viernes, 23 de mayo de 2014

Confrontación de modelos, la explicación de la crisis actual




Para los venezolanos, que estamos viviendo y analizando de manera directa todo nuestro entorno y al final somos afectados por todo lo que sucede, estamos en la obligación de pensar en profundidad el origen concreto de todo este fenómeno que estamos viviendo.
Sin duda alguna, pareciera que lo que subyace en los elementos de crisis que vive Venezuela, se puede resumir en una confrontación de dos modelos: Uno el modelo del capital, que quizás pudiéramos definirlo como el patrón donde el privilegio de pocos se impone, donde lo que predomina es la explotación del trabajador y el interés crematístico de lo financiero; por otra parte, se encuentra el modelo que se le contrapone, el Socialismo, donde vemos todo un esfuerzo de un nuevo patrón político, donde hay una participación directa del pueblo en la toma de decisiones, done ha habido una propuesta estratégica de la distribución del ingreso hacia las grandes mayorías y garantizando la transformación de nuestro país hacia un modelo de máxima igualdad.
Estos dos modelos se hacen presente en Venezuela y los elementos de conflictividad giran en torno a eso, pudiéramos decir que hoy son muy pocos los que reivindican el capitalismo como modelo de manera explícita y directa en sus características.
En el mundo, sobre todo si miramos hacia los lados de Europa, observamos como países que eran luminosos y que direccionaban la cultura occidental, hoy día están sumergidos en la mayor y más severa crisis del capital; países como Portugal, Inglaterra, Italia, Irlanda, Grecia y España, están a las puertas de una crisis rotunda donde los elementos claves son debido a que impera el modelo del capital, donde domina una casta política que defiende los intereses del mismo, vemos naciones donde ha crecido el desempleo, en los que le han robado a los trabajadores su estabilidad, en el que han incluido al esquema de gobierno una postura de privatización de todos sus servicios y en el cual han dado rienda suelta a la explotación capitalista para la forma de vida.
En Europa el modelo del capital tiene una impopularidad del 80%, solamente defienden el capitalismo esos voceros que se enriquecen del mismo; los grandes empresarios y los medios de comunicación que viven al amparo de este modelo.
Asimismo, vemos como en América Latina ha sido progresivo el acceso al poder en mayor cantidad de países de gobiernos progresistas que buscan que se impere un nuevo modelo, es decir, en las tierras latinoamericanas el capital es altamente impopular. A su vez vemos que, aunque sea impopular maneja grandes recursos, y es que precisamente esta pequeña elite es la que busca gobernar sobre el mundo.
El capital es impopular y mientras más se siga generando su reproducción cada vez aumenta más la pobreza en los pueblos del mundo. En Estados Unidos miles de personas perdieron sus hogares, hay un alto índice de analfabetismo, un país que con el supuesto discurso de ser “la democracia más grande del mundo” pretende generar una buena imagen pero al final en la práctica, violenta los derechos humanos, agrede a la población y promueve las invasiones para ellos subsistir en su propia crisis.
Que no quede duda de que este modelo es sinónimo de desigualdad, nosotros hemos visto como han imperado en América Latina la irrupción de nuevos gobiernos que buscan la igualdad, la generación de un nuevo esquema político y la transformación progresiva ante el capitalismo, estamos en una búsqueda creativa de una forma socialista; como lo dijera Mariátegui “Una propuesta Socialista y alternativa al calor de nuestro clima y de nuestra gente, parecida a nuestra cultura”.
Lo que vemos en Venezuela, hoy en día es esta confrontación entre grandes voceros mediáticos que están identificados con los grandes capitales, los cuales promueven una confrontación que al final expresa el interés de clase, para ellos garantizar la preservación de sus antiguos privilegios, donde la minoría sea la que imponga la política y el gobierno.
La conflictividad de calle que se está generando ahorita es porque una minoría pretende que se cree un país acorde a su óptica y están indispuestos a reconocer que la mayoría tiene el derecho de imponer su esquema; donde esta mayoría se ha politizado, ya no son personas que votan por un color sino por un proyecto y un contexto que se les está ofreciendo.
Es necesario mencionar el caso de nuestra renta petrolera, la cual llega hasta los más pobres porque es con la misma que se han financiado todos los sistemas de salud, la cual ha permitido la ampliación del sistema educativo y ha brindado un sistema de distribución de alimentos fuera de las cadenas comerciales privadas que generan beneficios solo para sus dueños.

En el marco del III Congreso del Psuv

Es vital la discusión en el seno de las Ubch, concentrándonos en el tema de lo que significa programáticamente el modelo Socialista, el congreso del Psuv nos debe permitir a nosotros unificarnos para ir a la ofensiva de calle, para ser firmes en la defensa de la Revolución, para no caer en el chantaje de la derecha o caer en el discurso mentiroso que plantea falsos dilemas; para nosotros no hay disyuntivas, Nicolás no es Chávez y nunca ha pretendido sustituirlo, Nicolás es el Presidente electo por el pueblo a partir de una recomendación hecha por el mismo Comandante.
Lo único que sustituye a Chávez es el pueblo unido y en eso estamos trabajando, el pueblo debe unirse en torno a un programa, y el debate en el III Congreso del Psuv es para que actualicemos y profundicemos nuestra comprensión de un programa socialista.
Es importante recordar que debemos crear nuestra propia forma de superación, Chávez nos dio una gran recomendación y fue superarnos por la vía de la paz, por eso hoy reivindicamos la tarea del congreso como un escenario de debate y también reivindicamos la necesidad de que con firmeza lo llevemos al máximo por el camino de la paz que se expresa en todos los espacios de pueblo, donde definitivamente estamos en el génesis de esos modelos Socialistas que aún siguen batallando por imponerse.                                                             escrito por Luis Figueroa

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