Según el medio del estado de Florida, El Nuevo Herald, "militares venezolanos opuestos al régimen de Nicolás Maduro han comenzado a prepararse desde el exterior para enfrentar la volátil etapa de transición que vendría cuando Maduro salga del poder".
Refiere el medio que se trata de una "una red de voluntarios que esperan que pronto supere los 6 mil oficiales y soldados". Estaría conformada por supuestos exmilitares y expolicías que se "separaron de las fuerzas armadas controladas por Maduro, muchos de ellos por diferencias políticas".
El "movimiento" fue presentado en la ciudad de Doral, uno de los principales polos de la diáspora venezolana en Florida, y está siendo acompañado por la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX).
El terrorista venezolano protegido por EEUU y fundador de VEPPEX, José Antonio Colina, es una de las caras visibles de la anunciada "red de voluntarios". Colina es responsable de colocar bombas en el año 2003 en la embajada de España y en la sede del Consejo Nacional Electoral ubicadas en Caracas, razón por la cual se fugó a Norteamérica.
Colina afirmó que "ni la transición, ni ninguna presidencia elegida por elecciones libres y transparentes va a poder sobrevivir en las actuales circunstancia si no cuenta con una estructura de fuerza que le permita gobernar. Pero con los elementos que hoy conforman las Fuerzas Armadas no es posible confiar. ¿Por qué? Porque están compuestos por comisarios políticos, por terroristas o narcotraficantes".
Uno de los objetivos de esta "red" es, según El Nuevo Herald, permitir "la reinserción de los oficiales como personal activo dentro de las Fuerzas Armadas a servicio de la democracia", luego de que sea derrocado el presidente Nicolás Maduro.
La publicación del Nuevo Herald es un movimiento típico de la propaganda de guerra, en tanto busca recubrir bajo una retórica bien intencionada lo que es, claramente, el anuncio de una fuerza mercenaria que buscaría atentar contra la soberanía nacional.
Aunque no puede darse por sentado que las cifras presentadas sean reales (Colina habla de un censo mas no de "efectivos" comprometidos con el plan), el relato busca dotar de credibilidad la existencia de una supuesta "FANB paralela" que estaría bajo el mando de Juan Guaidó, justo en el momento en que su figura, como el intento de golpe en general, se encuentra en una situación de estancamiento.
Igualmente, la intención de actuar en un escenario "post-Maduro" puede sugerir que, más allá del censo y la presentación del movimiento en Doral (con el claro objetivo de mantener animada a la diáspora venezolana), no existen condiciones logísticas o de financiamiento para planificar una intervención militar exitosa.
Pero, mientras tanto, el relato es suficiente.
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