Con cara de amargados y una muy mala puesta en escena, una solitaria minoría de representantes de la extrema derecha golpista y fascista de Venezuela, afines todos a Primero Justicia y Voluntad Popular, presentaron sin nada de repercusión el pavoroso Plan País, acompañado a todo color con la ilusoria frase “El Día Después”.
Estos partidos, decantados por participar en Guarimbas, ataques terroristas y golpes de Estado, negándose a participar en elecciones democráticas y populares, resulta que ahora se presentan con un supuesto “plan de gobierno”, para aplicarlo, según sus maquinaciones y confabulaciones, en el momento mismo en que les cuaje alguno de sus infinitos planes de interrupción del hilo constitucional y, Marines mediante, quedar instalados cómodamente dentro del Palacio Miraflores. Esta es otra cara del golpismo. Puro fascismo, ejecutado por los peones de los mantuanos, autoerigidos para dirigir el país. Absolutamente nadie ha votado por estos caraduras y sinvergüenzas, sin embargo, ya quieren repartirse el país y todas sus riquezas.
No es difícil encontrar el texto completo del Plan País, para entender los alarmantes fundamentos ideológicos que se esconden detrás del nada inocuo programa. Para las redes sociales, los presentadores (casi como animadores de un Reality Show) soltaron algunos gritos histéricos, lágrimas, frases alarmistas y catastróficas, dignas de la mente deschavetada de este sector de la fauna opositora que hace largo rato perdió la conexión con el país y solo aboga por mantener el bloqueo comercial y financiero. La extrema derecha se convirtió en un ave agorera, en zamuros carroñeros, que disfruta y hace política sobre las dificultades del país. Del resto, no aporta nada en positivo para la patria.
Por eso, nuevamente sus propuestas no calaron. No tuvieron en lo absoluto acogida o aceptación entre la masa popular, entre sus posibles votantes. Todo fue un montaje de laboratorio, un intento de resucitación de algunos partidos cadavéricos y de sus zombis representantes.
Al final, hay muy poco que destacar de lo poco que pueden decir públicamente. No pueden negar su metabolismo. Su plan es evidente, aplicar todas las recetas del neoliberalismo salvaje. Pero saben que deben cuidar el verbo, para no alumbrar, revelando de antemano que un supuesto gobierno de la extrema derecha, va a aplicar completico un severísimo plan de choque auspiciado por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y sus demás socios de la logia conservadora. Saben que si revelan este plan de seguro ahuyentarán hasta las moscas.
Por eso las caras de amargados de los zombis de la extrema derecha venezolana. Enajenados por sus contradicciones internas, viven sin poder revelar sus verdaderas intenciones. Por eso solo hay palabras y poses para los medios, carne para la tribuna histérica del Coliseo Romano.
De allí que solo hicieron públicos algunos enunciados, mensajes como telegrafiados, frases cortas que no revelan el verdadero bulto. Pero que deja clara la ambición por “recuperar el Estado” para ponerlo al servicio de la burguesía nacional. Para la defensa de sus intereses de clase, no para defender al pueblo.
Por eso el énfasis en alinearse a la lógica neoliberal, arrodillándose de entrada a los buitres del sistema financiero mundial, ya que van a suplicar sin pena alguna por “asistencia financiera internacional extraordinaria de organismos multilaterales, préstamos bilaterales, donaciones internacionales, reestructuración de sus compromisos de deuda externa”. Son unos vendepatrias.
En el tema del gasto social, donde nuestro Gobierno Bolivariano destina más del 75% del presupuesto a las misiones y programas sociales, señalan que “La ejecución del gasto social se realizará de manera compatible con la sostenibilidad fiscal a mediano plazo, eliminando las políticas clientelares y de control social”, es decir, dirán que no hay viabilidad financiera para sostener los programas sociales que protegen al pueblo y eliminarán, tal cual hizo el buitre de Macri, todas las políticas sociales.
Alineados con el discurso de la burguesía parasitaria, no esconden su deseo privatizador al proponer que “Las empresas del Estado serán reestructuradas, explorándose mecanismos de transferencia de activos al sector privado…”. Zamuro cuidando carne. Esta propuesta es un vil saqueo de los activos del Estado, propiedad de todos los venezolanos, que pasarían a ser propiedad de los clanes nacionales y las corporaciones transnacionales.
La extrema derecha, en su cacareado Plan País, no esconde su eterno sueño de liberalizar totalmente la economía (Modo Carlos Andrés Pérez). Se han comprometido con sus patronos, los mantuanos, a dar “prioridad a la reactivación y estimulando la sana competencia como mecanismo de autorregulación del mercado, entendiendo la importancia medular de los sectores de la cadena productiva”. Quieren convertir a Venezuela en paraíso del Libre Mercado para que la burguesía parasitaria se lucre a su antojo.
Su disparate más resaltante es que prometen “levantar el control de cambio sin fuga de capitales”. Cómo es posible que la descarada burguesía parasitaria prometa hacer esto, si la especulación cambiaria empieza en sus miserables bolsillos, llenos de ingentes cantidades de Bolívares, que son utilizados, no para la producción nacional, sino que alimentan todas las perversiones y distorsiones de la especulación cambiaria y financiera. Son unos apátridas miserables.
La extrema derecha vuelve a tropezar con la misma piedra. Sigue en la agenda golpista. Todo el pueblo los rechaza y los señala como los principales responsables de las dificultades del país. Frente a estos vendepatrias, hay un pueblo firme, presto a defender nuestra independencia y soberanía nacional. Este próximo 10 de Enero, todos los planes golpistas serán nuevamente derrotados.
Richard Canan
Sociólogo
@richardcanan
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