Refugio Humanitario en mayo de 2019 y el Paro Nacional que se lleva a cabo desde el 21 de noviembre del año pasado, han sido escenarios de denuncia ante un gobierno negligente, incapaz de brindar protección a quienes, desde sus territorios, intentan mitigar las consecuencias del abandono estatal.
A pesar de la evidente criminalización por parte del Estado, Colombia continúa habitada por personas que a diario hacen frente a la política del terror y muerte. La defensa de la naturaleza, la lucha por los servicios básicos domiciliarios, la pelea por vivienda digna, la construcción de economías solidarias y por la desmilitarización de los territorios, son algunas de las causas protagonizadas por campesinos y campesinas, indígenas, afro y de las ciudades.
Aunque el asesinato sistemático de líderes sociales ha hecho parte de la agenda noticiosa de los medios masivos de comunicación, poco se conversa acerca de los procesos de liderazgo que llevan a cabo en las regiones. La palabra líder aparece en los titulares para acompañar la tragedia de un genocidio que aún continúa.
En este contexto se hace indispensable sacar del anonimato a quienes jalonan proyectos económicos solidarios, defienden los territorios y aportan a la construcción del tejido social en las distintas regiones y ciudades del país, aportando a la transformación de las condiciones de vida de colombianas y colombianos.
Así, #LíderEs se trata de una campaña impulsada por Trochando sin Fronteras, Periferia Prensa Alternativa y Colombia Informa, que busca visibilizar la labor de los líderes y lideresas sociales, así como sus apuestas de construcción de vida digna en Colombia de la mano de las comunidades.
A través de #LíderEs, los medios alternativos y populares mostrarán las historias que permanecen silenciosas pero que edifican la fuerza de los territorios; los rostros que no se ven, pero que hombro a hombro, recorren los caminos en trocha y los barrios, adelantando los planes de vida en ciudades y regiones.
CI –/–/09/02/2020/12:30
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