Giorgio Trucchi, Rel-UITA / Resumen Latinoamericano / 2 de diciembre de 2017
Tras denuncia de fraude se desata protesta en todo el país. Militares y policías reprimen
Honduras nos duele. En su pasado reciente le tocó sufrir un golpe de Estado, persecución y criminalización de la protesta, asesinatos selectivos, saqueo de territorios y bienes comunes, corrupción e impunidad. Y ahora un fraude electoral que roza la desfachatez y que está llevando el país al borde de una grave crisis política y social.
Una parte importante de la población está en las calles, protestando por lo que considera un burdo fraude electoral orquestado contra el candidato de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla.
En 14 de los 18 departamentos del país se han realizado tomas de puentes, plazas, bulevares y carreteras, exigiendo a las autoridades electorales que respeten la voluntad del pueblo y dejen de estar manipulando los resultados.
El ejército y la policía han reprimido la protesta y ya se contabiliza un fallecido y varios heridos en la capital y otras ciudades del país.
Según los datos oficiales, con el 94,31 por ciento de las actas de las mesas electorales escrutadas, el candidato oficialista Juan Orlando Hernández supera a su contrincante de la Alianza de Oposición por unos 45 mil votos (1,5 por ciento).
A partir de este viernes, el Tribunal Supremo Electoral deberá realizar un conteo voto por voto de aquellas actas que fueron pasadas a “escrutinio especial” por tener algún tipo de anomalía.
Son más de mil actas que representan una carga electoral de casi 300 mil votos que favorecerían ampliamente a Nasralla.
Las misiones de observación de la OEA y la UE han insistido para que este escrutinio se lleve a cabo en presencia de todas las fuerzas políticas y los observadores internacionales para garantizar la máxima transparencia.
Esta decisión recoge una de las demandas de la Alianza de Oposición, la cual ha denunciado la introducción de actas adulteradas en el cómputo del Tribunal Supremo Electoral (TSE), así como eventos muy sospechosos como la caída del sistema y del servidor en diferentes ocasiones.
También la introducción en el sistema de más de 5 mil actas sin la presencia de representantes de los partidos.
El presidente impopular y su orden de reprimir
El presidente impopular y su orden de reprimir
Nasralla advirtió que la Alianza no reconocerá los resultados que brindará el TSE si antes no se cumple con las demandas hechas para transparentar el proceso.
También condenó la represión contra simpatizantes de esta organización.
“Quiero condenar la represión de la cual están siendo objeto nuestros compatriotas a nivel nacional. La gente del gobierno ha infiltrado nuestras manifestaciones de protesta para generar violencia.
Pero aquí la violencia solamente la está generando el presidente de la república, porque está violentando la voluntad popular.
Solamente dos hondureños de cada diez están de acuerdo con él, el 80 por ciento quiere que se vaya”, dijo Nasralla en un mensaje difundido en las redes sociales.
Por su lado, la Convergencia contra el Continuismo emitió su tercera proclama, donde plantea como posible solución a la crisis que se ha generado el conteo físico acta por acta y la depuración y cotejamiento de actas del TSE con las de los partidos.
También propuso la abstención por parte de TSE de formular la declaratoria del ganador hasta haber finalizado dicho conteo.
“Estamos siendo víctimas de un robo y lo denuncio internacionalmente. Ningún país del mundo va a reconocer un triunfo ilegal.
Todos saben que la tendencia del 5 por ciento arriba de Hernández en el 70 por ciento de las actas es irreversible, y nos quieren hacer creer que con tan sólo el 30 por ciento que faltaba se invirtió la tendencia. Esto es matemáticamente imposible. Es absurdo”, concluyó Nasralla.
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