La reconversión monetaria es la modificación total del cono vigente, implica el cambio de escala monetaria y de todo lo que se exprese en bolívares; con la eliminación de cinco ceros se facilitan las transacciones y se simplifican los pagos. En eso coinciden analistas y economistas, como parte de la medida que ha adoptado el Gobierno Bolivariano para promover la recuperación y prosperidad económica del país.
No es primera vez que la República Bolivariana de Venezuela es protagonista de un proceso como este, pues, en el año 2007, el Gobierno venezolano anunció una reconversión monetaria que beneficiaría a la población, porque al quitarle los tres ceros a la moneda —en ese momento, una moneda de Bs 1 equivalía a Bs 1.000—, se combatirían temas como la inflación y se estaría fortaleciendo el bolívar en ese momento.
A finales del mes de julio de 2018, tras un poco más de 10 años con los actuales billetes, el presidente Nicolás Maduro informó en torno a una reconversión económica y monetaria, basada en el programa de recuperación y prosperidad económica, que arrancará el próximo 20 de agosto, de manera definitiva, con la circulación y emisión del nuevo bolívar soberano, el nuevo cono monetario que tendrá una nueva modalidad de anclaje al Petro, la criptomoneda venezolana.
El objetivo: «Estabilizar y cambiar la vida monetaria y financiera del país, de manera radical», ha dicho el Mandatario venezolano, y podría también sumarse a esas intenciones el hecho de deslastrarnos de modelos dominantes, la dependencia del dólar, y arraigarnos en una verdadera soberanía económica.
El especialista en derecho tributario-financiero y experto en economía política, Juan Carlos Valdez, comparte su punto de vista en relación al escenario que en este sentido vive el país, pues la particularidad en este momento es que se suma una variable fundamental en el proceso de reconversión, y ésta es el anclaje del bolívar al Petro, algo inédito.
Ello exigirá la audacia y la eficiencia en el seguimiento de las políticas económicas ejercidas por el Ejecutivo Nacional y de todos los actores que jueguen roles en este tablero de la reconversión.
El Petro debe posicionarse
Desde lo ontológico, Valdez explica que luego del anuncio del Jefe de Estado venezolano, lo que implica es que se «ancla en bolívar al Petro», y subraya que «lo fundamental para que esa relación funcione y rompa la relación bolívar-dólar, para que el bolívar se desprenda del dólar, tiene que el Petro servir para lo que sirve el dólar, es decir, para comprar fuera del país».
«Mientras tanto —indica— el bolívar dependerá del dólar por un tiempo más, mientras se logra dicho posicionamiento de la criptomoneda venezolana».
«La medida de anclar ese bolívar soberano al Petro es una medida, sin lugar a dudas, audaz del presidente de la República Nicolás Maduro», valora el experto en economía política, y lanza enseguida interrogantes que podrían despejar dudas acerca de las decisiones en cuestión.
«¿Por qué es audaz la decisión? ¿Cuál será la trascendencia y por qué?», pregunta en tono reflexivo e inmediatamente atina a señalar: «La mayor distorsión del bolívar, es decir, la mayor pérdida de valor del bolívar, viene dado por la relación del bolívar con el dólar y la distorsión que se ha generado con el dólar paralelo».
«¿Cómo opera esa distorsión? Es bueno que lo entendamos para saber cómo es de trascendente el anclaje del bolívar al Petro. Opera de la siguiente manera, en el capitalismo hay dos elementos claves para subir los precios que deben concurrir, uno es la necesidad y el otro es la escasez del bien que se necesita».
Ejemplificó con un patrón que se ha hecho común en el país. «Si tú necesitas una medicina y esta es escasa en el mercado, ya esta tiene un precio de venta al público. Tú sabes que la medicina es escasa y no la consigues, de repente consigues a alguien en la farmacia que tiene la medicina, el precio está marcado en 100 bolívares, pero la persona te la vende en 500 bolívares», lo que significa que «tú ante periodos de escasez, ante un bien que requieres, estás dispuesta a pagar más del precio real».
Es eso lo que precisamente saben los oferentes de bienes y servicios y se aprovechan. «Esa es la fundamental razón por la cual los precios se elevan en el mercado capitalista», dice Valdez, remitiéndose a La teoría subjetiva del valor, la cual es una teoría del valor que desarrolla la idea de que el valor de un bien no está determinado por ninguna propiedad inherente a este, ni por la cantidad de trabajo requerido para producirlo, sino por la importancia que un individuo le da para lograr sus objetivos o deseos.
Nos dice que con el dólar es igual. «¿Cuál es la relación del bolívar con el dólar? Nosotros tenemos una economía básicamente importadora, importamos muchas cosas para que la vida en nuestro país funcione, importamos bienes, servicios, insumos, materias primas, en fin, somos una economía básicamente importadora, y como somos una economía importadora, ¿con qué pagamos lo que importamos? Lo pagamos con dólares».
A raíz de ello, entonces «compramos dólares para importar bienes. Cuando hay una escasez de dólares, como efectivamente sucede en la actualidad, ¿qué ocurre?, el que tiene el dólar le pone el precio que le da la gana».
El papel del Petro podría estar entrando en el marco de este panorama. Se pregunta Juan Carlos Valdez: «¿Dónde está la importancia del Petro? ¿Por qué tenemos escasez de dólares? Cayó el precio del barril petrolero, tenemos un bloqueo financiero incuestionable. EE.UU., de hecho, está haciendo lo indecible para que nosotros no podamos tener dólares. Tenemos más de mil 400 millones de dólares retenidos», más bien secuestrados por los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea.
Romper el cerco
La única forma de romper este cerco y que no vuelva a suceder —sostiene el también especialista en derecho tributario-financiero—, es que nos desprendamos del dólar, pero si nos desprendemos del dólar, necesitamos una moneda con la cual podamos importar bienes y servicios, una moneda que no dependa de nuestro enemigo y que nosotros podamos tener control de su oferta, de su cantidad, para que no haya escasez y así evitar que ocurra la misma distorsión que está ocurriendo actualmente con la relación dólar-bolívar.
¿Y cuál es ese? El Petro, argumenta Valdez diciendo que esta si es «una moneda nuestra, una moneda que producimos nosotros y en ese sentido podemos tener el control de la oferta de petros y pudiésemos cumplir la demanda de petros para la importación de bienes y servicios».
Movilidad del Petro
Para ello, desde ya debe iniciarse el trabajo que contribuya a la movilidad del Petro. Un factor importante —rescata Valdez— es que Venezuela cuenta con una cantidad importante de clientes petroleros.
Propuso en ese sentido que hay que «procurar que el Petro nos lo reciban afuera y si yo importo bienes con petros, adiós dólar y adiós distorsión dólar-bolívar».
«¿Cómo lo logro? Nosotros no debemos imponerle a nadie nada, pero sí tenemos aliados tácticos y estratégicos. Somos un aliado estratégico para la República Popular China, para Rusia, la India, porque tenemos los bienes que ellos necesitan y además estamos ubicados en Latinoamérica, que geopolíticamente para ellos es necesario tener un aliado en América».
Asoma el analista esa condición a favor de nuestro país, quien insiste y enumera acciones inmediatas a poner en marcha: uno, vender —promover, darlo a conocer— el Petro a nivel mundial; dos, con los países aliados empezar a establecer los vínculos para que sus proveedores nos acepten el Petro, respaldado por sus propios gobiernos; tres, hacer un trabajo diplomático —a través del cual se contribuya a la promoción del Petro—, y así nuestra criptomoneda comience a rodar.
Considera que la batalla internacional, incluso más que nacional —en este orden—, es impostergable. Aludiendo nuevamente, que en el caso de China y Rusia son dos economías con mucha fuerza, China, la primera economía comercial del mundo; mientras que Rusia, que juega un papel importante en la geopolítica mundial.
Hizo la salvedad de que Rusia no nos compra petróleo, por ser uno de los grandes productores de petróleo en el mundo, pero si no los compra, por ejemplo, la India, así como China y otras naciones más pequeñas, en América Central y en Suramérica.
En su visión internacional, Juan Carlos Valdez subraya: «En esos países ellos pueden tener bienes que nosotros necesitemos. Nosotros junto con el Gobierno y nuestras embajadas debemos asumir la tarea».
«Esto es fundamental, nosotros tenemos embajadas en todos los continentes. Nuestras embajadas tienen que vender petros en el mundo», por ello «en el proceso de anclaje del bolívar al Petro juegan un rol fundamental las misiones diplomáticas».
«El Petro tiene que competir en el mercado internacional y servir para fortalecer el bolívar en lo interno, para evitar que se siga depreciando el valor del bolívar. El Petro debe dar la batalla fuera de Venezuela, para lo cual necesita el apoyo de nuestras misiones», puntualiza.
Definitivamente, la posición del experto en economía política no se aleja de los argumentos expuestos por el Jefe de Estado venezolano, quien ha dicho que el gran objetivo es «recuperar la economía, vencer la inflación, la especulación, retomar el camino de crecimiento integrado de la economía, la capacidad adquisitiva verdadera y real de los trabajadores, la estabilidad, instalar un sistema de distribución y fijación de precios». Manifestando también que este proceso de reconversión monetaria «llevará tiempo y esfuerzo».
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