Por Camilo Katari, Resumen Latinoamericano 20 de diciembre de 2019
En 1899, cuando Zarate Willka organizaba su ejército; en Europa se publicaba el libro ¿Reforma o Revolución? De Rosa Luxemburgo. Hoy mirando críticamente la actuación del bloque parlamentario del MAS, nos planteamos la misma pregunta.
Ya no tenemos duda que los parlamentarios del MAS, por lo menos la mayoría, haya decido “colaborar” con la consolidación del golpismo. Mientras discuten una agenda impuesta por los golpistas, las organizaciones sociales, y los ciudadanos de a pie que resisten el golpe, son perseguidos, encarcelados y amedrentados por los grupos paramilitares, que en lugar de ser desarticulados se les permite actuar y asegurar su protección por la propia justicia, como ocurrió en Cochabamba.
Los parlamentarios “colaboradores” del golpismo se han olvidado que son un Órgano de Poder y tienen una tarea fundamental que es fiscalizar lo que hace el Órgano Ejecutivo ¿Por qué estos entusiastas colaboradores no han presentado interpelaciones al gabinete? ¿Existe, como se ha denunciado un pacto, para dejar hacer y dejar pasar?
El argumento de la “pacificación” ha servido para desmovilizar a los movimientos sociales y el desmoronamiento de las transformaciones estatales; es una vergüenza que los parlamentarios colaboracionistas sean pasivos observadores de cómo se ha inoculado veneno al cuerpo de un recién nacido y sabiendo que la muerte es inminente… y, no hacen nada.
La demostración de la falta de una formación ideológica sólida y una convicción por los principios, tiene como resultado el desvarió de los parlamentarios que juraron llevar adelante la transformación del Estado.
En nombre de la “pacificación” se ha hipotecado la dignidad y soberanía, hoy la cooperación internacional ha desatado una campaña para “abrazarnos” entre todos los bolivianos, en franca colaboración con los golpistas y pretendiendo que olvidemos a nuestros muertos y nuestra historia.
Señores de la Cooperación Suiza, los bolivianos y bolivianas sabemos quiénes son nuestros enemigos; no podemos abrazarnos con los verdugos del pueblo.
Parlamentarios y parlamentarias, bailan al compás de la música que los golpistas quieren, han perdido la dignidad.
La falta de formación política e ideológica, hace perder la perspectiva, que en el campo de decisiones políticas es fundamental, como señaló Rosa Luxemburgo, hoy los parlamentarios han puesto como objetivo central prolongar su periodo, y aprovechar al máximo su efímero poder, para su propio beneficio.
Esta prolongación solamente favorece al desmantelamiento de los logros en materia económica y social, y la preparación de unas elecciones donde el ganador continúe la obra iniciada por los golpistas.
La estrategia golpista requiere tiempo, tiempo que generosamente los parlamentarios “colaboracionistas” les ofrecen en bandeja.
En este tiempo político, cedido por estos ‘asambleístas’, los golpistas terminarán con el desprestigio y encarcelamiento de los principales dirigentes de los movimientos sociales; y un debilitado MAS se presentará a las elecciones, o lo que es peor, se anulará la personería jurídica del MAS.
Esta estrategia tiene como cómplices a estos parlamentarios, que han perdido todo vínculo con la fuerza del sujeto político que son los movimientos sociales. Si resistimos al golpismo, también resistiremos a la traición de esos mal llamados “asambleístas”.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino
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