Se sembraron 200 árboles de la especie Croton
xanthochlorus
Especialistas evaluarán la sobrevivencia y crecimiento de las
plantas
Altos de Pipe, 16 de junio de 2015 (Mariel Cabrujas M.).-
El bosque nublado donde reposa la sede del Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), del estado Bolivariana de
Miranda, alberga a dos plantas exóticas que han formado parte de su paisaje: el
pino y el eucalipto. Sin embargo, la antigüedad estos árboles y sus condiciones
actuales de salud han abierto nuevamente el camino a una especie autóctona, el Croton xanthochlorus.
200 individuos de esta planta fueron sembrados en un
espacio de un kilómetro, ubicado en los alrededores de la vía principal del
Ivic. “Queremos ir sustituyendo a los pinos y eucaliptos que tienen 50 años de
edad y ya están debilitados. Estos árboles representan un peligro para quienes
transitan por la carretera, pues un viento fuerte puede hacer caer sus ramas y
causar accidentes”, explicó el investigador del instituto y encargado del
proyecto, Saúl Flores.
Croton xanthochlorus, especie nativa del bosque nublado, tiene una
arquitectura adecuada para adaptarse a estos ecosistemas y un sistema de raíces
capaz de evitar la erosión en la carretera, por lo que también cumplirá con la
misión de proteger la infraestructura vial, asignada anteriormente a los
eucaliptos y pinos.
Para introducir los especímenes se colectaron las semillas
y plántulas que crecen debajo de estos árboles, encontrados en otros sectores
del bosque del Ivic. Posteriormente fueron trasladadas al vivero de la Unidad
de Germoplasma de Especies en Peligro de Extinción y Especies Autóctonas del instituto
donde permanecieron durante seis meses, con la intención de monitorear su
crecimiento y mantenerlas en óptimas condiciones para ser replantadas en el
terreno adyacente a la vía principal.
“Queremos evaluar cómo sobrevive y se desarrolla el Croton xanthochlorus en las condiciones
impuestas por los pinos y eucaliptos, porque se sabe que estos últimos producen
sustancias que afectan el crecimiento de otros organismos”, destacó Flores.
Por ello, el equipo de la unidad hará un seguimiento
mensual a las plantas sembradas, para registrar sus características y
determinar los factores que pudiesen afectarlas o por el contrario favorecer su
desarrollo. “Esta es una planta bastante
resistente. El estudio de su crecimiento y
sobrevivencia es el que determinará si el trasplante, que es la parte más
delicada del proceso, fue exitoso”, determinó Flores.
En 2014 se hizo la primera prueba al introducir 50
individuos de la especie nativa en los alrededores de la vía principal del
instituto que está conformada por 15,5 kilómetros. 98% de estos ejemplares
sobrevivieron al trasplante, lo que sentó un precedente para la actual siembra.
Los 248 árboles que en total han sido sembrados fueron
distribuidos en el terreno de manera tal que no resulten afectados ante la
posible caída de los antiguos eucaliptos
y pinos. “Tienen un crecimiento rápido, los individuos sembrados el año pasado
ya tienen 1, 20 metros de altura y esto nos hace pensar que los resultados
pueden ser beneficiosos”, indicó el investigador del Ivic.
De origen tropical
La familia Euphorbiaceae, de la que forma parte el Croton xanthochlorus, está integrada por
más de 320 géneros y 8.100 especies entre las que se incluyen árboles, hierbas
y lianas.
Estas plantas son propias de la zona tropical del
planeta, aunque también se consiguen en algunas regiones templadas. Por lo
general, se desarrollan en climas con amplio rango de temperatura y humedad,
así como en altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 1.700 metros
sobre el nivel del mar. Estas características le permiten ser consideradas vegetación
primaria y secundaria.
En el bosque nublado del Ivic el Croton xanthochlorus es una especie decidua con una altura
comprendida entre 12 y 15 metros, lo que reduce el riesgo de accidentes ante la
caída de sus ramas.
La Unidad de Germoplasma de Especies en Peligro de
Extinción y Especies Autóctonas del instituto se ha dado a la tarea de cultivar
especies nativas, con la finalidad de garantizar su supervivencia y sustituir a
las especies foráneas.
Jobo, Pilón, Cedro, Samán, Mijao, Araguaney, Apamates,
Caoba Majagua y Tapa Amarilla son algunas de las plantas reproducidas en el
vivero para ser introducidas en espacios que lo requieran. Hasta el momento se
han hecho donaciones de individuos a instituciones como el Metro de Los Teques,
la Alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador y la Gran Misión Vivienda
Venezuela.
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