miércoles, 21 de noviembre de 2018

Envenenamiento de Jorge Pizano en Colombia: una postal de la guerra por controlar el continente




El hijo de Jorge Enrique Pizano, el principal testigo del caso Odebrecht en Colombia, afirmó que el agua embotellada que encontró en el escritorio de su padre sabía a algo "inmundo". Unos segundos después, según su hermana, Alejandro Pizano se desmayó fulminantemente y nunca más se levantó. Los forenses de la Fiscalía de Colombia determinaron que su muerte fue provocada por la "ingesta de cianuro".
El titular del diario afirma que Pizano hijo bebió un agua envenenada del escritorio de Pizano padre el día de su velorio en la casa de la finca de la familia. Unos días después se encontró un frasco de cianuro escondido en uno de sus muchos recovecos. A la fecha, la Fiscalía aún no sabe quién envenenó el agua de Pizano hijo, ni tampoco si Pizano padre murió, en realidad, por los mismos motivos.
Sobre el caso, sobrevuelan ahora los temores de Pizano padre sobre su inminente asesinato dado lo delicado de su testimonio, que lo tenía cerca de convertirse en testigo protegido de Estados Unidos.
En este contexto, el canal Noticias Uno publicó un audio que dejó, en caso de que falleciese, donde narra al Fiscal General Néstor Humberto Martínez las irregularidades que registró como auditor de la Ruta del Sol II, construida por Odebrecht en alianza con el Grupo Aval del banquero colombiano Luis Sarmiento Angulo.
Así, resulta que quien investiga la extraña muerte de Pizano hijo y Pizano padre es, en realidad, quien sabía acerca del testimonio del segundo sobre los sobornos entregados por la compañía brasileña. Por lo que tampoco llama la atención que la Fiscalía ruede la versión de que el cianuro, en realidad, podría ser propiedad de la familia Pizano.
Sobre todo, porque el Fiscal era el jefe de Pizano padre como máximo responsable de los abogados de la firma del banquero Luis Sarmiento, para quien el difunto auditor trabajaba. Las malas lenguas, incluso, afirman que el banquero hizo fuerza para que su abogado se convirtiese en Fiscal de la República y evitara que el escándalo Odebrecht llegase a mayores.
Una cosa, como se sabe, es que el escándalo toque a terceros como Odebrecht, o a los políticos que aprobaron el proyecto como Juan Manuel Santos, o el uribista Iván Zuluaga. Otra muy distinta es que directamente enlode al hijo de Luis Sarmiento, relacionado con el contrato de la Ruta del Sol II, o que el Grupo Aval del banquero sea investigado por la justicia estadounidense por la ley de prácticas corruptas en el extranjero, que le permite a Washington perseguir a cualquier empresa con operaciones en su jurisdicción.
Entonces, resulta que Pizano padre era la llave para llegar a las empresas de Sarmiento padre, y llevar a la justicia a Sarmiento hijo por lo que Pizano hijo y sus hermanos estaban asustados por la suerte de su padre, que reiteradas veces había afirmado estar apurado por llegar a ser testigo protegido de Estados Unidos para evitar que le llegase la muerte antes de tiempo cuando, paradójicamente, luchaba contra un cáncer de pulmón.

¿Del fin del asombro a la muerte por encargo?

En Colombia nadie se asombró por la muerte de Pizano padre, ni puso en duda la relación de Sarmiento padre con el Fiscal de la República. Del asesinato de Eliécer Gaitán hasta las casas de descuartizamiento en Buenaventura, la violencia es un leit motiv de una elite que ha hecho de la muerte un lucrativo negocio afín a sus intereses. Bastante de esto sabe Sarmiento padre luego de haber financiado por muchos años a Uribe hijo para que pusiera "en orden" a la Colombia vasalla.
Lo novedoso es que Estados Unidos dueño ahora, en realidad, quiere abrir un expediente judicial que desguace las empresas de Sarmiento padre, quien como propietario de Corficolombia se convirtió en el principal banquero de Centroamérica después de comprar Bac - Credomatic, y empezar a cotizar en Wall Street con la venta de acciones por el orden de los 1 mil 265 millones de dólares. Paradójicamente, el haber abierto operaciones en Estados Unidos es lo que le puede hacer víctima de la ley de prácticas corruptas en el extranjero por la sospecha de que ofreció favores, a cambio de recibir la concesión de la Ruta del Sol II.
Con la misma ley, el Departamento de Justicia, junto a la Comisión de Bolsa y Valores, de Estados Unidos dueño han perseguido a la constructora Odebrecht, la brasileña Petrobras, la aeronaútica Embraer, la petroquímica Brasquem, la venezolana PDVSA, y la minera chilena Patricio Contese González, entre muchas otras compañías importantes de la región acusadas de hechos de corrupción fuera de la jurisdicción de Washington.
En la mayoría de los casos, la reputación de estas compañías fueron seriamente dañadas hasta que llegaron a un acuerdo para pagar una multa en la jurisdicción de Estados Unidos, que incluso provocaron la venta de sus acciones, o directamente la caída en desgracia de buena parte de ellas como le sucede a Odebrecht, hoy virtualmente impedida de hacer negocios en América Latina.
Por eso, Sarmiento padre tiene miedo de que Sarmiento hijo, responsable de haber internacionalizado su compañía en Estados Unidos dueño, pueda ser penalizado en las cortes federales de Washington, dado que la mayoría de los procesos judiciales de este tipo, hoy en aumento, apuestan a procesar a los ejecutivos de las empresas. Y por eso Pizano padre tenía el temor bien fundado de estar en peligro por negociar el estatus de testigo protegido que abriría las compuertas de Odebrecht al Grupo Aval de los Sarmiento Angulo.
Sarmiento padre quizás sepa que Estados Unidos dueño adelanta una cruzada evangelizadora contra las compañías latinoamericanas trasnacionalizadas, como las de su propiedad, para trasferir hacia Washington el dinero que ganan por ser fuertes en la región. Estados Unidos dueño llama a eso "luchar contra la corrupción para transparentar el clima de negocios en América Latina", pero en la jerga criminal eso es un simple y burdo acoso y derribo, a la usanza de los pistoleros del far west.
Así el poder corporativo canibaliza según el grado de jerarquía en la pirámide alimenticia: si eres empresario competidor, te sacan tus negocios o si no te apresan, junto a tus ejecutivos; si eres político corrupto o líder incómodo, te persiguen a ti y a tu círculo íntimo, si no te meten preso, te asesinan moral y físicamente; pero si eres pobre, molesto, armas problemas, no aceptas el recorte de derechos, te espera la mazmorra, la represión perfecta, la luz cegadora y el disparo de nieve. En el camino, se elimina la política y la negociación solo al reconocer al otro una vez habiéndole pasado completamente por encima.
En esa dimensión, Pizano padre e hijo, junto a Sarmiento padre e hijo, son la historia mínima, la expresión humana, de esta animalización de la vida diaria en las esferas donde el poder se ejerce de la forma más dura y sin mediaciones: el trabajo, la calle, las relaciones personales y, por último, los negocios. Poco parece asombrar, entonces, que esta lógica de todos contra todos permee cada vez más en los dueños de grandes empresas, y sus empleados, por ser síntoma de una época, donde una parte de la elite global necesita comerse a una fracción de sus pares para asegurarse su futuro como clase.

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