Este 27 de agosto, en el marco de la agenda de recuperación económica emprendida por el Gobierno venezolano, el presidente Nicolás Maduro anunció un plan de ahorro nacional en oro y petro. Los efectos económicos que persigue esta medida apuntan directamente al comportamiento del dólar paralelo.
La medida y un detalle simbólico a percibir
Desde la Casa de la Moneda, en el estado Aragua, Maduro anunció que a partir del 11 de septiembre, en una primera etapa de este plan, el Banco Central de Venezuela venderá certificados del metal precioso en presentaciones de 1,5 y 2,5 gramos.
Según complementó el ministro de Industrias y Producción Nacional, Tareck El Aissami, la presentación del lingote de 1,5 gramos costará 3.502 bolívares soberanos, mientras que el de 2,5 gramos tendrá un precio de 5.837 bolívares soberanos. Los mismos serán custodiados por el Banco Central de Venezuela, siendo el certificado (con vencimiento a un año) la representación de las láminas de oro obtenidas por el comprador.
El plan va dirigido a pensionados y trabajadores de todos los sectores del país, quienes podrán acceder a los certificados a través de las cajas de ahorro y el Carnet de la Patria. El presidente Maduro también adelantó que este será el mecanismo con el cual, en las próximas semanas, podrán convertir sus bolívares soberanos en petro para complementar el plan de ahorro utilizando la criptomoneda venezolana.
A su vez, el presidente del Banco Central de Venezuela, Calixto Ortega, indicó que el certificado podrá utilizarse como respaldo para solicitar créditos en la banca pública y privada.
Si bien el presidente Maduro había adelantado esta medida el día de ayer en el marco de la Plenaria Informativa del IV Congreso del PSUV, fue en la Casa de la Moneda donde fueron lanzadas oficialmente.
Esta institución ubicada en Maracay, estado Aragua, forma parte del Banco Central de Venezuela y es el ente encargado de producir los billetes y acuñar las monedas de curso legal en el país.
Al realizar los anuncios desde la Casa de La Moneda, Maduro y el directorio económico intentan simbolizar que el Estado se encamina a restituir su papel como actor central de la política monetaria del país, en menoscabo de los agentes paraeconómicos que operan detrás del mercado del dólar paralelo.
Un mensaje que encuadra con exactitud el momento político y económico que vive el país: la necesidad de restituir la autoridad del Estado o la expansión del caos económico como herramienta política para derrocar al chavismo del poder.
Orientaciones y objetivos de esta medida. ¿Por qué el oro?
En términos generales la medida va dirigida a favorecer a la amplia mayoría del país que basa su cotidianidad económica en el bolívar, tanto en sus ingresos regulares como en la realización de sus transacciones diarias.
Durante los últimos años, producto de la guerra financiera contra la moneda, la tenencia de bolívares ha sido susceptible a una devaluación agresiva, por lo que el lanzamiento de este instrumento de ahorro busca conservar el valor del patrimonio de las familias venezolanas y revertir la tendencia de la depreciación del signo monetario nacional.
El uso específico del oro para este objetivo, dentro del plan de recuperación económica, viene dado por sus características.
Ha sido utilizado históricamente como un mecanismo de protección ante la inflación, debido a que mantiene su valor y estabilidad por largos períodos de tiempo; una condición con la que no cuentan las llamadas monedas fiat o fiduciarias, como el dólar, que al ser emitidas sin respaldo orgánico en la economía real tienden a devaluarse con el tiempo, al mismo tiempo que genera una inflación en los precios.
Su existencia limitada en el mundo y durabilidad en el tiempo por sus características naturales, son algunos de los componentes que hacen al oro un depósito de valor, que crece con el tiempo, frente a las monedas fiduciarias.
El economista Vicent Tie, quien forma parte de la empresa BullionStar, encargada de servicios de almacenamiento y compra-venta de metales preciosos, define con sencillez cómo el oro ha mantenido -y aumentado- su valor a través del tiempo en comparación con el dólar.
"Si hubiera enterrado (en 1940) 1 onza de oro y 35 dólares estadounidenses en el suelo y excavado ambos artículos hoy, puede ver qué tan bien el oro ha preservado su poder adquisitivo. 35 dólares estadounidenses desenterrados y utilizados hoy le permitirán comprar bienes y servicios por menos de ese valor. 1 onza de oro desenterrado tendría un valor de aproximadamente 1.400 dólares estadounidenses hoy".
El enfoque de las medidas de recuperación económica tiene como objetivo central debilitar la influencia del dólar paralelo sobre el valor de la moneda venezolana, y en consecuencia, reflotar el poder adquisitivo de la población.
En este sentido, el lanzamiento del nuevo DICOM con una tasa flotante, la supresión de la Ley de Ilícitos Cambiarios para flexibilizar la compra-venta de divisas en el país, la instalación de casas de cambio en toda la geografía nacional y el anclaje -monetario y cambiario- del bolívar soberano al petro y la reforma fiscal y tributaria acompañada de un plan de déficit cero, forman parte de un conjunto de acciones que van en esa dirección.
El plan de ahorro presentado por Maduro, como medida complementaria, se prefigura como un mecanismo para preservar el valor del bolívar, cambiando la tendencia dominante hasta ahora con los efectos ya conocidos sobre la inflación: utilizar los bolívares para comprar dólares en el mercado paralelo; un círculo vicioso que devalúa permanentemente la capacidad de compra de la moneda nacional.
Concretamente, este plan procura ralentizar el flujo de bolívares hacia el mercado negro de divisas (en busca de preservar su valor). Se intentará redirigir este flujo hacia alternativas no inflacionarias como el oro y el petro, mientras este último se busca perfilar como una divisa para el intercambio comercial particular o empresarial fuera de nuestras fronteras.
El poder del dólar paralelo en los últimos años ha radicado en haberse convertido en la única alternativa para mantener el valor del bolívar y acceder a una divisa convertible.
Los vientos geopolíticos a favor, reservas, bloqueo financiero y el factor oro
El 20 de marzo del año en curso, el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, informó que la minera canadiense Gold Reserve certificó una parte de las reservas de oro de Venezuela, ubicando al país como la cuarta mina más grande del mundo.
En sólo una franja del Arco Minero del Orinoco, la minera certificó 1.480 toneladas de oro, equivalentes a 54.300 millones de euros, según informó Rodríguez. Es probable que las reservas puedan duplicar esa cifra en una próxima certificación, lo que potenciaría su carácter estratégico en la economía mundial y, en consecuencia, su utilización para blindar la economía venezolana y sus relaciones financieras internacionales por fuera del sistema dólar.
El proyecto del Arco Minero fue oficializado en 2016, abarca un área de 111.846,86 km (12% del territorio nacional) y comprende el norte del estado Bolívar, el noreste de Amazonas y parte de Delta Amacuro. El año pasado el ministro para el Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano, informó que los recursos del Arco Minero del Orinoco -oro, coltán, diamantes, entre otros- podrían ubicarse en 1,6 billones de dólares.
Este proyecto estratégico fue diseñado para reordenar las minas al sur de Venezuela, zonas propensas por su configuración a reproducir situaciones de violencia criminal y precarización económica y social de sus habitantes. Regularizar la situación de las trabajadores bajo un esquema de minería artesanal apoyada por el Estado ha sido un aspecto central de este plan.
Los resultados están ligados a una reducción de la violencia en las minas y una concentración cada vez mayor de oro en las reservas del Banco Central de Venezuela. Con el interés de mantener estos avances, el presidente Maduro ordenó la reestructuración de la Corporación Venezolana de Guayana, MINERVEN (compañía estatal de extracción y refinación de oro).
"He decretado una reestructuración profunda y completa de la empresa MINERVEN que tiene muchos vicios internos, para que produzca todo el oro que necesita la Patria", argumentó el primer mandatario nacional.
El oro ha sido fundamental en la construcción de relaciones con Turquía. Según un informe reciente presentado por el banco Torino Capital, los convenios con esta nación han permitido aumentar la refinación y exportación de oro por el orden de los 779 millones de dólares, entre enero y mayo del año 2018. Esta entrada de recursos, con base en el oro, logró eludir las sanciones financieras impuestas contra Venezuela.
Este movimiento a nivel geopolítico de Venezuela, coincide con las compras masivas de oro por parte de China, Rusia y las demás naciones que conforman los BRICS. Las potencias emergentes han encontrado en el oro un mecanismo para proteger sus finanzas de la inestabilidad del dólar (desdolarización), un instrumento para apalancar sus economías y un dispositivo para esquivar sanciones y bloqueos financieros ejecutados por Washington.
Reporta el portal financiero Zero Hedge que Rusia se ha convertido desde 2015 en el quinto país con mayores reservas de oro del mundo (agregando más de 1.000 toneladas a su Banco Central en los últimos años), mientras que China ha aumentado sus compras en 775 toneladas, con el objetivo de apuntalar su proyecto "Petroyuan", con el que intenta desplazar al dólar como única moneda transable en el mercado energético mundial.
Desde el año 2016, los BRICS han venido impulsando una plataforma de comercio interregional basado en el oro con el objetivo de saltarse el sistema dólar y las restricciones políticas que suele imponer Estados Unidos a sus adversarios geopolíticos.
Es importante recordar que el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, pidió el pasado julio formar parte de los BRICS, toda vez que podría utilizar sus potenciales económicos y sus reservas de oro para eludir la creciente presión financiera estadounidense, la cual ha traído como consecuencia la devaluación de la lira turca.
Este proceso, unido al caos sistémico y geopolítico que impera en la actualidad, se une al ocaso del liderazgo internacional de Estados Unidos y a la fractura del consenso monetario global basado en el uso del dólar.
En este sentido, potencias emergentes como Rusia y China han aumentado sus reservas de oro para proyectar una nueva plataforma de comercio internacional basado en metales preciosos, sin negar que las criptomonedas pudieran cohabitar, con el objetivo de edificar un nuevo consenso monetario donde la riqueza de los países esté cimentada en los recursos naturales y no en la acumulación de la moneda estadounidense.
Venezuela intenta utilizar sus recursos naturales para sí, al igual que China y Rusia, esquema que contraviene la mecánica de saqueo transnacional donde la "riqueza" parte de la opresión de la deuda y la apertura de los países a las transnacionales occidentales.
Ese es el conflictivo marco geopolítico en el cual Maduro lanzó el plan de ahorro nacional basado en oro y petro; se inserta de esta forma en una poderosa corriente geopolítica que está aumentando exponencialmente sus reservas de oro, lo que le otorga a Venezuela un mercado para recibir dinero líquido esquivando las sanciones de la Administración Trump, pero que también intenta con el metal precioso crear una plataforma para inhabilitar la presión financiera estadounidense.
Entender cómo se desarrollan las medidas económicas planteadas por Maduro en el plano geopolítico es clave. Porque será ahí donde se definirá el futuro político de Venezuela.
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