Muestras de dolor, impotencia y clamor de justicia caracterizaron la despedida del pueblo agrupado en los alrededores de la Asamblea Nacional
Texto y fotos: Prensa del Sur
(Caracas, 3/10/14. Prensa del Sur).- En horas de la tarde de este viernes se llevaron a cabo las exequias del diputado Robert Serra, de 27 años de edad, y de María Herrera, jóvenes que fueron asesinados la noche del pasado miércoles en una residencia de La Pastora, en Caracas.
Horas antes, en el histórico Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo de la Asamblea Nacional de Venezuela, fueron velados los restos de Serra y Herrera, en un acto velatorio realizado la noche del jueves y madrugada del viernes, el cual contó con la presencia del presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, ministros y ministras del Ejecutivo, representantes de los poderes Moral y Legislativo, Fuerza Armada Nacional Bolivariana; familiares y amigos de las víctimas; el padre Numa Molina, párroco de la iglesia de San Francisco, y representantes de colectivos y organizaciones populares.
Desde la noche del jueves el pueblo de La Pastora y caraqueños en general esperaban en las adyacencias del Palacio, esperando poder acceder al mismo para dar su último adiós al diputado Serra, quien según testimonios que escuchamos “fue un joven líder atento a las necesidades de su parroquia y de quien quiera que solicitara de sus buenos oficios”.
Ello se puso de manifiesto entre la multitud agolpada en los cuatro puntos cardinales del Palacio Federal Legislativo, donde hombres, mujeres, niños y ancianos con flores en sus manos manifestaron su dolor, y con gritos de “¡Queremos justicia!”, “¡Robert, vive!”; no abandonaron el lugar hasta lograr sus intenciones de decir hasta luego “a dos jóvenes que abandonaron este mundo de la manera más brutal que se haya conocido hasta ahora”, según expresara el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello.
La presencia de los medios, tanto nacionales como internacionales fue numerosa, y entre los colegas que realizan esta labor con profesionalismo primó el respeto hacia los dolientes: tanto familiares, como amigos y el pueblo que acompañaron a pie el entierro, desde el centro de Caracas hasta el Cementerio General del Sur, en donde el jefe de Estado, Nicolás Maduro, despidió el duelo.
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