Resumen Latinoamericano, 24 enero 2020
A la hora de hacer un rápido balance sobre el polémico viaje a un país que practica a diario el etnocidio contra el pueblo palestino, el presidente Alberto Fernández calificó como “muy grato” el almuerzo que compartió con el primer ministro Netanyahu. Instó a profundizar el acuerdo que Israel tiene con el Mercosur y que según su interpretación “no fue explotado adecuadamente”.
En declaraciones a los medios argentinos el mandatario afirmó que su viaje a Israel “fue muy positivo primero por la razón central que nos trajo que es la conmemoración del fin de Auschwitz y el recuerdo del Holocausto que es un tema que nos compromete y tiene involucrados”.
“Bienvenido haber venido a Jerusalem para recordar a las víctimas del Holocausto y rendirles el homenaje que se merecen y recordar al mundo que algo así nunca más puede ocurrir”, aseveró.
“Además fue una muy buena oportunidad para hablar con las autoridades de Israel que tuvieron la gentileza de convocarme, de ponerme una reunión con el presidente (Reuven Rivlin) y después un almuerzo con el primer ministro (Benjamin) Netanyahu con quien compartimos dos horas y fue realmente muy grato”, destacó.
Al respecto, el mandatario argumentó que con Netanyahu pudo “hablar de todo lo que Israel y Argentina durante muchos años han dejado de hablar que son las cosas que podemos hacer en conjunto”.
“Tengo muy en claro que la comunidad judía en la Argentina es muy importante y por lo tanto el vínculo con Israel debe ser muy bueno”, enfatizó el presidente.
En este sentido, Fernández celebró haber podido tener este encuentro con el primer ministro israelí quien respaldó al gobierno argentino por el compromiso asumido para el esclarecimiento del atentado a la AMIA, ocurrido en 1994 con un saldo de 85 muertos.
“Celebro haber tenido este encuentro, haber podido hablar como hablamos y darme cuenta que acá hay una valoración correcta de lo que nosotros creemos porque el primer ministro fue claro en su presentación pública cuando nos agradeció nuestro compromiso por la búsqueda de la verdad frente a lo ocurrido en AMIA, ya que esa búsqueda para nosotros es inalterable”, expresó.
Asimismo, el presidente agregó: “Todos estamos interesados en saber qué ocurrió en AMIA y en la explosión que terminó con la vida de muchos argentinos en la Embajada de Israel. Y todos saben de nuestra voluntad por encontrar la verdad y creo que lo tienen más claro en Israel que algunos medios argentinos”.
Además, el presidente destacó que en la reunión con Netanyahu se abordaron “cuestiones de futuro” e hizo referencia al acuerdo de libre comercio que ese país tiene firmado con el Mercosur, que según su interpretación “nunca” fue “explotado adecuadamente”. “Israel tiene para transferir más tecnología, tiene un montón de cosas que la Argentina necesita y nosotros podemos lograr un montón de cosas que Israel está reclamando. Me parece que tenemos que buscar esos puntos de acuerdo”, puntualizó.
“A nadie se le escapa que, para millones de personas, Israel fue una esperanza surgida sobre el horror del Holocausto”, fue una de las frases a las que el mandatario apeló para elogiar a ese país antes de emprender el regreso.
En Twitter, Fernández expresó: “Dejo esta hermosa tierra con un sueño: verla en paz con sus vecinos y especialmente con el pueblo palestino”. En este contexto subrayó que la Argentina “reconoce, por convicción y por respeto a las decisiones de Naciones Unidas, la existencia de los dos Estados y siempre propició la convivencia pacífica”.
“He tenido días muy intensos en Israel. Me encontré con un país que impresiona por su modernidad y por su historia y cultura. Es sorprendente que en una geografía tan pequeña, y en tan poco tiempo, hayan logrado construir un país económicamente exitoso y de vanguardia tecnológica”, expresó el presidente a través de las redes sociales.
Bofetazo a la solidaridad con Palestina ocupada
Así concluye un viaje que no debería haberse realizado pero que más allá de cualquier atajo que se quiera hacer para justificarlo, marca una muy peligrosa inclinación de las relaciones exteriores de Argentina. Ni siquiera tuvo la delegación oficial la más mínima intención de acudir a Ramallah o a Hebrón para oir in situ que opinan los palestinos y palestinas de sus verdugos anfitriones. Pero si faltaba algo para desbordar el vaso, está la referencia que hizo el presidente a profundizar un TLC nefasto sacado entre gallos y medianoche entre el Mercosur e «Israel». Solo faltaba esa referencia sobre un tema que fue ampliamente repudiado por los movimientos sociales y populares argentinos en su momento.
Esta es la cruda realidad. Así como hay aspectos del actual gobierno al que votó la mayoría del pueblo argentino, que van mejorando y ofrecen señales de ir a mejor, está claro que no se puede ignorar esta bofetada que se ha dado no solo a la Palestina ocupada, a sus miles de presos y presas, a sus miles de muertos, a sus millones de desplazados a la diáspora, sino también a los pueblos árabes y a la comunidad de descendientes de esos países que viven en Argentina, muchos de ellos votantes entusiastas de Fernández-Fernández. De Macri y sus ministros nada sorprendía en torno a las relaciones carnales que establecía con el país controlado por el sionismo. Visto lo visto con lo que ahora ha ocurrido con un gobierno donde el peronismo tiene un peso superlativo, lo menos que se puede decir es que se ha dado un paso que tira por la borda el pasado solidario con el pueblo palestino en lucha por su independencia.
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