12 de noviembre 2019 .-
Evo Morales finalmente llegó a México, donde recibirá asilo político tras el golpe de Estado que sufrió en Bolivia, y dio un discurso en el que describió los días de su escapatoria hacia Cochabamba y aseguró que ofrecieron 50 mil dólares de recompensa por su captura. Además, ratificó que continuará trabajando por el pueblo boliviano y que no abandonará la política.
«En las elecciones del 20 de octubre de este año empezó el golpe de Estado. La última etapa, lamentablemente, se sumó la policía nacional. Quemaron tribunales electorales, sedes sindicales, casas de nuestras autoridades. Saquearon y quemaron la casa de mi hermana. Saquearon mi casa en Cochabamba», comentó el legítimo presidente boliviano.
Y continuó: «Con políticas de amedrentamiento, de intimidación, de escarmiento, hicieron denunciar a dos alcaldes. No renunciaron por cobardes, sino por tanta represalia contra su familia. Secuestro, amenazas de quemarlos, hasta que renuncien».
Además, reveló un encuentro con un integrante de las fuerzas de seguridad que le comentó la recompensa ofrecida por su captura: «El 9 de noviembre, sábado, cuando llegaba a la zona del trópico de Cochabamba, un miembro del equipo de seguridad del ejército me informó y me hizo leer mensajes y comentó llamadas, que pidió que le entregara a cambio de 50 mil dólares. Un día antes de nuestra renuncia».
«Hemos decidido renunciar por ello. Estamos muy agradecidos porque el presidente de México me salvó la vida«, sostuvo Morales, y comenzó a dirigirse a sus compatriotas: «Quiero decirles a mis compañeros del trópico, que llegamos aquí sanos gracias a México y sus autoridades. Quiero decirles, hermanos y hermanas, mientras tenga vida seguimos en política. Mientras tenga vida sigue la lucha y estamos seguros que los pueblos del mundo tienen todo el derecho de liberarse. Pensé que habíamos terminado con la opresión, con la discriminación, con la humillación. Pero surgen otros grupos que no respetan la vida, menos a la patria».
Por último, aclaró: «Si algo de delito tengo que es indígena Evo, si algo de pecado tenemos es que hemos implementado programas sociales para los más humildes buscando la igualdad y la justicia. Solo va a haber paz cuando se garantice la justicia social. Nuestro delito y pecado es que ideológicamente somos antiimperialista, que sepa el mundo entero. No por este golpe voy a cambiar de haber trabajado por los sectores más humildes».
«Es una lección más para fortalecer la lucha de los pueblos en el mundo. Lo más importante es seguir con vida, eso nos permite seguir al lado del pueblo boliviano«, concluyó.
«El presidente de México me salvó la vida», dijo en sus primeras declaraciones en ese país. Ratificó que fue forzado a la renuncia debido a un «golpe cívico,político, policial».
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