miércoles, 9 de octubre de 2019

Misión Cultura ofrece capacitación en Investigación Social-Materialista como perspectiva para el análisis social



Prensa MPPC (08/10/19) Compartir la primera avanzada que propone un nuevo método de investigación cualitativa, denominado Investigación Socio-Materialista, será el propósito del conversatorio que la Fundación Misión Cultura, tendrá este próximo miércoles 9 de octubre, a las 10 de la mañana, en la sala de reuniones del piso 6, de la torre ministerial ubicada en el Foro Libertador.
El investigador social y profesor metodológico, Orángel Márquez, desarrollará esta charla, como parte del ciclo de actividades que cada semana lleva a cabo la Coordinación General de Estrategia, en el marco de su programa “Herramientas para fortalecer la esperanza”, de cara al reimpulso del proceso formativo que lleva adelante la institución.
Márquez, quien también se destaca como abogado, ingeniero agrónomo,  ambientalista y próximamente periodista, explica que, como su nombre lo indica, este nuevo modelo de investigación agrupa dentro de la indagación social la aplicación de la teoría del Materialismo Histórico propuesta por Carlos Marx, y la cual sustenta que los modos de producción determinan las relaciones sociales dentro de la sociedad misma.
Como creador de la propuesta investigativa, Márquez busca a través de este nuevo modelo de investigación, estimular que tras la conformación de colectivos de investigación, cada sujeto investigador se vaya a la raíz de los problemas sociales en una comunidad, y que al igual que el resto de los sujetos de estudio, se convierta en un actor que es partícipe y al mismo tiempo protagonista del hecho investigativo, en pro de los cambios y transformaciones que se requieren en ese entorno de análisis, de cara al proceso de descolonización que hoy en día requiere el pueblo venezolano.
Como parte del conversatorio, Márquez mostrará los resultados de un proceso investigativo que arrancó en el año 2002, y que hoy se presenta decantado en este modelo metodológico, cuyas raíces se nutren del enfoque geohistórico, la hermenéutica y el modelo Investigación, Acción y Participación (IAP), para evolucionar en un nuevo método que pretende ir al fondo neurálgico de la relación social, donde se analicen los modos de producción de la sociedad actual, en pro de que los investigadores indaguen y analicen, pero al mismo tiempo se conviertan en agentes productores, bajo un nuevo modelo de relación social del trabajo, formando así parte del ente socio productor que pueda llegarse a proyectar en un entorno social específico.
El experto explica que el método social-materialista contempla cinco fases de desarrollo que parten de la conformación y capacitación de un equipo investigador, que en principio debe reconocer lo que acontece en el entorno social tras la influencia del colonialismo. Dichos investigadores deben tener un acercamiento a los actores sociales de la comunidad donde se desarrolle el hecho de estudio, pues -como destaca Márquez- será vital la identificación de un liderazgo de avanzada que haga vida en dicha comunidad y que abogue por el logro de los objetivos de transformación.
La segunda fase es denominada Indagación y acercamiento con la realidad, en ella se analizarán tres áreas específicas: el ámbito humano, el ámbito construido y el ámbito natural. Márquez indica que la aplicación de instrumentos de recolección de datos, estarán dirigidos a determinar las características sociales de la comunidad, en línea con conocer desde la perspectiva humana a qué se dedican, dónde laboran, qué tipo de productos consume mayoritariamente un sector, cómo los adquiere; desde el punto de vista de lo constructivo indagar acerca de los espacios para la producción, para la comercialización, los espacios itinerantes y posibles espacios tentativos para la producción; para, finalmente, en el ámbito natural definir si la comunidad cuenta con espacios subutilizados que puedan servir para la conformación de nuevas iniciativas productivas.
La tercera fase corresponde al Análisis y la sistematización de los datos que, como su nombre lo indica, permitirá llegar a un proceso de interpretación, al tiempo que la información recabada se contrasta con la realidad. De esta forma, se llegarán a conclusiones acerca del potencial productivo de la comunidad, a fin de plantear propuestas en pro del desarrollo de posibles unidades de producción, que permitan incorporar a los sujetos al proceso productor de manera protagónica.
Como parte de la cuarta fase, denominada Proceso productivo, formación y descolonización, se definirán las posibles unidades de producción a desarrollarse en el seno de las comunidades, con lo cual se generará un proceso de capacitación específico en los sujetos involucrados, de cara a la unidad de producción seleccionada. Asimismo, se propiciará la formación en los actores sociales para fomentar el empoderamiento de la comunidad, a través de la apropiación de herramientas de emprendimiento social como la autogestión, teniendo claro que no se niega el apoyo anclado del Estado o el sector privado pero que será la misma comunidad la propiciadora de sus procesos internos.
Finalmente, la quinta y última fase contempla el Inicio el proceso de producción, bajo una lógica distinta, en donde los participantes, que se pretende sean como mínimo siete personas, se involucren activamente y compartan al menos media jornada semanal al hecho productivo y se pueda combinar a sus otras obligaciones laborales conscientes de la realidad social en la que se están inmersos. Esta acción permitirá anclar un proceso de intercambio de esfuerzo que identifique la conformación de un nuevo tejido social, donde se favorezca la satisfacción de la necesidad que motivó la conformación de la unidad productiva y donde los sujetos involucrados se vuelven responsables para el logro de un modo de producción justo y consciente.
Márquez, quien reconoce satisfecho la osadía de esta propuesta, explicará este miércoles que este modelo investigativo da pie a la creación de un nuevo paradigma sociotransformador, en el cual la sociedad debe asumir un papel histórico para revelar la realidad que se vivencia en las relaciones socioeconómicas, todo ello entendiendo que el colonialismo fue intencional e impuesto mediante la aplicación de ingeniería social, a través de espacios como la moda, la educación, la religión y los medios de comunicación social. Por lo tanto, este nuevo modelo de investigación busca potenciar un proceso de reingeniería que permita descolonizar a la sociedad. A diferencia de otros modelos que sólo buscan ser observadores, éste pretende identificarse como un modelo metodológico que desea ser liberador, y que da pie a que el investigador reconozca cómo se relacionan diversas expresiones bajo un nuevo enfoque y nuevas lógicas, para proponer alternativas que permitan el desmontaje del modo de producción actual pero que además se enraice con la necesidad que como actores sociales todos coparticipen en el proceso de descolonización.
Para conocer más acerca de la programación de talleres y encuentros pedagógicos que lleva adelante la Coordinación General de Estrategia, pueden seguir las cuentas @MisionCulturaVe en Twitter y Facebook.
T y F: Prensa FMC

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