11 de noviembre 2019 .—
Millares de campesinos del altiplano boliviano con palos irrumpieron en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, al grito de «ahora sí, guerra civil», en el inicio de movilizaciones convocadas por sindicatos agrarios en respaldo al saliente presidente Evo Morales.
«Es el momento de unirse, defender nuestros derechos, y hoy en todo el país convocamos a nuestra movilización», dijo el líder de la Confederación de Pueblos Interculturales (colonizadores agrícolas), Henry Mamani, a reporteros en la sede de esa organización en La Paz.
Los campesinos que gritaban la consigna mientras avanzaban al trote arribaron desde la región ribereña del lago Titicaca (oeste) e incluían a los «ponchos rojos», grupos de choque de los pueblos aymaras conocidos por su tradición guerrera, según mostraron reportes de varios canales de televisión.
La entrada al trote de los campesinos altiplánicos culminó con una concentración en los alrededores de la Universidad Pública de El Alto, donde los dirigentes anunciaron que se declaraban en protesta permanente, con bloqueos de carreteras en rechazo al «golpe de Estado de Camacho y Mesa», por el líder cívico Luis Camacho y el expresidente y candidato presidencial Carlos Mesa.
Desde que Morales los señalara como responsables del golpe cívico-político que lo echó del poder, Camacho y Mesa son mencionados como enemigos en las declaraciones de políticos y dirigentes sociales que repudian las protestas que lograron la anulación de las elecciones de octubre, ganadas según el cómputo oficial por el presidente que anunció su renuncia luego de que las Fuerzas Armadas le hicieran saber que debía salir del poder.
Por su parte, las Fuerzas Armadas anunciaron en un comunicado que «ante la escalada de violencia y hechos vandálicos», que estallaron en La Paz el domingo en la noche tras la renuncia de Morales, puso en marcha una operación para «resguardar los servicios públicos esenciales para garantizar su funcionamiento».
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