Caso FACUNDO MOLARES SCHONFELD
1.- Reseña del caso. Antecedentes.
Facundo Molares Schoenfeld es un ciudadano argentino, nacido en San Miguel (provincia de Buenos Aires) de 44 años, quien se encontraba en Bolivia realizado tareas de foto-reportero para la revista digital Centenario (https://revistacentenario.com) y tenía planificado su retorno al país para fines del mes de octubre, principios de noviembre del año 2019.
A fines del mes de octubre, Facundo Molares le avisa a su padre, Hugo Molares, vía whatshap que se encuentra enfermo, que hace días está con fiebre, que no sabe si tiene dengue o paludismo y que se estaría tratando.
El padre pierde comunicación con Facundo por más de una semana, hasta que recibe un llamado telefónico anónimo, informándole que su hijo, se encontraba mal y que iba a ser trasladado a una clínica o al Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra del Estado Plurinacional de Bolivia.
Frente a esta situación el Sr. Hugo Molares decide viajar, junto a su pareja, de urgencia a Bolivia, llegando a Santa Cruz de la Sierra alrededor de las 20.00 hs. del día 12 de noviembre de 2019. Inmediatamente se dirigió al “Hospital Universitario Municipal Japonés” sito en Av. Dr. Lucas Saucedo, Santa Cruz de la Sierra.-
Al llegar al hospital, el Sr. Hugo Molares encuentra a su hijo con asistencia respiratoria mecánica y en coma. Allí se le informa que su hijo Facundo no presenta heridas recientes de ningún tipo y se le exhibe una placa radiográfica con la presencia de varios impactos símil a perdigones de plomos alojados en su cabeza informándole que los mismos son de vieja data y no revisten peligro por el momento según el resultado de una interconsulta realizada por el, con un neurocirujano. Tampoco registraba heridas o sangrado ni orificio de entrada ni hematomas provocadas por los perdigones.
El motivo de su estado y posterior internación lo constituía una insuficiencia renal aguda. El Dr. Víctor Hugo Zambrana del Hospital Japonés de Santa Cruz, en dialogo con el canal Notivisión de Bolivia el día 14 de noviembre de 2019 afirmó que: “tiene una insuficiencia renal aguda, tiene un shock séptico, tiene un edema agudo pulmonar y se baraja la posibilidad de una intoxicación por plomo y también alguna otra posibilidad de Hanta virus, todos estos diagnósticos hacen que el paciente revista mucha gravedad…” (https://www.youtube.com/watchv=xBFlhQ3SjUI ).
2.- Detención irregular. Inexistencia de imputación penal específica. Violación al art. 8.2.b del Pacto de San José de Costa Rica.
En función de la situación de público conocimiento que viene atravesando el Estado Plurinacional de Bolivia, y debido a las situaciones de abierto conflicto social con gran cantidad de heridos e incluso asesinados, al ingresar Facundo Molares al Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra se informó a las fuerzas de seguridad. Una vez identificado Facundo, se estableció que había pertenecido a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y a partir de ese instante se ordenó su detención.
La causa penal donde se encuentra imputado tramita ante el Juzgado 3 de Instruccion Penal de Montero, bajo el Nº 1902373 e intervienen los Fiscales VIERA, JUSTINIANO y ARTEAGA. Los delitos que se le imputan son “homicidio, asociación delictuosa e instigación pública a delinquir”, enrostrándosele el homicidio de dos personas en el marco de los enfrentamientos que se dieron en Santa Cruz de la Sierra entre civiles y con intervención de las fuerzas de seguridad.
En relación a las pruebas que utilizan para imputarlo, se trata de las conversaciones que mantuvo Facundo Molares con su padre, donde le informa que está en Santa Cruz de la Sierra y que habría estado presente en las manifestaciones populares donde se producían los choques entre distintos sectores.
A eso le suman su pasado como integrante de las FARC y las lesiones (de vieja data) que posee en su cuerpo. Debe destacarse que en la investigación penal habría personas identificadas por fotos portando armas de fuego y disparando en el marco de las manifestaciones; pero ninguna de esas personas es Facundo Molares. Por otra parte, Facundo llegó al Hospital con una infección y afectación renal de varios días, y fue internado 11 días después del hecho que se le imputa.
En definitiva, no existe imputación concreta, conducta humana específica, descripción de un hecho puntual y detallado del que se pueda defender.
Por otro lado el día 29 de noviembre de 2019 se llevó a cabo en el Hospital donde se encontraba internado Facundo, la audiencia de medidas cautelares a cargo del Juzgado 2do de Instrucción en lo Penal Cautelar de Montero, cuyo titular es el Dr. Roger Salvatierra. La audiencia tuvo lugar con la presencia de la comisión de Fiscales integrada por Adán Arteaga, Víctor Hugo Justiniano y José Carlos Viera, además de una comisión integrada por cinco abogados particulares que realizaban el patrocinio de la víctima y los abogados de la Defensa Pública.
El juez resolvió luego de la audiencia que Facundo Molares Schoenfeld sería “un peligro efectivo para la víctima y la sociedad” por lo que resolvió su detención cautelar. Pese a que la Defensa insistió en su delicado estado de salud (con una insuficiencia renal grave), el Juez en una primera instancia ordenó su reclusión en el Centro de Rehabilitación “Santa Cruz – Palmasola”, ya que este lugar cuenta con un Centro de Atención de Salud (aunque no de alta complejidad).
Sin embargo, pocos días después se ordenó el traslado al Penal de Máxima Seguridad de “Chonchocoro” en la ciudad de La Paz. Este lugar no cuenta con las condiciones sanitarias mínimas ni posee Centro de Salud para poder garantizar una atención elemental frente a un cuadro tan complejo como el que padece Facundo Molares.
Debe destacarse que Facundo necesita atención especializada constante, controles y estudios de distinta índole e incluso requeriría tratamiento de hemodiálisis.
El uso político de la detención de Facundo Molares se evidencia con claridad en las declaraciones de coronel Gutiérrez, director interino de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz quien sostuvo ante medios de comunicación que: “Tomé conocimiento de un, ingreso como “NN” a la clínica privada Foianini, Chuquisaca 737, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia el día 11/11/19 y posteriormente derivado al Hospital Japonés, por un enfrentamiento entre afines a Evo Morales y los grupos cívicos fue identificado como un ciudadano argentino miembro de las FARC, que permanece en coma en un hospital de la ciudad quien resultó herido en un enfrentamiento en la localidad de Montero, en el que murieron dos miembros de los grupos cívicos. Llegó a un hospital el lunes 11 y, por la naturaleza de su estado, se activó el protocolo de seguridad. Molares fue identificado cuando sus padres llegaron de Argentina para visitarlo y dieron su nombre. Al hacer las averiguaciones, los oficiales se encontraron con los archivos de su militancia en las FARC.” (https://www.youtube.com/watch?v=pxdca21IAoc ).
En definitiva, en base a su pasado como integrante de las FARC y sin asidero factico, es acusado de pertenecer actualmente a un grupo armado, y de haber sido contratado para brindar “instrucción paramilitar” e intervenir en presuntos enfrentamientos.
La realidad, es que Facundo Molares ingresó al Hospital con un cuadro agudo de insuficiencia renal, que motivo su internación en terapia
intensiva, siendo inducido a un “coma farmacológico” por la gravedad de su enfermedad. Su ingreso, su afección de salud y su estado nada tienen que ver en principio con situación de confrontación o enfrentamiento alguno. Ni existen elementos de convicción que prueben de manera alguna la abstracta acusación que se le hace.
3.- Situación grave de salud. Violación al art. 4.1 del Pacto de San José de Costa Rica.
Lo reseñado hasta aquí se ve agravado por la enfermedad renal crónica (cuyas causas a la fecha son desconocidas), que padece el Sr. Facundo Molares. Su situación de salud es grave y va desmejorando rápidamente, existiendo un alto riesgo de vida ya que no está funcionando el sistema renal y el lugar actual de detención no cuenta con las condiciones para su atención de salud.
Actualmente los síntomas que acompañan su estado son náuseas, vómitos, pérdida de apetito, cansancio, fallas respiratorias, cardiacas, y debilidad, problemas para dormir, cambios en la cantidad de orina, entre otros desordenes multi sistémicos. Esto además venía desarrollándose desde hacía un tiempo, lo que evidencia que Facundo carecía de aptitud psico-física que permitan inferir su participación en hechos de violencia.
Debido a la insuficiencia renal grave que padece Facundo Molares, existe un serio riesgo de vida si no es atendido con celeridad en un sanatorio de alta complejidad y profesionales de la salud especializados.
Teniendo en cuenta la gravedad de su enfermedad, según se le ha informado a la familia, es probable que deba evaluarse la posibilidad de un transplante renal. Evidentemente las condiciones en las que se encuentra detenido no sólo son incompatibles con un tratamiento en este sentido, sino que son incompatibles con la vida misma debido al delicado estado de salud que venimos exponiendo.
En definitiva, existe una actual vulneración del derecho a la vida en los términos del art. 4.1 del Pacto de San José de Costa Rica, dado que las autoridades judiciales bolivianas han ordenado la reclusión de una persona con un delicado estado de salud y con una enfermedad crónica y terminal (en caso de no actuar con diligencia), en un establecimiento penitenciario de máxima seguridad que no posee un centro de salud de alta complejidad para atender semejante dolencia.
4.- Medidas llevadas a cabo hasta la fecha.
En relación a la situación de Facundo Molares, ha tomado intervención el cónsul argentino en Santa Cruz de la Sierra, Roberto DUPUY, quien ha realizado innumerables gestiones tanto para garantizar un juzgamiento en el marco del debido proceso, como para garantizar la asistencia médica adecuada para el ciudadano argentino. Sin embargo, su actuación ha sido muchas veces condicionada por el accionar arbitrario de las autoridades bolivianas.
Actualmente, nos encontramos en contacto y comunicación permanente con el cónsul Roberto Dupuy.
Por otra parte el padre de Facundo, Hugo Molares ha hecho gestiones con diversos organismos de derechos humanos, La Cruz Roja Internacional y la Iglesia Católica.
Además, el Sr. Hugo Molares ha solicitado formalmente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la adopción de una medida cautelar en virtud de la situación denunciada, mediante requerimiento presentado en fecha 23 de noviembre de 2019 (presentación 50540 – Medida cautelar – CIDH).
Sin perjuico de lo expuesto, la gravísima situación en la que se encuentra Facundo Molares, sumado a la violación de derechos elementales garantizados por Tratados Internacionales de Derechos Humanos, y puntualmente la Convención Americana de Derechos Humanos, convocan la urgente intervención de diversos actores para lograr el respeto a los derechos fundamentales que asisten al ciudadano argentino.
Martín Alderete – CADEP
Buenos Aires, 9 de diciembre de 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario